«Donde menos lo esperas aparece la joya»

Ignacio de Miguel, uno de los enólogos españoles más reconocidos, representa a los mal o bien llamados flying wine makers. Tiene más de 20 clientes, entre ellos conocidos empresarios y personajes públicos, y elabora más de 50 vinos en regiones muy distintas (Dehesa de Carrizal, Pago de Vallegarcía, Martúe, El Carabal, Estancia Piedra, El Regajal, Cal Celdoni, Martín Sarmiento, Casalobos…)
Siempre en el centro de la polémica sobre la discutida globalización del vino, él defiende su saber hacer porque no cree en la homogenización ni que en un enólogo tenga que hacer siempre el mismo vino. Se considera “un conductor de tren, manejamos la máquina pero las vías ya están puestas”, defendiendo que cada zona tiene su propia personalidad, la que marca el carácter de un vino.
¿Un vino para probar antes de morir?
¡¡Aún me quedan muchos antes de morir!! No soy muy de mitos, me gusta todo lo que me sorprende.
¿Cuál es el último vino que has comprado?
Un Pale Cream, Croft Original, que compartí con mis amigos el día antes de hacer esta entrevista a las 12h., en mitad de un día de caza.
¿Cómo incentivarías el consumo de vino entre los jóvenes?
Dándoles lo que piden: vinos sencillos, en formatos más pequeños y modernos, frescos, con bajo grado y bien de precio (dato «vino y juventud» del OEMV).
¿Un referente en el mundo del vino?
Carlos Falcó, mi profesor en vino y vida.
¿Con qué maridaje te has emocionado?
No soy muy de emociones en este sentido, pero me encantó uno que me dieron en González Byass: guiso de alcachofas con el amontillado Viña AB.
¿Una carta de vinos de un restaurante?
Reconozco los «tochos» y les felicito, pero me quedo con las cartas pequeñas de vinos locales y con descubrimientos.
¿Una bodega para la historia?
¡Espero que pasen a la historia las bodegas donde yo colaboro!
¿Tu variedad preferida?
Me gusta más el mestizaje, pero si hay que decir una, Cabernet Sauvignon.
¿Puedes terminar la frase? No quite el ojo a…
Cualquier cosa nueva que le ofrezcan, porque donde menos lo esperas aparece la joya.