Visita a uno de los mejores rincones del Empordà, donde naturaleza, vino y gastronomía se funden frente al mar
La primera vez que pasé por Garbet fue durante un viaje a Colliure. El entorno me fascinó y no tardé en volver. Pero es que Garbet no es sólo el paisaje que se divisa pasando por la carretera, viendo la playa y el mar, una de las más maravillosas de la Costa Brava.
Garbet es también una estación ferroviaria -o más bien un apeadero- actualmente sin uso pero con historia, un merendero, o restaurante, llámenlo como quieran -eso sí, de lujo- y es también uno de los mejores vinos de la D. O. Empordà, como también de todo el país, cuyas cepas enclavadas sobre el mar ofrecen sin duda el vino más mediterráneo que uno pueda imaginar.

La playa del Garbet está situada en el término municipal de Colera (Girona) a poca distancia de la frontera francesa. Es larga, de unos 400 metros, y su anchura es de unos 40. La tierra es gravosa y arenosa, ideal para tomar el sol y bañarse.
La playa Garbet fue famosa y muy concurrida en el pasado siglo XX, antes del boom del turismo internacional. Debido a la construcción del ferrocarril entre Barcelona y Cerbere, se hizo un apeadero llamado estación Playa del Garbet. Eran muchos los ampurdaneses que los días festivos iban a bañarse en tan bella playa. El 600 era todavía un sueño y el ferrocarril, el mejor medio para llegar a darse un chapuzón.
Hoy día el apeadero está sin uso y se accede tranquilamente por la carretera N-260, tramo Llançà- Port Bou.
Si quieren un acceso original, no lo duden y vengan por mar. Pueden anclar la barca -hay boyas- y desde la barca en poco tiempo están en la playa. Si no pueden, un bote del restaurante les vendrá a buscar y también si quieren un aperitivo gustosamente se lo servirán en la barca misma. Vale la pena tener una barca para estas ocasiones, pero el sumum es que puedas ir invitado en la barca de un amigo.
Restaurante – Merendero Garbet

Llámenlo como quieran, pero es el lugar para comer más hermoso de toda la Costa Brava. Nació cuando el furor de los bañistas que venían en el tren a bañarse, en un lejano 1948. Fue fundado por el Sr. Pascual, junto a su mujer la Sra. Antonia. Actualmente lo regenta su hija Águeda Pascual y es sin duda uno de los locales que ofrecen el mejor pescado de la Costa Brava. Dicen que se lo traen los pescadores locales, que le seleccionan sus mejores piezas. Seguro que es verdad. Yo no he comido una escórpora al horno con patatas mejor. Otros platos como el marisco y los arroces están soberbios y, por favor, dejen un rincón para los postres.
La viña
Al lado de la playa , al norte, se encuentran los viñedos de la Finca Garbet. Sin duda los más prestigiosos de la D.O. Empordà.

Garbet es la joya de la corona. 12Ha. a orillas del mar Mediterráneo, situado al norte del Cap de Creus, el viñedo se extiende desde el mar hasta la cima de la colina a 120 metros de altura. En este punto sopla una fina marinada aunque a 37º de temperatura parece que no hace calor. Viñas que fueron plantadas en 1997 de las variedades Shyra y Cabernet Sauvignon: en total 38.000 cepas con un rendimiento de 2.000kg./ Ha. y cada cepa produce tan sólo medio kilo de uva.
El terreno es montañoso, de composición pizarrosa, que obliga al cultivo en terrazas. El suelo es una pizarra pobre en materia orgánica, que obliga a las plantas a desarrollar raíces muy profundas.
Pero es el viento, la famosa tramontana, el elemento determinante en Garbet. Es un viento fuerte y seco. Viento que viene del norte, que alcanza velocidades de 150 Km/ hora, con lo cual reduce la presencia de microorganismos.
Sin duda podemos decir que es una viticultura heroica, pero las cepas que son capaces de resistir se adaptan y dan lo mejor de sí en este entorno privilegiado.
El vino Finca Garbet
La primera vez que vi una botella de Finca Garbet fue una situación realmente desafortunada. Estaba con un amigo en una vinacoteca de la zona y mientras mi amigo elegía botellas de la denominación, se me acerco el vendedor indicándome que tenía un vino extraordinario, recién salido al mercado y que le quedaban tan sólo 3 botellas. Uno que en estas cosas no es de piedra, le dijo de inmediato que se las compraba todas. Faltaría más!!!

Las envolvió en fino papel de celofán, como si de una joya se tratara, e incluso me propuso entregármelas en una elegante caja de madera. Una vez me las entregó me dijo: Son 318 euros. Uno que no tenía ni idea del precio de aquel vino, además de no llevar tal importe, le contestó: «Mañana vuelvo y se las pago», a lo que el vendedor contestó «Mañana tengo cerrado el establecimiento».
La primera añada de Finca Garbet que salió al mercado fue la de 2001, si bien en el año 2000 estuvo a punto de salir, pero fue escogido y se vendió como Centenario Dalí.
La primera añada fue la del 2001 con 85 % de Shyra y 15% de Cabernet Sauvignon, la misma proporción que en el año 2003. En 2005 y en 2007 se decidió elaborarlo sólo con Shyra. En 2004 fue la única añada en que la proporción de Cabernet Sauvignon fue superior a la de Shyra ( 60% -40%. ) mientras que en 2006, una de las galardonadas, la Shyra fue notablemente superior a la de Cabernet Sauvignon (90%-10% ).
Si bien en la añada 2001 el grado alcohólico alcanzó los 15,5%, el criterio del enólogo fue rebajar el grado para lograr vinos más finos y elegantes, lo cual se ha conseguido en las siguientes añadas. Las añadas 2006 y 2007 tienen 14,5%. Y la 2005, 14%. La producción es de entre 2.000 y 4.000 botellas al año.
Un Finca Garbet 2005, que es el que nos tomamos durante la visita, es un vino mediterráneo con mucha estructura y densidad. Tiene un bello color rubí, potente, carnoso y envolvente. Aromas con gran diversidad de frutas rojas, especies, regaliz, balsámicos y una mineralidad que proviene de la tierra. En boca es fresco, graso, untuoso, elegante, con un largo final.
Este vino pertenece a la empresa Castell de Perelada, una de las más importantes y emblemáticas del país. También importa vinos de todo el mundo. Entre ellos, el famoso Penfolds Granje South Australia Shiraz, uno de los vinos más deseados y caros.
Durante la comida con Delfi Sanahuja, sentados en el restaurante Garbet, comentó: «Amigos, en la vida no hay nada mejor que tomarse un Finca Garbet frente a la playa Garbet.