Un equipo del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha analizado la concentración de mercurio de más de 1.300 ejemplares de 58 especies de pescado y marisco dedicdos al consumo humano. Fueron comprados en mercados españoles (Menorca, Mallorca, Ibiza, Alicante, Ametlla de Mar y L’Ampolla), italianos (Génova, Civitavecchia, Alguer) y en el de Marsella (Francia). La conclusión, publicada en la revista Environmental Pollution es que trece especies presentan concentraciones de mercurio por debajo incluso de las que la Unión Europea considera seguras.
Entre ellas se encuentran la sardina, el boquerón, el besugo, la dorada y el calamar. Pero no son las únicas especies seguras. También contienen un bajo contenido en mercurio la bacaladilla, el caramel, el galán, el salmonete de roca, el serrano, el corvallo, la salpa y la lampuga. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) recomienda tomar tres o cuatro raciones a la semana de pescados con bajo contenido en mercurio.
“Consumir estas especies minimiza nuestra ingesta de mercurio”, aclara Joan O. Grimalt, investigador del IDAEA-CSIC y autor principal del estudio, publicado en la revista Environmental Pollution. Joan destaca estas especies por su “buena cantidad de ácidos grasos insaturados, que son más beneficiosos desde un punto de vista nutricional”.
La actividad humana aporta grandes cantidades de mercurio al medio ambiente a través de la incineración de residuos sólidos, la utilización de combustibles fósiles o el uso en las industrias de este elemento. Es un elemento tóxico que daña los riñones, pulmones y el sistema cardiovascular y nervioso, y afecta sobre todo a mujeres embarazadas y población infantil.
La mayoría del mercurio que es ingerido por la población humana proviene, precisamente, del consumo de pescado y marisco. En el caso de los animales acuáticos, llegan a su organismo a través de la alimentación y se acumula a lo largo de la cadena trófica. Más allá de esta circunstancia, el pescado es imprescindible para una alimentación equilibrada ya que aporta proteínas de alto valor biológico, además de vitaminas A, D y B12, yodo y selenio.
Es importante limitar el consumo de especies que contienen un porcentaje de mercurio más elevado que el resto, en favor de las que cuentan con un bajo nivel de este metal, cuyo consumo es más seguro. El mercurio.
Pescados con mucho mercurio
En otro estudio del año 2021, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) midió la cantidad de mercurio presente en los pescados y mariscos más consumidos, aunque con una cantidad de muestras (100) muy inferior al desarrollado por IDAEA-CSIC.
Los resultados desvelaron que la concentración de este metal es más alta en el atún rojo, el pez espada, el lucio y los tiburones tintorera y marrajo, todos ellos peces predadores, de gran tamaño y longevos. Otras especies como el bonito, la merluza y la lubina tienen un nivel medio de mercurio.