La Barmuteka, un templo del vermú y el queso

Mónica Ortega tiene su propia marca de vermú artesano y lo ofrece con el queso de su famililia El Cabriteru, segundo mejor del mundo en los World Cheese Awards.

Elena Sierra

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En el número 10 de la calle Amezti, en Getxo, puede pasar que un miércoles cualquiera, si la tarde se ha quedado buena y a la gente le apetece alargarla tomándose algo en compañía, todas las copas estén llenas de vermú. Ni vino, ni cerveza, que también hay en La Barmuteka y que como todo el mundo sabe son una oferta bastante más habitual porque el vermú se asocia a los domingos y festivos. “Es que esto solo pasa aquí”, dice la dueña del local, Mónica Ortega, que, cuando empezó a pensar en abrir bar, tuvo claro que tenía que ser uno diferente. Para lo normal ya estaban los otros. Ella quería innovar. Y La Barmuteka es diferente por casi todo.

 

Primero, porque se especializa en vermú y tiene su propia marca de vermú artesano, que le produce una destilería con receta “que es secreta” y en cuatro variedades diferentes; eso significa que “aquí no encontrarás ninguna otra marca de esta bebida”. Segundo, aquí se sirve a grifo y es raro que le añadan nada más, “que al final te haces un preparado y te sube a 23º de alcohol”, aunque si algún buen cliente le pide un chorrito de ginebra, ella cumple. Tercero, los vinos y las cervezas también son especiales, “aquí no vas a encontrar un Viña Real ni una gran variedad de precios, sino que todos están a 1,90 euros”. Como guinda está que La Barmuteka, que es pequeñita, está decorada para parecer un rincón de casa, con lámparas y libros de la familia de la dueña. Le da un toque acogedor, como de biblioteca, “por eso lo de teka del nombre”, continúa Ortega, que señala además la música como otra parte importante de la oferta de su local…

 

La oferta gastronómica

 

La oferta gastronómica diferenciada es fundamental en La Barmuteka. Los clientes habituales ya saben qué vermú marida con los platillos de la casa. Por poner un ejemplo, el vermú blanco semi-seco, de entrada suave en paladar, encaja a la perfección con la ensaladilla rusa casera; el de naranja y canela, con aromas afrutados cítricos entremezclados y con entrada de paso ligero, da lo mejor de sí con y saca lo mejor de una tosta de anchoa del Cantábrico serie Oro XXL; y el vermú de mango, «con final amargo dulce equilibrado», se empareja con unas patatas asadas al txakoli con salsa de curry. Otras propuestas de la casa: las anchoas XXL de Barbate, el chorizo al vermú, el pintxo de atún ahumado de Barbate sobre tomate de Mungia, los pimientos rellenos de txangurro y el sándwich de tres pisos La Barmu.

Mónica Ortega en La Barrmuteka. Foto Pedro Urresti, El Correo copia
Mónica Ortega en La Barrmuteka. Foto Pedro Urresti, El Correo.

Falta por mencionar una de las variedades de vermú, cierto. La básica. Y es que para el vermú tradicional, “con entrada suave en paladar” como dice la experta, Ortega recomienda otro producto estrella. Puede que sea, de hecho, la superestrella de la carta. Es el queso artesano El Cabriteru, mezcla de leche cruda de cabra y oveja, que fue reconocido como el segundo mejor queso azul en el World Cheese Awards en 2016 y 2017 y, de nuevo, el año pasado en la edición 2021-2022. Este manjar asturiano, de Arenas de Cabrales, solo puede encontrarse aquí, porque es el que elabora la familia de Mónica Ortega. “Es de una quesería pequeñita y toda la leche es de rebaño propio, de cabras y de ovejas propias”.

 

«Ahora son mi tío y mi primo los que los hacen el queso y yo tengo la exclusiva de venta en Bizkaia», explica. En La Barmuteka se puede pedir una tabla del premiado queso, o comprar una pieza, que ronda los 600 gramos. Y si gusta mucho, siempre cabe la posibilidad de empezar a organizar una visita al lugar de origen del producto mientras se bebe un vermú artesano de grifo. Que los elaboradores tiene abiertas las puertas de la quesería (queseriaelcabriteru.com).

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