«Los componentes de nuestra banda son CAMAREROS»
Eran cuatro los héroes musicales que en los 80s despuntaban desde Zaragoza. Con Enrique Bunbury al frente, el grupo Héroes del Silencio (HDS) alcanzó un enorme éxito en numerosos países de habla hispana, gracias, entre otras, a canciones tan geniales como la balada La chispa adecuada, última parte de la trilogía El espíritu del vino.
Cuatro son, también, los otros héroes que encontraréis a continuación. Se trata de héroes que trabajan, inventan, luchan y, naturalmente, cantan en silencio sus pequeñas hazañas, sus milagros cotidianos. Pero sus canciones se las lleva el viento y está bien que así sea, porque contra el viento no puede nada nuestra voluntad. Ya lo mencionó León Felipe, en uno de sus poemas.

«El viento es un exigente cosechero:
El que elige el trigo, la uva y el verso…
El que sella el buen pan,
el buen vino
Y el poema eterno…»
Los cuatro héroes que voy a presentar conquistaron mi afecto y el de otras muchas personas que se cruzaron en su camino y fueron cómplices de su magia, de su sencillez sin barroquismos, de una sencillez sin añadidos ni ornamentos.
Para entrar a formar parte de esta selecta banda de rock hay algunos requisitos indispensables. A saber:
- Hay que tener voluntad de dedicarse a servir a las personas, de respetarlas y atenderlas adecuadamente.
- Es preferible no estar ligados al negocio, ni como propietarios ni como familiares de los propietarios.
- Un cierto pensamiento anarquista en lo que respecta a la confianza en una estructura de trabajo horizontal ?sin personas subordinadas, sólo compañeros de trabajo? ayuda a la distribución cooperativa de las tareas y lleva implícita una forma más efectiva (y afectiva) de relacionarse con los clientes.
Llegados a este punto, ya habréis descubierto que los componentes de nuestra banda son CAMAREROS (así, en mayúscula y negrita).
Nuestros héroes son personas discretas, aquellas de las que no se habla, que no suelen aparecer en los medios especializados pero que trabajan duro y que consiguen transmitir una sensación de proximidad, prestando unas atenciones de amigo amable. En resumen, camareros capaces de empatizar profundamente. La empatía se explica, se enseña, pero es complicado aprenderla…o se tiene o no se tiene. Es un don, un don que por desgracia no muchas personas poseen y que el día a día, las horas y la carga física hacen que muchas veces quede olvidado.
Las cuatro personas que te hacen sentir especial, los cuatro héroes del año, en realidad son muchos más. Seguro que si os cruzáis con ellos en un restaurante os impactará su manera de servir. Servicio más o menos académico, más o menos elegante, pero servicio de verdad, de aquél que te hace sentir orgulloso de un oficio.

Carles Díaz
Lugar de trabajo: Restaurante Rollán. Un buen restaurante de estilo gallego, ideal para ver los partidos de fútbol en Barcelona.
Experiencia en Rollán: 36 años.
Lo que más le gusta de su trabajo: Los compañeros, la colaboración y el ambiente familiar. Ir a trabajar y sentirse como en casa.
Su mejor virtud: Carles se desvive para atenderte, tiene ritmo, es atento y muy cariñoso. Desprende buena energía y cordialidad.
Estilo de servicio: A Rollan se puede ir a hacer muchas cosas, a tomar unas cervezas, a ver el fútbol, a desayunar y, por supuesto, a cenar. Algo tan poco importante como sentarte a ver el partido de los domingos se convierte en una experiencia fantástica si es Carles quien te trae las cervezas a la mesa.
Shoko Oki

Lugar de trabajo: Restaurante Gresca (Barcelona). Seguro que todos los lectores de este blog conocéis el Gresca. Si no es así, ya tenéis deberes para después de fiestas.
Experiencia en Gresca: Dos años y medio.
Lo que más le gusta de su trabajo: Se siente como pez en el agua cuando hay vinos de por medio pero lo que más le agrada es sentirse como en casa, muy cercano a los clientes.
Su mejor virtud: Pensar en Shoko es pensar en una sonrisa, siempre una gran sonrisa que te transporta a la alegría. Ella ha entendido que lo primero que tienes y lo último que te llevas de un restaurante es la bienvenida y la despedida y esto lo aplica a rajatabla. Seguro que no os marcháis de Gresca sin un “¡Adiós y muchas gracias!” Aunque haya que decirlo a grito pelado desde la otra punta del restaurante.
Estilo de servicio: Muy cercano, muy alegre y aunque a veces su actitud se aproxime a la manera divertida y despistada que tiene Woody Allen de actuar sabes que su inteligencia emocional hará que te sientas importante.
Iván Cardeña

Lugar de trabajo: Camareros BCN, una joven empresa proveedora de servicios para eventos, mucha profesionalidad y una selección de personal envidiable.
Experiencia en el mundo de los eventos: Nueve años dedicados íntegramente al servicio.
Lo que más le gusta de su trabajo: Le gusta afinar el servicio, dedicarse al detalle y vibra cuando consigue trabajar con anticipación. Anticiparse a la petición de un cliente es una victoria para él.
Estilo de servicio: Si ya es difícil empatizar en un restaurante habitual, recibir un trato cercano y personalizado en un banquete se acerca a una quimera. Iván lo consigue. Jugar siempre en campo contrario no le supone no controlar el partido. Iván es un camarero camaleónico, que se adapta a muchas situaciones diferentes y que consigue trabajar al detalle no importando qué grande sea el evento. Es lo que podríamos llamar un servicio profesional, distante cuando debe, cercano cuando puede…en fin adaptado a la situación.
Björn Olausson

Lugar de trabajo: Rolfs Kök, un bistrot con una fantástica selección de vinos que se encuentra en Estocolmo. Parada obligada si estáis en Suecia.
Experiencia en Rolfs Kök: Catorce años.
Lo que más le gusta de su trabajo: Los clientes, Björn tiene pasión por las personas que llenan cada día el restaurante y sentencia con aplomo: “Con una sonrisa en la cara no hay cosas difíciles”.
Estilo de servicio: Björn posee tres grandes virtudes. La primera es la sensación de flotar, no anda, no corre, flota con serenidad (y transmite tranquilidad) por todas las mesas. La segunda, la visión. Es capaz de repartir, priorizar y visionar la partida (ésta es un virtud valiosísima en el entorno Bistrot Gastronómico). Finalmente, Björn tiene la capacidad, como una máquina bien engrasada, de no parar de trabajar, ritmo continuo pero infatigable.
Ellos son, como dice la canción de HDS, “el león que sonríe a las paredes que he vuelto a pintar del mismo color”.