Fermí Puig no para quieto. Después de triunfar con el restaurante Drolma, en el hotel Magestic, a finales de 2008 decidió abrir un nuevo establecimiento que hacía realidad una de sus grandes pasiones: la cocina tradicional catalana, la esencia del Petit Comitè.

Ahora la apuesta es que los platos que salen del restaurante también puedan ser degustados en casa o en cualquier otro lugar que el cliente desee. Se servirán envasados al vacío y listos para ser calentados. La forma distribuirlos, en cambio, no será la habitual. Fermí Puig y el equipo de Petit Comitè, dirigido por Jesús Niño en la cocina y por Gerard Fontana en la sala, venderán su recetario de cocina catalana en el mismo restaurante. Sólo tienes que entrar, pedir y salir a comer.
Fricandó de ternera con moixernons, sepia con albóndigas, trinxat de la Cerdanya, pollo de payés, carn d’olla, suquet de pescado de roca… y todo a un precio mucho más económico que el del restaurante.