Al tomate le gusta el verano, sin embargo los invernaderos solares de Almería anuncian que de noviembre a mayo es la época del tomate raf. ¿Cómo distinguir el auténtico de la copia?
Una de las variedades de tomate más apreciadas es la Raf, acrónimo de Resistente A Fusarium, un tipo de hongo que afecta a estas plantas. Su nacimiento se fecha en los años 60 cuando los agricultores de Almería precisamente buscaban una solución contra las enfermedades que este hongo, el Fusarium, provocaba en el cultivo del tomate. Tras un trabajo de investigación y selección de la variedad marmande surgió la nueva Raf.
Según los agricultores de los invernaderos solares su época comienza en noviembre y se alarga hasta mayo. Ellos mismos apuntan la diferencia entre un invernadero solar y el resto «es una estructura cerrada cubierta por plásticos, a través de los cuales inciden los rayos del sol dejando pasar la luz necesaria para que las plantas mantengan la temperatura adecuada para su desarrollo en los meses de invierno, de modo que puedan realizar la fotosíntesis. En este proceso las plantas producen nutrientes a partir del CO2 que absorben del aire y liberan cantidades ingentes de oxígeno a la atmósfera. Los invernaderos solares se diferencian notablemente de los métodos productivos de otras superficies invernadas, donde sí se utilizan sistemas de calefacción e iluminación artificial a partir de combustibles fósiles que conllevan hasta un 30% más de consumo energético, más el consiguiente efecto contaminante», argumentan.
¿Cómo distinguir el auténtico de la copia?
Como suele ocurrir con productos con buena acogida popular como el jamón ibérico o el atún rojo, no es extraño encontrar quienes ofrecen tomates de variedad y aspecto similar por Raf. Conocer sus características es la única herramienta para detectar fraudes. Estos son algunas de los aspectos en los que tenemos que fijarnos para que no nos engañen:
1-. Trazabilidad. Conocer su lugar de cultivo, sistema y procedencia es clave ya que los agricultores de Almería aseguran que solo los que crecen en los invernaderos solares de esta provincia son los auténticos. “La benevolencia del clima en el interior de los invernaderos solares, la cercana influencia del mar Mediterráneo y la elevada salinidad de las aguas con las que se riega contribuyen a potenciar el ya de por sí intenso sabor de esta variedad”, explica David Baños, del programa informativo Cutesolar: cultivando el sabor de Europa en invernaderos solares.
2-. El sabor de un tomate Raf original es intenso, entre dulce y ácido, con una textura carnosa y jugosa.
3-. El aspecto. Esta variedad es irregular con profundos surcos que terminan en el centro, de forma ovalada, achatado por los extremos. Su color es de un verde intenso y brillante con pinceladas que se aproximan al negro en su parte superior, mientras que en su interior predomina el color rosáceo. Si la parte superior hace dudar, le daremos la vuelta al tomate y si su base carece de rayas atigradas de color verde, es el bueno.
4-. Tiempo de consumo. Según los agricultores, la temporada de consumo abarca desde el mes de noviembre a mayo, aunque con mayor énfasis durante los meses de diciembre a febrero. Todo lo que se encuentre fuera de ese periodo, puede que esté bueno, pero no será auténtico Raf de Almería.
5-. Precio. El indicador clave habitual. Su precio normal oscila entre los 5 y los 10 euros/kg, si su coste es inferior, hay un porcentaje bastante alto de que no sea Raf. Y, ¿por qué es tan caro? “Si una planta de tomate normal tiene un rendimiento de unos 20 kilos por temporada, la del Raf da de media entre 5 y 7 kilos/m2. Además, su cultivo y recolección debe hacerse por manos muy expertas, ya que las raíces del Raf son muy débiles y sensibles”, explican desde Cute Solar.
Una curiosidad sobre este tomate, es su proceso de maduración, que se realiza de dentro hacia fuera. «Esa es la razón por la que no hay que esperar a que esté muy rojo para consumirlo porque significa que estará demasiado maduro. El momento idóneo es cuando el tomate presenta esos surcos de color verde intenso sobre una base rojiza. Esto hará que el tomate esté crujiente y presente ese equilibrio perfecto entre el sabor ácido y dulce», indican los expertos.