Via Veneto y Zalacaín en el cuatro manos de La Grande Table

Redacción

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El restaurante Zalacaín (El Aventurero) sigue buscando sus orígenes, esos que le hicieron aprender y crecer. Tras dos ediciones de La Grande Table, primero yendo a Francia (Le39V) y luego a Italia (La Ciau del Tornavento), se queda en España, para viajar a Barcelona, a Via Veneto, un gran clásico y una de las casa más emblemáticas de nuestro país.

Via Veneto y Zalacaín en el cuatro manos de La Grande Table 0
El equipo de Via Veneto se trasladará a las cocinas de Zalacaín la noche del 25 de marzo, ofreciendo un menú único y exclusivo, diseñado en especial para la ocasión. El menú degustación se compondrá de 12 pases armonizado con los vinos elegidos por ambas casas y se ofrecerá a sus clientes a un precio de 180€. Los clientes que lo deseen podrán disfrutar del menú bajo previa reserva.

Via Veneto fue inaugurado en 1967 y Zalacaín en 1973, por lo que este encuentro entre ambos restaurantes supone un viaje a los primeros años en los que la gastronomía cobraba vida propia en España. Ambos restaurantes trabajan cada día por enriquecerse del presente, sin olvidar el pasado y sus raíces, siempre basando sus propuestas gastronómicas en la calidad del producto, en la temporalidad del mismo y en esa cocina de fondos inigualable que caracteriza a ambas casas.

Menú degustación La Grande Table Zalacaín & Via Veneto

Todos aquellos que quieran asistir a esta estupenda colaboración entre estos dos grandes clásicos de la restauración podrán disfrutar del siguiente menú:

Amuse Bouche
Croqueta
Erizo de Cadaqués gratinado
Steak tartar
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Pequeño Búcaro Don Pio (Huevos de codorniz, salmón ahumado y caviar “Beluga”)
Tartar de Gamba de Palamós con ajoblanco sobre pan negro molido
Ravioli de Setas, Trufa y foie
Trufa negra al Champagne
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Gallo Pedro con meunière de hongos
Salmonete de roca sin espinas con guisantes del Maresme
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Patatas soufflé
Pato asado en su propio jugo “a la presse”
Asado de Cordero Lechal con su riñón y mollejas crujientes
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Crêpes
Tejas y Mignardises
Maridaje de vinos

Hablemos de Via Veneto

Inaugurado en 1967, el restaurante es uno de los grandes clásicos de Barcelona. Ofrecen un servicio de alta escuela, con una cocina premiada con Estrella Michelin desde 1974 ininterrumpidamente y una excepcional bodega con las mejores referencias nacionales e internacionales.

Se encuentran entre los mejores rankings de las guías españolas gastronómicas (9.75/10 Gourmetour, 3 soles Guía Repsol) y obtuvieron el Premio al tercer mejor restaurante de Barcelona en 2018 por la Guía Macarfi. También han
recibido el Premio Nacional de Gastronomía en 2013, 1994 y 1984, así como el Premio Gourmetour al Mejor  surtido de Quesos.

El restaurante está liderado por la familia Monje y ha sido el rincón habitual de reconocidos personajes entre los que es encuentra el pintor Salvador Dalí.

El equipo de Via Veneto lo componen José Monje, propietario del restaurante; Pere Monje, director; el joven chef Sergio Humada; Javier Oliveira, maître; Luis González, segundo maître y José Martinez, tercer maître y sumiller.

Y ahora hablemos de Zalacaín

Recién cumplidos 45 años, Zalacaín abrió, en octubre de 2017, tras cuatro meses de reforma, para presentarse ante sus clientes en un perfecto equilibrio entre lo tradicional y lo actual, entre la cocina y la sala, entre la experiencia de su equipo de siempre y el empuje de sus nuevas incorporaciones.

Bajo la dirección de un equipo formado por Carmen González como directora de operaciones y Julio Miralles como Executive Chef, Zalacaín preserva la atmósfera de un lugar legendario incorporando vitalidad y frescura a un proyecto que no solo es un icono de la gastronomía en Madrid, sino también una referencia en el mundo
empresarial, político y social. Lugar de encuentro y acuerdo con una cocina de máxima calidad que preserva los sabores de siempre de Zalacaín.
El concepto gastronómico de este emblemático restaurante sigue basándose en la cocina de fondos y raíces y en las sugerencias fuera de carta con producto de temporada. Según explica Julio Miralles, ha cambiado, sobre todo, la percepción visual que recibe el cliente sobre el plato ya que los sabores de Zalacaín se mantienen.