Cataluña volvió a Madrid Fusión como invitada, la misma edición que ostenta el título de Región Mundial de la Gastronomía 2025; la primera a nivel europeo.
Un honor a la par que reto para el que Cataluña está sobradamente preparada.
Sobre todo porque ya defendió la candidatura sólo a nivel europeo en 2016 y desde entonces no ha hecho más que consolidar su riqueza enogastronómica. Razón indiscutible de su atractivo turístico y, obviamente, motor de su economía.
Durante las tres jornadas de este congreso gastronómico de referencia, Cataluña enmarcó sus distintos paisajes en un estand inmersivo, por el que desfilaron profesionales de las más diversas disciplinas.
Todos, con una degustación o cata que ofrecer a los presentes. Una veintena por sesión; 16 en total.
Panes de Triticum, quesos comercializados por Artadi, espumosos para el brindis, vinos con denominación de origen y perlas “menos conocidas” en palabras del sumiller David Seijas, aceites de cinco DOs, vermuts de Reus, frutas de Lleida, atún rojo Balfegó, carnes de caza, dulces de La Pastisseria, turrones Vicens, texturas de Albert y Ferran Adrià, y platos creativos de inspiración tradicional.
Tres días de reivindicación, constante y necesaria, de su patrimonio agroalimentario, decisivo para la actividad económica y el PIB catalán.
Artesanos, productores, emprendedores, investigadores, sumilleres, chefs -tanto ellas como ellos- de toda la región representaron y se vieron representados en el estand propio de Cataluña.
Entre los más reivindicativos, el cocinero Nandu Jubany durante la presentación inaugural, ya que instó a sus paisanos a “créerselo más” ante el potencial gastronómico de la región: “No me canso de constatarlo cada vez que viajo fuera de Cataluña ni de mostrarlo y demostrarlo a diario en mi cocina”.
El también estrellado por el restaurante La Boscana, Joel Castanyé, defendió encendidamente al sector primario y en concreto a los payeses “que lo dan todo por su tierra” y obtienen muy poca recompensa por sus cosechas.
El televisivo Marc Ribas expuso el porqué de su Gastronomía brutal, con la que el cocinero alienta a los más jóvenes a tomar conciencia de la importancia de una alimentación saludable y a perder el miedo a la cocina.
De ahí también las versiones “aligeradas” de recetas de toda la vida que sirve en El Ciri de Terrassa (Barcelona).
Si el fructífero pasado de la gastronomía catalana recibía un merecido homenaje a los 30 años de revolucionar y maravillar a todo el mundo; el futuro asomaba en el estand de Cataluña con el desparpajo de Marta Minoves.
Ella es la última Mejor Joven Chef Europea, título que reconoce su valía y por el que reconoció que le habían llegado muchísimas oportunidades, como la de presentar en Madrid Fusión las Patatas enmascaradas que aprendió a elaborar a partir de la receta oral de su abuela.
Minoves agradeció especialmente a la gran Carme Ruscalleda su mentoría y todos los consejos recibidos antes de lograr el título: “Siempre quise que una mujer me acompañara a asumir el reto y en ella tengo el mejor ejemplo”.
Otro cocinero catalán muy admirado es Jordi Vilà (Alkimia), quien llenó la mesa comunal del estand de Cataluña con jóvenes ávidos de conocer su filosofía culinaria en torno a la caza mayor y, en concreto, de la liebre.
Reflexivo hasta la médula, Vilà no desaprovechó la oportunidad de poner en valor la cocina tradicional como punto de partida de su propuesta gastronómica de autor.
Cuna de la alta cocina de vanguardia y de tendencias culinarias que traspasan fronteras, Cataluña no sólo se exhibía en su llamativo estand sino que cocineros como Oriol Castro (Disfrutar), Javier y Sergio Torres (Cocina Torres), Jordi Roca (El Celler de Can Roca), Albert Adrià (Enigma) o Albert Frank (Nolla) se repartieron todos los focos en los distintos escenarios de Madrid Fusión.
Como el auditorio que pisaron Àngel Esteve (Sisè) en calidad de finalista del premio Cocinero Revelación; Martí Juncà (Ca l’Enric), finalista del premio Sala Revelación; y las pasteleras Beatrice Casella (Glug) y Mar Ibáñez (Aürt), finalistas del premio a Mejor Pastelero Revelación.
El último Madrid Fusión supuso una nueva oportunidad para mostrar al mundo “la sostenibilidad, la tradición y la innovación” que siempre han definido a la gastronomía catalana”, tal y como recordó Joan Gòdia, director general de Empresas Agroalimentarias, Calidad y Gastronomía de Cataluña.
Vicent Guimerà (L’Antic Molí) ofreció en el mismo estand de la región invitada casi todo un menú degustación elaborado con productos de sus Tierras del Ebro; mientras que el sumiller de elBullifoundation, Ferran Centelles, brindó una clase magistral sobre espumosos catalanes que no tienen nada que envidiar a los de otros países.
Con uno de ellos brindaron precisamente representantes de instituciones y administraciones, así como profesionales adheridos a la Región Mundial de la Gastronomía 2025, por una Cataluña apetecible cualquier época del año.
Imagenes ©GeneralitatdeCatalunya
