
El cocinero catalán ha criticado hoy la falta de ayudas a la cocina española por parte de las instituciones, al mismo tiempo que ha asegurado que con la mitad de las ayudas destinadas a otros ámbitos se podría tener una gastronomía «más rica y consolidada».
Según ha dicho, la cocina española forma parte de la imagen del país, además de ser parte de un «sector estratégico» como el turismo. Sin embargo, ha denunciado que «la consolidación de productos de calidad no tiene las ayudas que tienen otros ámbitos que, ni mucho menos, influyen en la vida social, como puede ser el cine». Además, ha tildado de «lamentable y frívolo» que, siendo España la productora del cuarenta por ciento del aceite de oliva a nivel mundial, el Estado «no impulse productos de calidad en el mercado internacional. Nos sabemos vender de pena».
En este sentido, considera que hay que «ganar terreno» en la percepción que tienen los mercados internacionales del aceite de oliva español, en detrimento de otros aceites, como el americano, «a los que se les atribuye propiedades que no tienen». El cocinero señala que el objetivo de la cocina española es implementar un modelo de desarrollo y de implantación de sus productos en el mercado internacional. Y para ello, ha hecho hincapié en la importancia de tener una alta gastronomía «competitiva» y con repercusión internacional, lo cual será «positivo» para los productos españoles y «especialmente» para el aceite de oliva.
También ha destacado que desde el Siglo de Oro no había surgido en España un movimiento como el que se ha producido en la gastronomía, explicando que se trata de un fenómeno intergeneracional «con una locomotora singular como ha sido Ferrán Adriá» seguido de cuatro generaciones más de cocineros.
Cocina española
En el turno de preguntas de los periodistas, Arola ha rechazado la tendencia a los regionalismos y localismos de la alta cocina, mientras afirmaba que «todos somos garantes de la cultura, y considero tan mía la cocina cántabra como la catalana».
No obstante, ha recordado que, en un primer momento, la gastronomía fue un «vehículo de reafirmación nacional» para el País Vasco, lo que supuso para la cocina cántabra y asturiana «vivir a la sombra de esa gran cocina». Y en el caso de Cataluña, aunque según Arola «no necesitó de una reafirmación nacional, sí que se produjo un boom de su cocina, influenciada por la francesa». Pese a ello, el cocinero ha reconocido que, hoy en día, es «mejor» hablar de cocina española, ya que la alta cocina se ha generalizado por primera vez en nuestro país.
Fuente: Europa Press