Carme Ruscalleda, la única cocinera que ha conseguido siete estrellas Michelin, será investida doctora honoris causa por la Universidad de Barcelona (UB), según ha aprobado su Consejo de Gobierno, que también ha decido otorgar este reconocimiento al poeta y ensayista barcelonés Pere Gimferrer, el matemático noruego Kristian Seip y la profesora australiana Belinda E. Medlyn.
Se trata de la máxima distinción que la Universidad concede a una persona en reconocimiento de sus méritos y trayectoria en el ámbito académico, científico o cultural, de sus valores y de su especial vinculación con la UB, informa este miércoles la institución.
Ruscalleda (Sant Pol de Mar, 1952) es «una de las chefs más innovadoras de la gastronomía mundial», destaca la UB de una cocinera que arrancó su carrera en la charcutería familiar, donde empezó a ofrecer platos preparados para posteriormente abrir, junto con su marido, Toni Balam, el restaurante Sant Pau en Sant Pol de Mar en 1988.
Con el Maresme como inspiración, desarrolló una propuesta gastronómica basada en la vanguardia y la tradición culinaria mediterránea que le valieron tres estrellas Michelin. En 2004 inauguró un restaurante con el mismo nombre en Tokio, que cerrará en septiembre de este año, según se anunció recientemente en su cuenta de Instagram.
En 2018 y tras cumplir 30 años de trayectoria, el matrimonio decidió cerrar el Sant Pau original para dejar a un lado la tensión de la alta cocina, y en ese espacio aprovechó su hijo Raül Balam para abrir, cuatro años después, Cuina San Pau, más tradicional y relajado. Raül oficia además en el Moments de Barcelona.
El Consejo de Gobierno también ha dado luz verde a la creación del Observatorio para la Acción y la Investigación en Alimentación (FARO, en inglés Food Action and Research Observatory) de la Universidad de Barcelona para fomentar las actividades académicas y de investigación en el campo de la alimentación.
«La voluntad es tener un impacto positivo en cuanto a sostenibilidad, nutrición, salud y bienestar de la población, gastronomía, calidad y seguridad alimentarias, prosperidad, justicia social y democracia», indica la UB, a través de un espacio transdisciplinario para abordar uno de los grandes retos del siglo XXI: que todas las personas puedan alimentarse de manera digna.