Fruto de la gestión conjunta de Jose Varela, de Grupo Varela, y Juan Carlos Ninou, del mítico barcelonés El Xampanyet, nació la Bodega La Puntual hace cinco años. Desde entonces, la experiencia apunta que la clave de su éxito es ser fieles a una oferta gastronómica poco influenciada por el entorno turístico y que mantenga la línea de calidad/precio que se marcaron en sus inicios.

“El primer año no fue fácil, de hecho, hubo un momento en el que pensamos que habíamos metido la pata… por la noche no entraba nadie… Sin embargo, al final con persistencia y sin movernos de la línea que nos habíamos marcado conseguimos una buena dinámica”, afirma Jose Varela tras recorrer mentalmente el lustro de vida de la Bodega La Puntual.
Para este restaurador, hace seis años, la alianza con un socio suponía una nueva experiencia ya que estaba acostumbrado a que los negocios se quedaran en el entorno familiar. No obstante, cuando Juan Carlos Ninou le propuso ocupar el local anexo al Xampanyet con un nuevo proyecto inspirado en las tabernas bodegueras de barrio, quiso darse una oportunidad. “Juan Carlos es una persona que sabe comer muy bien y que tiene un criterio gastronómico de producto, de hacer las cosas bien hechas… A mí me ha valido para adoptar una línea de calidad”, explica Varela.
Desde la propuesta hasta la puesta en marcha estuvieron medio año de negociaciones, dándole vueltas al proyecto, hasta que concluyeron que buscaban un local “que mantuviera una identidad propia, diferenciada, independiente del Xampanyet –con el que comparte espacio-“, indica Jose. Como mencionábamos la idea era recrear una taberna bodeguera de barrio, en la que todo el mundo y todos los bolsillos tuvieran su espacio. La ubicación, el antiguo tostadero de café Casa Gispert, contribuyó en gran medida al logro. El único hándicap al que se enfrentaban era la gran afluencia turística de la zona que podía acabar influyendo en la línea culinaria. “Evidentemente, es un barrio con mucho turista y es fácil dejarse llevar por ello; nosotros hemos encontrado el punto medio. La Puntual es apto para todo tipo de público, donde todo convive; puedes encontrar tanto una mesa en la que unos amigos comparten birras como otra en la que se están tomando un Vega Sicilia”.
¿Qué tomar?
Para Jose Varela, la cocina gira en torno al producto “Contamos con jamones Arcano de Maldonad, ostras Louis d’Or, ingredientes de temporada de la mano de Pau Santamaria, quesos curados (Payoyo, Cuirols, El Put), chorizo Joselito o Fuet de Riera Ordeix”, indica. Como no podía ser de otra manera, el sello Ninou está presente en el laterío a base de berberechos, anchoas o mejillones. El recetario más elaborado también ocupa su lugar: tortilla de calçots con romesco, guisantes del Maresme con butifarra blanca y negra, tataki de atún bluefin con apionabo o arroz del Delta de pluma ibérica, entre otros. ¿Y de postre? Un milhojas de crema del Vilamala o pan con chocolate, aceite y sal.
El local se conforma en dos áreas diferenciadas. La entrada, ocupada por barricas donde tapear o tomar una cerveza, y el interior, con mesas en las que disfrutar de los platos de temporada de una manera más sosegada. La propuesta culinaria está a cargo del chef Ricard Formoso, a quien se puede ver entre fogones desde el comedor que cuenta con cocina a la vista.
La Bodega La Puntual ofrece una cocina ininterrumpida desde el mediodía hasta la medianoche con lo que facilita al comensal vermutear, comer, tapear, tomar algo a media tarde y cenar.