La cena en la mañana, el brunch en la noche

Barra 55, un bar que ofrece desayunos, y Cultivo, una panadería que hace cenas. En un entorno de alta competencia, los opuestos se empiezan a parecer en el intento por rentabilizar el día entero.

Javier Masías

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Barra 55, un bar que ofrece desayunos, y Cultivo, una panadería que hace cenas.

Los analistas del sector parecen estar de acuerdo en todo el mundo; solo dos tipos de restaurante prevalecerán en los tiempos que corren. A un lado, los de ticket alto que se dirigen a un público que se ve poco afectado por la inflación; al otro, comedores cotidianos, huecos de menú, lugares de uso diario y de bajo costo. Al medio todos hacen lo que pueden por rentabilizar. También en Lima.

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Barra 55. De la noche al día. Foto: Barra 55.

Decididamente situada al medio, Barra 55 nació hace siete años con una propuesta disruptora para la ciudad. Ofrecía coctelería clásica en una escena en la que la mayoría de los locales no la tenía bien ejecutada. Más de veinte opciones de gin a precios ínfimos cuando la normalidad eran tres a precios estratosféricos, y una carta de comidas breve que rozaba la excelencia cuando la comida de bar solía ser poco más que fritanga y alguna otra gracia. Para ser un lugar minúsculo -apenas 55 metros cuadrados que hacían honor a su nombre-, congregaba merecida atención por su propuesta bebestible, pero también brillaba por alguna otra cosa: una tabla de excelentes quesos peruanos, también atípica, exitosas hamburguesas mini, una tortilla española que hizo fama de ser la mejor en el país.

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Panadería Cultivo. Del día a la noche. Foto: Cultivo.

En una ciudad en la que los niveles de consumo parecen no haberse recuperado del todo, han querido ir por algo más y, hace un par de semanas lanzaron una propuesta de brunch.

 

Aprovechando que algunas de las cosas que han venido funcionándoles en las noches pueden acompañar un desayuno extendido -la tortilla de papas, las hamburguesas, unas croquetas recientes-, las proponen ahora para las mañanas. Las suman al café, a unos mac n chorizo y a un par de tostas. Hay una carta de cocteles a la que han puesto especial atención, pero uno no siente que está desayunando del todo. Tal vez falten sanguches con queso. Tal vez, panqueques, tostada francesa o crepes. Quizá se extrañe el bowl de frutas, el yogurt con algo fresquísimo o la granola de siempre. Funciona a la perfección lo que ya demostró eficacia en la noche -la tortilla española sigue siendo una referencia en la ciudad, las hamburguesas son un acierto-, pero se tiene la sensación de que el paisaje del brunch no está completo, como pensar en Hawaii sin palmeras, o en un auto de tres llantas.

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Tortilla de patatas. Barra 55. Foto: Javier Masias.

En una comunicación recibida al cierre de esta nota, informan que suspenden dos semanas el brunch para replantear la propuesta y ajustarla. Volverá a estar activo el 17 de septiembre.

 

Algo inverso y similar ocurre con Panadería Cultivo.

 

Incubada durante la pandemia, esta panadería de barrio abrió sus puertas hace un año imponiendo un nuevo estándar en la elaboración de productos de panificación. Todos sus panes son excelentes y puede que su baguette sea la mejor de Lima. Al lado del taller montaron cuatro mesitas para servir café de especialidad con una carta pequeña, conformada por un puñado de sánguches y una que otra cosa dulce de sus hornos. En el último año se han consolidado como uno de los lugares de referencia en su rubro y su público crece al ritmo de una reputación respaldada en la excelencia de sus productos.

 

Hace poco lanzaron un brunch para fines de semana con benedictinos, un crepe brulé con caramelo de café y la predecible palta con pan de granos. Funciona muy bien. A la par, soltaron una propuesta de cena para conquistar la noche, que más parece de tapeo: tortilla vaga con bresaola y jalapeños, naan con humus, boquerones con mayo de pimientos, alimentos todos que hacen extrañar una copa al lado, en un espacio que no se decide a sumergirse en la noche del todo, pues como propuesta de bebidas hay apenas una referencia de vermouth, un shrub de manzana y un negroni.

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Pejerreyes en vinagre. Foto: Cultivo.

Una barra que sirve desayunos, pero logra la gloria cada noche. Una panadería que hace tapas, pero que funciona demasiado bien cuando hace pan para las mañanas. Barra 55 entiende casi tan poco de brunch como Panadería Cultivo entiende de bares. ¿Podrán traer el día a la noche y viceversa? ¿Triunfará el cambio horario? Es pronto para saberlo. Tal vez uno no deba cenar por la mañana ni desayunar en la noche. Tal vez la mejor estrategia sea afinar la puntería y concentrarse en lo que mejor se sabe hacer. pero se aplaude que exploren donde no han andado y con ello apuesten por sonrisas en terrenos en los que los más consolidados solo repiten bostezos. Si la novedad no va a estar en las mesas más seguras, que sea el riesgo el que nos saque del aburrimiento.

Los datos

*Barra 55. Calle 28 de Julio 206, Barranco. De martes a jueves de 19 a 1; viernes hasta las 2h30. Brunch sábados y domingos de 10.30 a 16.30.

*Panadería Cultivo. Calle Marqués de Torre Tagle 311, Miraflores. Lunes de 9 a 21; martes a sábado de 8 a 21 y domingos hasta las 20.