Agrícola Sant Josep

Una bodega de la D.O. Terra Alta, ubicada junto a la estación de Bot, que elabora principalmente vinos de garnacha

La D.O. Terra Alta es la región vinícola más meridional de Catalunya. De gran tradición mediterránea y con una historia de más de 1000 años, está situada en el suroeste, entre el río Ebro y la frontera con las tierras aragonesas. De su paisaje destacan las sierras calcáreas del Port d’Horta, la sierra de Pàndols y la de Cavalls. Estas formaciones explican, en gran parte, las particularidades del terreno y originan los dos paisajes vinícolas, La Plana y El Altiplano. La altitud media es de entre 350 y 500m sobre el nivel del mar, por lo que el nombre de Terra Alta es debido a la perspectiva que se obtiene de la región, vista desde la depresión del Río Ebro. El terreno es rico en cal, pobre en materia orgánica y destacan los suelos fósiles de la edad cuaternaria llamados sols de panal. La pluviometría es escasa, de 350 a 500 mm/año, con abundante insolación y el viento del norte -el cierzo- domina la región. La D.O. Terra Alta es la más desconocida de las denominaciones de origen catalanas pero está resurgiendo día a día con mayor prestigio gracias a bodegas como Agrícola Sant Josep, que cuenta con Jaume Martí -con el que hablamos- como director de marketing.

jaume martí
Jaume Martí. Fuente: Anna Zaera.

Enólogo, ingeniero técnico de industrias agrarias y alimentarias y máster en gestión de empresas, ha dedicado unos años a la secretaria del Consejo Regulador de la Terra Alta. Martí es uno de los que ha hecho de esta región una de las más avanzadas en tecnología impulsando campañas como Sóc Terra Alta/ Sóc Garnatxa Blanca 100/100, consciente de que los esfuerzos expresados, siempre con honestidad, se han de centrar en dar a conocer y situar el producto en el mercado. Gran comunicador y amante de su trabajo, ahora ha dejado el Consejo y emprende un nuevo proyecto profesional como nuevo director de marketing de Agrícola Sant Josep en Bot, pueblo cercano a su Gandesa natal.

Fue un gran placer conocerle. Nos sentamos a charlar frente a la antigua estación del municipio, actualmente acceso a la Vía Verde que forma parte de los 32 kilómetros del antiguo trazado del ferrocarril proyectado en 1882. Éste tenía que unir Puebla de Hijar (Teruel) y Sant Carles de la Ràpita, población a la que nunca llegó el tren. Sus túneles y viaductos se han convertido para los excursionistas y ciclistas en el lugar ideal para descubrir los encantos paisajísticos que atesora esta región.

Santjosepwines
La bodega de Agrícola Sant Josep se ubica en Bot (Tarragona).

La cooperativa Agrícola Sant Josep está situada en el término municipal de Bot, centro de la comarca vinícola de la Terra Alta. Tiene 500 hectáreas de viña inscrita en el Consejo Regulador. Actualmente produce 3,5 millones de kilos de uva con los que elaboran 2,5 millones de litros de vino. La cooperativa  fue constituida en 1944 y actualmente cuenta con 355 socios, de los que 125 son viticultores. Su exigencia en la calidad es su gran apuesta. Para ello se han hecho grandes inversiones en tecnología de vinificación, conservación, crianza y también en comercialización. Pero sobre todo su afán pasa por potenciar y conservar su principal patrimonio: las viñas. La garnacha, la más identificativa de la zona, es la cepa preferida de Martí. Sobre ella, comenta el viticultor: «en el vino, la blanca siempre es mejor sola. Y la negra con coupages«.

La mayoría de los vinos de Agrícola Sant Josep se elaboran con garnacha blanca o negra. En el 60% de las 550 hectáreas de su viña tienen plantadas esta variedad. De la cepa de la garnacha hay que destacar su rusticidad, su buena predisposición al calor y su fortaleza a los fuertes vientos. Como dice Martí: «¡la garnacha está de moda!». Y añade: “el entorno en el que nos ha tocado vivir es muy competitivo». Por ello ha colocado en la red informática de la cooperativa, el nombre de Sant Josep Wines. «Convencer al socio cooperativista de este nombre, no ha sido fácil”. Me lo creo.

El vino más representativo de la bodega es el Llàgrimes de Tardor. Martí se siente orgulloso porque es el más consumido en la región. A mí me parece de una calidad excelente. La uva procede de 50 fincas y representa perfectamente la esencia del territorio.

llagrimes de tardor
El Llàgrimes de Tardor y el Clot d’Encís.

Probamos sus lágrimas:

– LLàgrima de tardor blanco. Con garnacha blanca 100%, de color amarillo dorado. En nariz tiene aromas de frutas tropicales y en boca es aterciopelado y fresco con un largo final.

– LLàgrimes de tardor tinto. Es un vino elaborado con garnacha y cariñena y, en menor proporción, syrah y cabernet sauvignon. Con color rojo cereza y aromas en nariz a frutos rojos, es amplio y redondo con un buen final. Una de sus mejores cualidades es que resulta goloso. No me extraña su liderato en ventas.

Comercializan también Clot d’Encís, en blanco, rosado y tinto. Además este año han comercializado un vino joven y moderno a base de shirah llamado Plana d’en Fonoll, que apenas ha durado en tienda.

Jaume se despide recordándome: «La exportación cuesta, pero es nuestro futuro”.