Ayer se celebró la presentación de la iniciativa social #UnaGranFamilia, puesta en marcha por Cruz Roja, la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), y Danone.
La crisis derivada del Covid-19 y la llegada de, lo que se podría considerar como la segunda ola, tiene como consecuencia que un gran número de personas tengan que acudir diariamente a los bancos de alimentos. “Desde el inicio del Estado de Alarma hemos repartido un 40% más de alimentos con respecto a los meses anteriores. Hemos pasado de dar ayudas en alimentos a 1.058.000 personas en el 2019 a, cerca de 1,5 millones, según nuestros cálculos actuales, para 2020. Entre estas personas hay más de 250.000 niños menores de 15 años”, explicó ayer Ángel M. Franco, Director de Comunicación de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL).
Por su lado, Olga Díaz, subdirectora de Intervención Social de Cruz Roja, señaló “Durante esta pandemia, a través del Plan Responde de Cruz Roja, se ha detectado que aproximadamente el 72% de las personas que han acudido a solicitar ayuda no habían sido anteriormente usuarias de proyectos, por lo que se ha incrementado notablemente el número de personas que solicitan ayuda desde el inicio de esta crisis. Un 31% de los demandantes de ayuda son mujeres de entre 30 y 59 años con hijos e hijas pequeños”. Ambos coincidieron en destacar la importante colaboración de la ciudadanía para que «nadie se quede sin comer».
Los bancos de alimentos llevan trabajando en España más de 30 años ayudando a alimentar a las personas más vulnerables. En este sentido, Paula Crespo, dietista-nutricionista y secretaria del Comité de Ética en la Sociedad Europea de Nutrición Pediátrica (ESPGHAN), comentó la necesidad de que esta alimentación sea saludable: “Si queremos que las familias y niños en situación de vulnerabilidad, tengan acceso a una alimentación saludable, hay que trabajar para que la opción saludable, siempre sea la más fácil. Es fundamental llevar una correcta alimentación desde la infancia, además de ayudar a estar sanos físicamente, una buena alimentación favorece el rendimiento intelectual de los más pequeños. Cada alimento aporta nutrientes específicos y una dieta equilibrada está formada por frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, carne, pescados, huevos, así como lácteos y lácteos fermentados, como el yogur, ya que su ingesta regular contribuye y facilita que se alcancen los requerimientos de calcio, lo que es esencial en el desarrollo y crecimiento de los más pequeños”.
Con el objetivo de activar la cooperación ciudadana, se ha puesto en marcha el portal Unagranfamilia.es. A través de esta web, todos los ciudadanos pueden poner su granito de arena para contribuir a la alimentación saludable de niños y niñas en situación de vulnerabilidad.