“Reivindico los vinos imperfectos”
Siempre que voy a Mallorca pienso lo mismo, “este año no me voy sin ver alguna bodega”. Al final, los amigos ejercen de tan buenos anfitriones que me paso los días recorriendo rincones de la isla, disfrutando de la cocina mallorquina y de la amistad… pero ni rastro de bodegas. Así que el año pasado hice un pacto con ellos, “nos vamos de bodegas y vosotros conmigo”.
Sabía que la primera persona a la que quería ver era Miquel Gelabert. A finales de Agosto ya había vendimiado casi toda la uva y los depósitos estaban en plena fermentación. Miquel me recibió en su pequeña bodega de Manacor, inscrita en la D.O. Pla i Llevant como la número tres en el año 1985. Pionero en técnicas de elaboración e investigación de variedades autóctonas, sus vinos, procedentes de 9 ha. repartidas en 10 pequeñas fincas transmiten carácter y personalidad. Charlamos mientras catábamos.

Más de 20 años con la bodega, ¿cómo han cambiado los vinos de Mallorca?
Han cambiado mucho y para mejor, sobretodo los del Pla i Llevant. Ahora son vinos sin oxidaciones, frescos, afrutados, con un carácter balsámico, bien estructurados y algunos con su propia personalidad que les hace diferentes. Atrás se quedaron aquellos vinos ligeros de poco cuerpo que si bien eran dignos para beber a corto plazo, no aguantaban con el paso del tiempo.
¿Qué le falta a Mallorca para que sea una región reconocida?
Que nosotros mismos nos creamos que somos buenos, y sobretodo que los bodegueros empecemos a hacer lo que decimos que hacemos. Para que te reconozcan no basta con hacer un buen vino de vez en cuando, sino que lo que falta es la regularidad y el buen criterio sobre lo que es calidad.Tampoco nos vendría mal un poco de ayuda de los medios de comunicación y del sector turístico.
Hay una nueva generación de vitivinicultores y bodegueros en Mallorca.
En Mallorca, como en todas partes, hay de todo; el hecho de ser hijo de bodegueros en ningún caso garantiza que lo vayas a hacer mejor, tal vez ni siquiera como tus antecesores, pero también es verdad que la experiencia familiar junto con la formación técnica que tienen algunos de los nuevos bodegueros da buenos resultados, los cambios generacionales siempre son un poco traumáticos y al principio cuesta, pero lo acaban consiguiendo, aunque la inseguridad de los primeros años se refleja en los vinos.
¿Apostar por variedades autóctonas es seguro de éxito o no?
Lo que es seguro de éxito es hablar de variedades autóctonas, nombradas en las etiquetas, pero pocos están dispuestos a cargar con los costes y el sacrificio que cuesta hacer buenos vinos a base de variedades autóctonas, es más cómodo elaborar las variedades llamadas “todoterreno” que con menos esfuerzo dan vinos de calidad semejante, aunque sean más impersonales.
Esta claro que hoy no basta que los vinos sean buenos, además tienen que tener carácter y personalidad. Yo reivindico los vinos imperfectos.
Se asocia Mallorca con Callet y Manto Negro, ¿tienen tanto potencial como se cuenta?
El potencial de estas variedades es limitado como el de muchas otras, pero lo peor que tienen es la poca rentabilidad que dan cuando realmente llegan a ser muy buenas, para el agricultor es difícil obtener rendimiento económico con 2 o 3 mil Kilos por hectárea, que es lo que producen las buenas viñas viejas de estas variedades. Siempre ha sido incompatible cantidad con calidad, pero con estas uvas dicho problema se agrava mucho, por esto hay pocos vinos muy buenos que procedan de uvas autóctonas, otra cosa es que digan que lo son, porque indudablemente el marketing actual pasa por vender lo autóctono. Hago esta reflexión global siendo uno de los más defensores de nuestras uvas y lo he demostrado siempre.

¿Qué variedades son las que más te gustan?
Para cada momento escojo una variedad de uva distinta. Me encantan las autóctonas como Callet, Giró Blanc, etc. pero también me gusta trabajar la Pinot Noir, Chardonnay, Viognier, etc. En mis viñas hay más de 30 variedades, pienso que deben de pasar todavía bastantes años para que la viticultura mallorquina decida con que uvas quiere trabajar y cual será el signo de identidad de Mallorca. Hoy tenemos poco patrimonio autóctono, por lo que pienso que aquí tendrán que convivir las uvas de fuera y las de aquí.
Mallorca, vinos, turismo, ¿cuál es el futuro del viñedo?
El enoturismo todavía hoy es casi inexistente en Mallorca y yo creo que si se hace bien organizado y valorando nuestro producto puede ser de gran ayuda para el turismo de calidad del que tanto hablamos, y que al final es el único que bebe nuestros vinos, pues de los 12 millones de visitantes que tenemos al año solo un pequeño tanto por ciento prueba vino mallorquín cuando nos visita.
Las viñas verdes en verano contrastan con un paisaje seco y marrón, y aportan un valor añadido al entorno y a la imagen de isla mediterránea. Si sabemos vender esa imagen de cultura global mediterránea puede ser el futuro de nuestras viñas.
Hay muchas bodegas con capital alemán, ¿qué opinas de ello?
Yo creo que la nacionalidad del propietario de las bodegas no es lo que más importa, lo realmente importante es el concepto de vino que tengan y la filosofía de trabajo que apliquen en su bodega y en sus viñas. He visto fracasos absolutos en viñedos que se dirigían por técnicos extranjeros y que querían hacerlo igual que en sus países de origen, lo importante es mentalizarse que están en una isla con un clima, una cultura, una tierra… que difiere bastante a otras zonas incluso de España y aún más de otros países. El hecho de que otros propietarios normalmente dispongan de más recursos que los nativos de aquí no siempre garantiza que los vinos vayan a ser mejores, corren el riesgo de hacer vinos que gusten solo al propietario y no al público que lo tiene que comprar. Y no olvidar que ninguno de ellos viene del mundo del vino ni vive en el.
Colaboras con la gente joven que también elabora.
Aparte de nuestra bodega asesoro a algunas empresas del sector. Además, tengo una colaboración muy especial con la Bodega Ribas con la cual elaboramos un vino conjuntamente, exclusivo de uvas autóctonas y con un carácter tal vez no tan comercial pero si que es realmente interesante. Yo creo que los vinos Parker algún día darán paso a vinos bebibles, que no te saturen y los puedas disfrutar, vinos donde puedas encontrar el sentido de la tierra, de los agricultores y de nuestro clima. Éste sería un resumen de lo que estamos trabajando en Ribas.
Se refiere a Autócton, vino elaborado con la Mantonegro y Gargollasa aportado por Bodegas Ribas, y con las uvas Callet, Fogoneu y Giró de Gelabert. Mientras, nosotros seguimos charlando y bebiendo: Golós, Torrent Negre, Vinya Son Caules… “Tenemos que hacer algo diferente y que nos lo valoren aquí y fuera de la isla”.