"Si cumplo todas las normas, ¿por qué recomiendan a la gente que no venga?"

Tres restaurantes de Barcelona y su área metropolitana que reemprendieron con ganas la actividad pero que miran con recelo cómo el repunte de casos positivos y, sobre todo, las recomendaciones de la Generalitat del pasado fin de semana pueden hacer peligrar el presente. “No hemos tenido por ello anulaciones”, “o muy pocas”, pero la incertidumbre no ayuda. “Hay miedo, y hasta se puede entender que si por la radio solo escuchas que no debes salir de casa no lo hagas. Pero no es justo, porque nosotros cumplimos todas las medidas de seguridad. Se me ocurren ahora poco sitios más seguros que Disfrutar”.

Sergio y Javier Torres. Javier y Sergio Torres. Tanto monta, monta tanto
Sergio y Javier Torres. Javier y Sergio Torres. Tanto monta, monta tanto

Estas últimas son palabras de Eduard Xatruch (Disfrutar**, Barcelona); podrían ser de Sergio Torres (Cocina Hermanos Torres**, Barcelona) o Víctor Quintillà (Lluerna*, Santa Coloma de Gramanet), quienes sí firman las primeras comillas. Tres restauradores a los mandos de sendos negocios “totalmente adaptados a la nueva situación, con medidas de seguridad extra para una tranquilidad mayor del cliente”. Los Torres abrieron a principios de julio “y hasta ahora ha ido muy bien. Hemos implantado hasta 80 medidas avaladas por una empresa de certificación para ahondar en la seguridad del cliente (infrarrojos para los grifos, gel hidroalcohólico por comensal o luz ultravioleta para guardar la carta de vino) y éste lo agradece”, explica Sergio Torres. Ayuda en su caso el espacio: una nave de 800m2 para 40 comensales. “Es la sensación de estar en una isla dentro de un todo pero fuera de ningún peligro”.

También estaba, está contento con la respuesta del público hasta la fecha Víctor Quintillà. Con los aforos tanto de su estrella Michelin como del aledaño Bar Verat reducidos al 50%, “habíamos empezado muy bien pero alguna reserva ha caído desde el sábado”. “No estoy súper preocupado por las recomendaciones de la Generalitat, sino más por el por qué hemos tenido que llegar hasta aquí. Algo hemos hecho mal como sociedad”, razonaba. Para contrarrestar, Quintillà invita al público a ir a “locales seguros, locales que cumplan con todos los protocolos”. Igualmente, se resignaba, “la gente que tiene miedo no iba a venir al restaurante, con recomendaciones o sin ellas”.

Lluerna, preparado para el servicio
Lluerna, preparado para el servicio

Sí que reconoce haber sufrido importantes anulaciones Eduard Xatruch. “Abrimos el miércoles pasado y hasta el sábado (día en que entraron en vigor las recomendaciones de la Generalitat) todo fue genial. A partir de ese día hemos tenido cancelaciones. La gente llama y dice que anula la visita porque no quiere salir de casa, que es lo que dicen las autoridades. Mañana tengo mesas vacías, pasado también… y nadie llama para ocuparlas”.

Se lamenta el tarraconense y se debe indignar también al no entender porqué no puede venir el público a locales como el suyo. “Cumplimos de sobra con todas las medidas e incluso hacemos más. Hemos quitado mesas pese a que ya trabajábamos con más de dos metros de distancia, hemos eliminado la barra de la pastelería y, entre otros, tenemos a una persona en el lavabo para desinfectar tras cada uso. Es un sobre coste, pero lo hacemos encantados para generar esa seguridad en el cliente. Por todo ello, no es justo que recomienden al público no venir”.

Prueba del compromiso por la limpieza y seguridad del restaurante de los ex Bulli es el uso de gel hidroalcohólico, en su caso desde el pasado mes de octubre (lo presentaron en Madrid Fusión 2020). Ahora es una obviedad pero Disfrutar empezó con su uso aún sin visos de crisis a la vista, “porque tenemos algunos platos que se comen con la mano y nos preocupaba que el cliente no se las lavara”.

Los tres negocios consultados aunque contrariados siguen adelante. “Tras el confinamiento, la gente tenía ganas de ir al restaurante y, en general, está concienciada. Si ve que cumplimos, espero que lo siga haciendo”, comenta el gemelo. Coincide Quintillà matizando: “Económicamente, con recomendaciones o sin ellas, este año será un desastre. Ya contabilizamos pérdidas, pero intentaremos que sean las mínimas. Estamos mentalizados que no es un año para hacer dinero, es un año para hacer clientes”.

Eduard Xatruch y Oriol Castro (por la izquierda), la semana pasada
Eduard Xatruch y Oriol Castro (por la izquierda), la semana pasada

“Esta situación puede matar el concepto”

Con incertidumbre vislumbran el presente y el futuro. “Espero que no cierren Barcelona. Debemos apelar a la conciencia individual y ser cautelosos. Que tomen las medidas que tengan que tomar pero a los que estamos haciendo las cosas bien, que somos la mayoría, nos tienen que dejar trabajar”, explica Sergio Torres.

También apela a la responsabilidad Víctor Quintillà. “La gente que no cumple nos está haciendo mucho daño, por lo que intuyo que en agosto nos limiten la movilidad en el área metropolitana (de Barcelona) para evitar que la gente se mueva”. Xatruch completa mostrando preocupación por la incertidumbre y un posible cierre de nuevo. “No podemos ir abriendo y cerrando. Disfrutar es una maquinaria que funciona con rodaje, por lo que esta situación puede matar al concepto. Necesitamos cocinar, ir generando y creando. Tenemos un equipo de 50 personas cohesionado como un motor de coche. Si lo dejas un tiempo largo sin que camine junto se acaba notando”.

Sin saber qué va a pasar, Xatruch sí certifica que “el protocolo de seguridad (como comentaba el dr. Güerri) seguirá vigente al menos hasta que aparezca la vacuna”. Será un mal menor.