Aunque parezca mentira, hemos tenido que desenroscar el tope de la ventana de la habitación del hotel Mandarín, desde donde no nos relaja ni el moroso Hyde Park brillando de verde ocioso, para poderla abrir y fumar por fin en libertad. Son demasiados nervios, man, con tanto rumor y tanta fabulación acerca del resultado final de los 50 Best 2012. Ni te cuento como fue ayer entre copas y cenas. Pero bueno, coño, vuelve a repetir Noma. Aunque me quedo con un dato que también contradice rumorologías de ayer: tres españoles entre los 10 primeros y asimismo con las mismas y estelares ubicaciones –Joan Roca (segundo); Andoni Luis Aduriz (tercero); Juan Mari Arzak (octavo y además con la alforja llena de su hija Elena, declarada por esta misma clasificación “mejor cocinera del mundo). ¡Hey! Quique Dacosta entra con fuerza en el número 40 y Etxebarri sube hasta la 31ª posición. En apariencia, hablando de la cima, nada se mueve, pues. Pero todo se moverá, entonces.
Lo de Noma, no nos engañemos, es una escenificación del canto del cisne. ¿Hasta dónde puede llegar la “autocastración” voluntaria de los nórdicos (entra también en la lista el sueco Magnus Nilsson, un chef ecoextravagante que hace poco declaró saber “que lo nuestro es una moda que no puede durar mucho tiempo”) en esta suerte de involución gastronómica extrópica (entropía negativa)? De hecho, ayer, aunque hacía semanas que se hablaba con insistencia de la permanencia de René en el número uno de la lista, los mentideros iban llenos de alternativas “plausibles” tipo “al final sí va a ser Joan”, “hay un ‘tapado’ que podría ser Grant”, “si René va a la foto con David Cameron (primer ministro del Reino Unido) es que sí a va ser”, “como René ha grabado un vídeo previo junto con otros números uno de la historia de la lista no puede ser que gane”, etc. Hasta el hastío, hermanos.
Pero son las 12 en punto del mediodía de hoy en un Londres soleado y, a pesar de que la organización no nos ha dado bola, algún “compañero y sin embargo amigo” nos confirma el resultado. Pau bulle con el celular y a los pocos minutos ya tenemos la lista completa, “embargada” hasta las 9 de la noche (hora española, o sea, ahora mismo) y que, a pesar de ser españoles (se nos tilda aquí de fáciles en el chismorreo), respetamos.
Y vamos a ver. ¿Año de transición? Pues sí, claro. Entendiendo el gran éxito que significa que, entre los 10 primeros, el mayor colectivo, empatado con USA aunque con posiciones más altas, sea el nuestro, y que en el contexto de los 50 seamos los terceros detrás de USA y Francia (Iñaki ha caído no obstante hasta el 15, lo que me parece más realista) pero por delante de Italia, país que, salvando al gran Massimo, registra un “down”. Exitazo por tanto, más bien. Pero seamos ambiciosos y registremos en este mismo momento la realidad de una votación singular que el año que viene no tendrá más huevos que reconocer a Joan o a Andoni (declarado éste último también hoy mismo “mejor chef” por votación de los cocineros del panel de votación), porque las hierbas y el hielo no dan más de sí. Porque los nuestros están, a mi juicio, a años luz en creatividad, prospectiva, líneas excitantes de trabajo, innovación, sorpresa, futuro.
Lo veo así. Pero respeto, amigos, respeto a las votaciones internacionales. Ferran hoy mismo hablaba de la necesidad de objetivación y ponderación de las votaciones, porque, decía, “imaginemos cuantos votantes chinos habrá, si comparamos por ejemplo con los estadounidenses, que también son muchos, y por tanto el inminente peso de China en la lista”. Sin embargo, hoy es hoy. Y si es cierto que Latinoamérica ha subido espectacularmente –el brasileño Alex Atala, que ayer aquí en Knightsbridge iba perdiendo los “tattoos” de puro frío, ha subido al cuarto lugar; y también suben Gastón y el amigo Olvera-, también lo es que España, en el tercer lugar en densidad considerando los 50, debe “romper” en 2013.
Y “romperá”.