Wine Rebels, descubrir vinos diferentes de Chile en la barra de una pizzería

Nació tan solo dos meses atrás como un pop-up en la pizzería Gabilondo, y ya es un imperdible para los aficionados al vino o profesionales que viven o llegan de visita a Santiago. Vinos infrecuentes de Chile servidos por copas o en botella.

Mariana Martínez

|

Las referencias eran precisas: Nombre para un bar de vinos que busca difundir proyectos de nicho, independientes, distintos, de autor, a escala humana, sostenibles y de pequeños productores. De todas las respuestas que arrojó ChatGpt, Wine Rebels fue la ganadora.

 

Detrás del asistente de IA estaban Nadia Parra, sumiller profesional e historiadora del arte, y José María Gabilondo, enólogo y dueño de la pizzería y la panadería que llevan su apellido. La idea, que ya es un imperdible para los aficionados al vino en Santiago, había nacido durante un viaje al Itata profundo, en el sur de Chile, para conocer a sus viñateros. De regreso en tren, José María, convencido de querer ser amigo de Nadia, le había preguntado cuál era su sueño. Ella, sin vueltas, le dijo que tener un wine bar y mostrar distintos vinos de Chile, aunque no tenía los recursos, ni inversionistas. Le confesó además que en alguna oportunidad, mirando la barra de su pizzería, tan linda, grande, de mármol, soñó en poner ahí unos vinos. Nadia recuerda que cuando le dijo eso, José María abrió los ojos, y le dijo: ”¿por qué no me lo habías dicho antes?” Al poco, tenían la lista de los vinos, las copas y los precios definidos. Una de las grandes gracias de Wine Rebels: vinos difíciles de conseguir y que son tendencia servidos por copas, desde 3.500 pesos (4.30 dólares), y botellas desde 8.500 pesos.

Nadia Parra en la barra de Wine Rebels. Foto @7Caníbales.
Nadia Parra en la barra de Wine Rebels. Foto @7Caníbales.

Wine Rebels abrió hace apenas dos meses en la misma Pizzería Gabilondo, en pleno barrio bohemio de Santiago (Merced 346, patio interior, Local H, Barrio Lastarria). La sensación de quienes ya son clientes frecuentes de Wine Rebels es que en Santiago no existía hasta ahora ese espacio donde poder probar y conversar con una experta sobre vinos, sin apuros y a precios justos (sin el sobrecargo de la infraestructura o una operación compleja).

 

La gran satisfacción de Nadia es haber convertido Wine Rebels en ese espacio necesario, y poder mostrar a chilenos y extranjeros, consumidores y profesionales, que buscan lo inusual en la diversidad del vino chileno. Fundadora y presidenta de la Asociación Mujeres del Vino de Chile, Nadia estuvo varios años en la Oficina de Promoción de Inversiones de Chile (ProChile) a cargo de promover a los hacedores de vinos que producen a escala humana. Parte de su legado allí, fue la Guía Vinos de Nicho (descargable gratuitamente aquí). Son los mismos vinos y viñateros, nos recalca, a los que les quiere dar un espacio en la barra de Wine Rebels.

Nadia Parra, Wine Rebels. Foto: Estudio 10.
Nadia Parra, Wine Rebels. Foto: Estudio 1010.

Entre tanto, José María, está más que feliz con la simbiosis que se ha generado en la pizzería, porque “hay quienes descubren los vinos por ser clientes de Gabilondo, y también pasa al revés; vienen por los vinos y descubren nuestras pizzas y pastas”. Además, porque se volvió a conectar con el vino, que había dejado por su otra pasión, el pan de masa madre. A su regreso a Chile desde Italia, donde estudió desde chico y luego obtuvo su título de enólogo, descubrió que era bueno con las ventas. Y, como no quería pasar más días arriba de un auto de viñedo en viñedo, creó una de las primeras panaderías de pan de masa madre en Santiago: Panadería Gabilondo. La Pizzería Gabilondo vino después, justo en pandemia. Y sobrevivió.

Vinos País de loa marca colectiva Almaule. Foto @7Caníbales.
Vinos País de la marca colectiva Almaule. Foto @7Caníbales.

El Wine Rebels de hoy es como un bar pop-up dentro de Gabilondo, porque abre cerca de Silvio (el horno napolitano, traído en avión desde Italia) sólo de jueves a sábado, desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche ¿Por qué no todos los días, al menos por ahora? Porque quien sirve los vinos en cada copa, a la temperatura perfecta, no es la IA, es la misma Nadia. Ella se encarga de conseguir esos vinos especiales que nos costará ver en otros lados. Pueden ser, por ejemplo, los primeros chardonnay experimentales del proyecto Arcana, nacidos del Itata y que no van a salir a la venta, o los siete País de la marca colectiva Almaule. Encontrarán algún cabernet o sauvignon blanc sí, pero de seguro habrá muchos más moscateles, semillones, cariñenas y cinsault. Porque como ya se habrán dado cuenta, Wine Rebels busca ponernos al día y sacarnos de la caja, y lo logra con etiquetas bien seleccionadas que merecen una conversación más que medallas.

NOTICIAS RELACIONADAS