Tenía que pasar. Finalmente, la cocinera más prolífica del mundo llega a Barcelona. Carme Ruscalleda será la encargada de gestionar el restaurante que acogerá el nuevo hotel Mandarín, en el gran Paseo de Gracia de la ciudad condal. De esta forma, como comenta Pau Arenós en El Periódico de Catalunya, la oferta gastronómica de una de las principales arterias de Barcelona recibirá un nuevo inquilino para acompañar al Petit Comitè, Lasarte y Moo. Sin duda alguna, se trata de una buena noticia.
Antes de entrar en materia, debemos recordar algo en que la propia cocinera insiste: el contrato todavía no está firmado. Ruscalleda y la empresa Reig Capital Group, dirigida por Maria Reig y propietaria del Hotel Manadarin Oriental de Barcelona, han ultimado un acuerdo al que solo le falta la firma. Lo que si podemos adelantar es que la apuesta del restaurante, que todavía no tiene nombre, será llevar a cabo una cocina basada en platos de tradición catalana. «El concepto es el Sant Pau, claro, pero si el Sant Pau es la rauxa, este será el seny. Si allí sirvo faves a la catalana en tapita, aquí será en plato completo. Si allí es un canelón al revés, aquí será un canelón del derecho. Plena temporada, buscando el purismo». La cocinera de Sant Pol de Mar define así, en El Periódico, el concepto que va a imperar en el nuevo restaurante. Porqué el Sant Pau siempre será el Sant Pau.
Esta intrépida creadora no se conforma, quiere aportar algo más, y por esta razón había descartado numerosas ofertas hasta llegar el hotel Mandarín. «Me han sacado muchos a bailar pero cuando ha llegado el momento de hablar en serio y de exigir la máxima calidad en los productos, así como todos los requisitos para un restaurante tal como yo lo entiendo, han empezado a hacer recortes. Nos gusta trabajar con alguien con quien podamos ir de la mano, cosa que hasta ahora, y desde que salió lo de Japón, no había vuelto a ocurrir», afirma a Cristina Jolonch en La Vanguardia. Para lograrlo, Ruscalleda ha buscado una persona de su total confianza, nada más i nada menos que su hijo, Raül Balam, un «apasionado de la tradición» -según su madre- que ha trabajado durante años en el Sant Pau y que ahora afrontará uno nuevo reto.
Ya podemos empezar la cuenta atrás porqué, a finales de año o a principios de 2010, Carme Ruscalleda estará en Barcelona…