La gastronomía ha respondido. Ante una crisis sanitaria tal, el sector ha dado un paso al frente y ha demostrado solidaridad y coraje. Ahora, con la emergencia más controlada y el estado de alarma a punto de finalizar, las acciones que se montaron por todo el país para alimentar a quien más lo necesitaba van poco a poco cesando su actividad y/o transformándose. Repasamos el estado y la reconversión de algunas de ellas; felicitamos a todas. “Ahora ya hay menos urgencia y tenemos menos voluntarios gracias a Dios, señal de que vuelve un poco la normalidad”.
Al habla Javier García, secretario general de World Central Kitchen, o sea mano derecha y ejecutiva y a nivel mundial de José Andrés. La ONG del asturiano llegó a España el 26 de marzo y, en apenas horas, montó una red de servicio que ha acabado tras dos meses y medio con 16 cocinas activas, 200 puntos de distribución en 40 ciudades, más de 200 chefs comprometidos y miles de voluntarios que han conseguido llegar a las 2 millones de comidas servidas. “Ha sido increíble. De no tener nada en España, hemos montado una red que ha podido repartir 50.000 comidas al día. Ha sido un reto del que todos nos enorgullecemos. Como WCK, estamos acostumbrados a lidiar con desastres naturales pero lo que nos hemos encontrado ha sido una realidad distinta, donde la complicación radicaba en hacer llegar la comida a los destinatarios”.
#ChefsforSpain, como se ha llamado la iniciativa de WCK en España, se encuentra en ahora en plena transición. ”Encaramos ya la fase 2. Ha bajado, que no desaparecido, la emergencia que es a lo que nosotros nos dedicamos, y ahora toca centrar nuestros esfuerzos en ayudar a la transición con, por ejemplo, programas de formación para comedores sociales”. Las cocinas que implantaron por el territorio, no obstante, seguirán activas “con menos ritmo al menos durante el mes de junio (Madrid seguro que alargará todo julio). Seguiremos monitorizando la necesidad, viendo con Bancos de Alimentos y Asociaciones de Vecinos cómo evoluciona la demanda, y si en otoño hay una recaída”, explica García, sevillano por cierto pero con una década ya en Washington.

Bajará su producción, pero World Central Kitchen -que ha contado con algunos de los mejores chefs del país como maestros de ceremonias (Diego Guerreo o Pepa Muñoz en Madrid, Ángel León y Juanlu Fernández en Cádiz, Carles Tejedor en Barcelona, Tito Fernández o Iván Domínguez en La Coruña, o Germán carrizo y Carito Lourenço en Valencia)- no dejará el país. “Estamos trabajando en otros proyectos porque vamos a seguir con presencia en España. Ya hemos puesto un pie y vamos a seguir. España es Europa y, estando presentes aquí, nuestra organización tiene presencia y está atento a lo que pueda ocurrir en todo el continente”, explica.
El dato, aunque todavía sin pormenorizar “ya que seguimos trabajando”, no es baladí. World Central Kitchen es una ONG especializada en emergencias, donde van, actúan y salen, por lo que no es usual que permanezcan tras la emergencia en el territorio en el que han actuado. España será la excepción. Estratégicamente, comenta García, “tiene sentido tener presencia aquí más a medio plazo”.
Food4Heroes
Mientras World Central Kitchen prepara su transición, otras iniciativas de solidaridad sectorial también encaran la nueva normalidad. Es el caso de Food4Heroes, la primera iniciativa que surgió. Fue en Madrid el 13 de marzo, cuando algunos restauradores y ahora ya colegas se organizaron para actuar incluso antes de que se estableciera el estado de alarma. Tres meses después, Food4Heroes ralentiza ahora su actividad. “Somos todos restauradores, y tenemos que volver a nuestros trabajos, por lo que ya no podíamos compaginar”, explica Hugo Rodríguez de Prada, fundador de la cadena de pizzerías Grosso Napoletano y promotor de la iniciativa. “Un día, a mediados de mayo, en el chat que creamos para Food4Heroes, y en el que estamos más de 100 restauradores, de repente nos fuimos despidiendo”.

Rodríguez asegura que sigue “una actividad residual”, y que “seguimos apoyando a asociaciones vecinales con los que estos meses hemos generado una relación increíble a título individual”. “Los mismos hospitales a los que entregábamos comidas nos han dicho que ya no hacía falta, así que, poco a poco y de manera orgánica, Food4Heroes se ha ido apagando”. El restaurador está contento. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora y en la que nos hemos volcado. Un balón de oxígeno. Me quedo con las relaciones que hemos creado, también con los mensajeros, con el personal del hospital, entre nosotros”, otrora competidores.
Comer Contigo
Food4Heroes empezó en Madrid aunque ha tenido sucursales en otras ciudades de España. En Barcelona, ha compartido solidaridad con iniciativas como Food for Good o Comer Contigo. El proyecto éste último liderado por el canal Comer de La Vanguardia también está volviendo estos días a la normalidad. “Están reabriendo los comedores sociales y los cocineros vuelven a trabajar, por lo que daremos por finalizada la actividad cuando acabe el estado de alarma, aunque podrán seguir otras de forma individual”, explica a 7Canibales la periodista Cristina Jolonch, artífice de Comer Contigo junto al chef Romain Fornell.
Con 50.000 comidas repartidas, “y picos de 1.000 comidas al día en las jornadas más duras”, Comer Contigo ha contado finalmente con 120 voluntarios –y chefs como Quim Márquez, Carlos Pérez de Rozas, Marc Martín o Víctor Quintillà, entre otros- y algunas de las mejores cocinas de la ciudad condal como centros de producción. “Lo más importante no obstante –destaca Jolonch- es el generosidad, el ambiente de solidaridad y la atmósfera que se ha creado. Trabajando, los chicos de Baccaro por ejemplo gritaban muchas veces ‘Viva la vida’, y algunos hasta se lo han tatuado”, detalla.
Food For Good
Ya ha cesado su actividad otra de las plataformas creadas en Barcelona. Food For Good empezó en las tripas del restaurante Tierra y no ha parado de trabajar hasta hace unos días “porque los voluntarios se iban incorporando a sus trabajos”, explica la estilista gastronómica Eva Hausmann, una de sus promotoras. “Empezamos con 50 menús y acabamos dando 1.000 comidas diarias”. Ahora, “el proyecto está parado pero no significa que esté muerto. No es un adiós, es un hasta pronto. Estamos en stand by”.
Food For Good, que ha llegado a contar con 54 voluntarios, cerraba con 30.495 comidas entregadas, que han llegado –asegura Hausmann- a más de 50.000 personas. “La experiencia –relata como otros colegas- la guardaremos dentro para toda la vida”.

Alicante Gastronómica Solidaria
De Barcelona a Alicante para repasar otra muestra de solidaridad de la restauración. Por las circunstancias, la feria Alicante Gastronómica tuvo que cancelarse y evolucionó en abril a Alicante Gastronómica Solidaria, un proyecto llevado a cabo por voluntarios del sector de la hostelería de la provincia “con el que se pretendía y se pretende atender las necesidades de comida de personas de todos los rincones de Alicante”, explica su presidente Carlos Baño.
En total, han colaborado más de 500 voluntarios, entre ellos algunos de los más reputados chefs de la provincia “ya sea cocinando o ayudando como mediadores o conseguidores, de producto o contactos”. Han sido, entre otros, Paco Torreblanca, Quique Dacosta, Susi Díaz, Cristina Figueira, María José San Román o Kiko Moya, quien “los días que ha venido se ha puesto a lo órdenes del jefe de cocina de turno como uno más”.
A día de hoy, con 140.000 menús repartidos, Alicante Gastronómica Solidaria alcanza una nueva fase. Se ha reconvertido en ONG y ha dado el salto a la Ciudad de La Luz de Alicante para “enseñar a pescar en vez de dar el pescado”. El presidente es gráfico. Aunque la demanda ha bajado, así como los voluntarios por la misma razón que en las otras iniciativas, siguen cocinando “además de formar también a los receptores de las comidas para reintegrarse en la vida laboral. Y así lo haremos hasta que seamos necesarios”
Con el congreso cancelado, Baño ha reconocido a 7canibales que Alicante Gastronómica Solidaria está planeando organizar en septiembre, sobre las fechas que tenían que celebrar el certamen (días 18-21), “un gran reconocimiento público a los voluntarios y a las empresas que han colaborado. Un gran aplauso al sector”. Nos sumamos. Todos.