Makro y Damm muestran sus escenarios de desescalado

Aun realistas, dos de las empresas más importantes del sector Horeca, Makro y Damm, confían en la recuperación del sector “a partir de junio, aunque el sufrimiento no se acabará con la reapertura”. “Por nuestra experiencia en otros países de Asia, vemos que el desconfinamiento va a ir por zonas y va a ser progresivo”. Al habla Chema León, director de Marketing de Makro España, y Carles Sitjar, gastronomy manager de Damm, dos conocedores de la realidad gastronómica y restauradora española, que “no desaparecerá. Cuando se prohibió el tabaco muchos pensaron que se acabaría el negocio. Y no fue así. Somos resilientes”, explica el catalán.

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A partir de junio, de manera progresiva, con toma de temperatura… Todo son elucubraciones de momento, “porque ningún gobernante ha confirmado todavía fecha alguna. Precisamente, una de nuestras luchas es que la den cuanto antes, para que la restauración pueda planificarse y evite la incertidumbre”. Con el segundo ERTE de Makro en marcha -“pues nuestro negocio está totalmente ligado al de la restauración”-, León ha virado su día a día para seguir cuidando al restaurador,formándole con cursos y seminarios diarios y liderando la plataforma #unopuntosiete, donde ha unido a la restauración patria “para reclamar al Gobierno ayudas específicas ante los efectos del coronavirus”.

Ligeramente diferente es el panorama de la cervecera Damm, pues la cerveza como servicio esencial no ha parado su producción. Eso sí, al cerrar la restauración –que representa un 60% de su cuota de mercado-, Damm ha bajado un 50% su negocio, “aunque no hemos cerrado ninguna planta. Nos hemos centrado en el canal de la alimentación y en el de exportación, porque muchos negocios de China y todo Asia ya han reabierto”. Y de ese background se nutre ahora la empresa barcelonesa para vislumbrar y ayudar en España.

Medidas y miedos en el Día D

“La realidad cultural y de la hostelería española es diferente a la de China, pero su ejemplo sí nos puede ayudar a saber por dónde irán los tiros. Ellos han abierto con muchas medidas de seguridad para dar confianza al consumidor, y nosotros les hemos ayudado al principio aportándoles EPI’s y mascarillas y herramientas promocionales digitales, para que expliquen mejor su oferta. Es lo que queremos hacer aquí, ayudando en una reapertura que va a ser progresiva y gradual, sabiendo que el día a día de la cafetería de la esquina no es el mismo que el del estrella Michelin. La solución no pasará por el café para todos, pero sí habrán algunas medidas genéricas en forma de información, reemplazo de producto o comunicación que servirán para parar el primer golpe”, comenta Sitjar.

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León coincide con su colega en la importancia del Día D, en la seguridad que se dé al comensal el día de la apertura. “Si no hay confianza, no hay negocio”. Makro baraja la posibilidad “casi segura” que habrá que hacer controles de acceso, “por lo que intentaremos que estos sean lo más fáciles posible para el sector”. “Quien vuelva a abrir no irá bien de cash y contará con una plantilla sobredimensionada, que puede matar más que el ERTE previo”. Para suavizarlo, ambas empresas están presionando al Gobierno “por tierra, mar y aire” para que “ayuda a la viabilidad del sector”. Makro con la plataforma, Damm, a través de Cerveceros de España. “Cualquier iniciativa es bienvenida si suma a la causa general”, apunta León.

“Presionaremos al Gobierno para que nos ayude, pero en el debe de cada local existe la necesidad de adaptarse a la nueva situación”. Por ello, Makro y Damm prosiguen con sus ayudas “para volver a una cierta normalidad a partir de junio, aunque el sufrimiento no se acaba con la apertura, y el desescalado llegará hasta final de año. El catering, por ejemplo, no lo vemos antes de septiembre”, explica León. La confianza en la recuperación del sector es ciega para Damm. “Vamos a inyectar recursos para ayudar a los bares y a la distribución. La hostelería y la sociabilidad en el bar y restaurante no va a desaparecer”, tranquiliza Sitjar en nombre de la cervecera: “Somos los primeros, los segundos (los primeros son ellos), en que esto funcione”.

“No sabemos cuándo pero en algunos meses volveremos a una normalidad parecida a la que teníamos, volveremos a comer pintxos anclados a una barra -finaliza el de Makro-. Este virus no puede cargarse nuestra cultura gastronómica. Es demasiado fuerte”. La cultura gastronómica se entiende. También el virus…