Última jornada de un evento, Tast a la Rambla, que recupera la vida en la Rambla de Santa Mónica, reivindica su gastronomía, fomenta el patrimonio cultural de Barcelona y cierra con 95.000 visitantes y 140.00 degustaciones. La tapa que más éxito ha tenido ha sido el brioche de tartar de salmón marinado con ralladura de lima, mayonesa de siracha y avellanas caramelizas del restaurante Telefèric, seguido del mollete de picaña de ternera madurada con chimichurri de hierbas del Mediterráneo de Pepa Tomate y el risotto de setas silvestres y trufa negra de Cecconi’s.
La última jornada de Tast a la Rambla, y su séptima edición se despide este año con buen sabor de boca y el estómago satisfecho gracias a unos días que han vuelto a colorear la Rambla de Santa Mónica, a reivindicar la excelencia culinaria de la zona, reconocer el patrimonio y riqueza cultural de Barcelona y devolver la alegría a sus calles.
Las cifras han acompañado. Un total de 95.000 personas han paseado por los stands y acudido a las actividades gratuitas (recordemos que por protocolo covid, el aforo ha tenido que ser limitado este año) y se han degustado 140.000 tapas. Entre las que más éxito han tenido han sido el brioche de tartar de salmón marinado con ralladura de lima, mayonesa de siracha y avellanas caramelizas del restaurante Telefèric, seguido del mollete de picaña de ternera madurada con chimichurri de hierbas del Mediterráneo de Pepa Tomate y el risotto de setas silvestres y trufa negra de Cecconi’s. El público ha sido mayoritariamente local, con un 63% de barceloneses, un 22% de turistas internacionales, un 6% de la provincia de Barcelona y el resto de otros puntos de Catalunya o del Estado.
La organización del Tast a la Rambla, Fermín Villar, presidente de Amics de la Rambla, y Roser Torras, directora de grup gsr, ha destacado que con esta cita gastronómica anual “se superan las expectativas previstas de asistencia y respuesta ciudadana en tiempos de pandemia».
Programa de actividades
Según la organización, los talleres y ponencias del Aula de Tast han sido «una de las actividades con más éxito de esta edición, con una alta asistencia de público, así como también las relacionadas con el Territorio Invitado, Saborea Lanzarote«. Todas las actividades fueron moderadas por el periodista David Salvador.
Cinzano abrió el programa de talleres del último día, domingo, con un vermut “el más premiado”, según Óscar Sábada, brand ambassador de la marca y encargado de llevar a cabo la cata. La degustación se basó en las dos versiones de este conocido vermut, rosso y bianco. Sádaba incidió en la versatilidad del vermut para la realización de cócteles, desde los más tradicionales –como el Negroni- hasta las nuevas creatividades, como el vermujito en el que se sustituye el ron de un mojito por un Cinzano bianco.
A continuación, el chef Miquel Antoja, propietario de Foodlona -también presente en el Tast-, desgranó los secretos para un perfecto carrot cake. Un pastel sencillo, barato, que siempre gusta y rápido de preparar (en 15 minutos podemos tenerlo hecho). Entre los secretos que el cocinero desgranó para que nos quede un bizcocho esponjoso, tierno y de mayor duración en nevera, apuntó: hervir la zanahoria ya rallada (así tardará menos en estar lista), no poner demasiada agua en la cocción, escurrir lo mínimo la hortaliza una vez hervida para que retenga parte de la humedad y mezclar el impulsor químico con bicarbonato. Recordemos que la receta es la siguiente: rallar unos 350 g de zanahoria, hervirla, triturarla, mezclarla con 280 g de azúcar, añadir 225 g de oliva poco a poco para después incorporar 300 g de harina, 5 g de canela, 5 g sal, 5 de bicarbonato y 5 de impulsor químico. Tras mezclarlo todo, añadir tres huevos pequeños. Emulsionarlo todo…¡y al horno! Si la bandeja donde hornearemos la masa es cuadrada y no muy alta serán unos 25-35 minutos a 170ª. Si, en cambio, el molde es redondo -de unos 20 cm de diámetro- la cocción será de unos 10 minutos a 200ºC. Otro de los trucos para conseguir un buen pastel es preparar la masa un día antes y cocerla al día siguiente. Éxito asegurado. Los que quieran darle un toque al bizcocho, pueden preparar una crema a base de queso fresco, mantequilla y azúcar. Con una manga pastelera colocaremos un botón de esta crema sobre su superficie.
Tras el parón para degustar los platillos de los más de 25 restaurantes, bares y pastelerías de los stands que participan este año en el Tast, la tarde comenzó con la cata de los vinos de Bodegas Vulcano, a cargo de su gerente, Víctor Díaz. Esta bodega “boutique”, tal y como se definen, afirma que es la “única bodega vegana” y de las pocas con banco de mosto” del país. Durante la ponencia Díaz incidió en la historia de la viticultura de la isla desde la erupción del Timanfaya y su peculiar sistema de cultivo. De acuerdo con el gerente de la bodega, los precios de los vinos de Lanzarote vienen marcados por una producción limitada (casi a botella por vid); una viticultura heroica (dadas las complicadas condiciones en las que se realiza -recordemos el sistema de hoyos-, y que todo se realiza de manera manual); la escasa pluviometría (entre 100-150 litros al año) y el efecto del viento. Aseguran que la creación del banco de mostos fue una situación provocada por las circunstancias, “los rosados tienen una temporada de junio a septiembre, luego cae el color y la frescura. Así que para contar con elaborados en óptimas condiciones, mantenemos el mosto a baja temperatura y elaboramos a demanda”, asegura Víctor. Tras la explicación se cataron tres vinos: un aromático malvasía volcánico, un malvasía volcánico con paso de barrica y un moscatel.
A continuación, Lluís Estrada, pastelero de Canal, subió al escenario para preparar en directo una tarta frasier, uno de los grandes clásicos de la pastelería francesa, que se ofrecían como degustación en el stand de este establecimiento en Tast a la Rambla. “Ser clásico no quiere decir ser tradicionalista, nosotros hemos ido evolucionando”, apuntaba el pastelero. Aún así, Estrada asegura mantenerse dentro de la tradición “no haremos un panellet de coca-cola, por ejemplo, porque cuando la gente se come un panellet quiere recuperar ese recuerdo que tiene de panellet”.
Seguidamente, fue el turno de Ángel Palacios, chef de Llamber. El cocinero, mano derecha de Fran Heras, el ideólogo del restaurante, explicó al público la historia de este establecimiento y el de su último proyecto: Chigre. El local, que pretende recuperar la idea de fonda, ofrece una propuesta gastronómica en línea con la de Llamber: la cocina catariana. Se trata de unir la cultura asturiana y la catalana en recetas y productos. Recetas asturianas con productos catalanes y viceversa. ¿Por qué Asturias y Catalunya? “Son dos territorios que siempre han reivindicado su lengua, su cultura y su tierra y pensamos que, por esta razón, existen vínculos entre ellas”.
La jornada finalizó con dos catas: la primera de vinos, a cargo de Xavier Flores, de Freixenet. Y la segunda de cervezas, de la mano de Pepi Ramos, técnica de catas y visitas a fábricas de Estrella Damm.
Agradecimientos
Tal y como se recordó durante el acto inaugural, esta edición de Tast a la Rambla ha sido posible gracias a los patrocinadores y colaboradores. Este año han sido: Estrella Damm, Coca-Cola, Royal Bliss, Hostelgrup, Makro, El Periódico (medio colaborador), Cinzano, Aperol Spritz, Juvé & Camps, Freixenet, S.Pellegrino, Josper, Enrique Tomás, Ostras Sorlut, Cafés l’OR, ICC, Klimer, Saborea Lanzarote, Casal dels Infants y el CETT.
Además, el evento ha contado con el apoyo del Districte de Ciutat Vella del Ajuntament de Barcelona.
Fotos: Miquel Coll