¿Un local de tapas contemporáneas reventado en L’Hospitalet? Pablo Carrizo y Mónica Artero –This & That– no han vacilado en nadar contra corriente y, en un entorno urbano metropolitano por su cocina tradicional, por las tapas de toda la vida y por el constante homenaje a la Andalucía más suculenta, estallar de modernidad y juego. Y L’Hospitalet se les ha rendido. Mediodías, petado; noches, también. This & That ha llegado para quedarse…

Ha pasado poco más de un año desde que la hospitalense Mónica Artero (diseñadora y experta en marketing y cuya familia regenta un pequeño restaurante tradicional) y el chef argentino Pablo Carrizo (ex Bulli, Celler, Martin, Quique…) decidieron darle un vuelco a sus vidas. Y ahí estaba el local. Pequeño, sí; pero, con ojo, adquirieron también el de al lado por si… Prudencia inmobiliaria; pero valentía en la propuesta. This & That es una rareza en L’Hospitalet, que si bien es ciudad gastronómica gracias a un buen (y muy desconocido) catálogo de bares y restaurantes de nivel, nunca se lanzó por la parte, digamos, vanguardista. Ellos no dudaron. Catas, clases, cátering… Si vamos, vamos. Ahora tocaría hablar de aquello de “los duros principios”, ¿no? Pues para nada. En realidad, Mónica y Pablo triunfaron desde el primer día gracias a un menú muy barato (pero muy inteligente), sobre los 10 euros, que es la norma en la zona. Tal fue el tumulto que se atrevieron no sin incertidumbre a subir el precio y despegarse del resto (12,50 €), incremento que puede pensarse baladí pero que, como todos sabemos, no lo es. Ni con esas. El flujo no sólo no cesó, sino que aumentó. Y por la noche, lo mismo, a unos 35€. Las cosas están cambiando también en L’Hospitalet…
En el local, gran ventanal a la gran avenida. Más allá del puente, la Fira de Barcelona. Hacia el otro lado, el núcleo urbano. Unas pocas mesas. En verano, terraza (“si no, no podríamos ni hablar”, admite Mónica). Tras la barra, la cocina a pelo. Y en el plato…

Gazpacho de cereza con mató y pistachos. Primera anotación: limpieza en las ejecuciones. Primer signature y hit entre los habituales: lingote de queso fresco trufado con berenjena asada, salsa de trufa y caviaroli. Sí, sí… Ceviche de pez mantequilla con yuzu. Demasiado dulce… La visión de Pablo de la ensalada césar: en wrap de hoja de lechuga. Una césar sin remilgos: pollo a la parrilla, riqueza, ilustración, opulencia. Tataki de salmón (cocción volátil) sobre hummus y con salsa yakinuku. Otra de las aclamaciones de la clientela: churros de bacalao con mahonesa de kimchi. Tío, Pablo ha conseguido que un trampantojo sea cierto. Un puto churro de bacalao. Crujiente por fuera, claro, y cremoso por dentro. Pulpo a la parrilla (Pablo, dadas las condiciones mínimas de su cocina, usa una parrilla de piedra volcánica) con espuma de patata violeta y mermelada de tomate con kimchi. Más grandes éxitos: bao de rabo con salsa de puerros. Sensual la pluma ibérica a la parrilla glaseada con teriyaki y sobre lecho de puré de calabaza asada. Mousse de chocolate con helado de violeta y yuzu pie en trompe l’oeil.
El sol sale por L’Hospitalet.
