Alquímico y El Barón, en Cartagena, y La Sala de Laura, en Bogotá, en la lista de los mejores.
Los bares de Colombia están celebrando. Por primera vez tres bares colombianos han salido en la lista de los 100 mejores del mundo, según 50 Best Bars. Alquímico, el templo de la buena rumba y buen beber en Cartagena, logró el décimo puesto y también fue elegido mejor bar de Sudamérica. El icónico El Barón, también de Cartagena, y La Sala de Laura, del reconocido restaurante Leo, en Bogotá, se situaron en los puestos 66 y 70, respectivamente.
Ha habido una evolución necesaria en esta lista. En 2009, el primer año que anunciaron los 50 Best Bars, no había ni un bar latinoamericano. Este año hubo nueve bares latinoamericanos en el top 50, diez contando el cubano Café La Trova, en Miami. Es posible que el esfuerzo de diversificar su grupo de votantes en los últimos tres años haya contribuido a este cambio. Se concreta después de las denuncias, en 2019, sobre las prácticas sexistas que honraba una lista con solo 35 mujeres entre 300 votantes. El año 2022 también es el primero en que un bar que no está en Londres o Nuevo York llegó al primer puesto. Este honor fue para el bar Paradiso de Barcelona. Seguimos esperando el año en que un bar fuera de EEUU o Europa reciba este reconocimiento.
Los buenos cócteles no se limitan en Colombia a estos tres bares. En los últimos diez años, Colombia ha visto una explosión de sitios enfocados en hacer coctelería de calidad, con ingredientes frescos y buenos licores. También un interés en poner en valor los destilados artesanales locales, que fueron ilegales durante muchos años, debido al monopolio rentístico que el estado colombiano mantiene sobre los licores.
Debo admitir que esta lista es medio ecléctica. Son algunos lugares en los que me gusta tomar. Incluyo un par de sitios que no se enfocan en coctelería, pero si encapsulan para mi una parte de la esencia de la cultura de los bares colombianos. Y la verdad, habría que hacer otra lista de lugares buenos para tomar y bailar en Colombia, «el país del mil ritmos» y la cuna de la salsa caleña y la cumbia.
Alquímico. Cartagena
Si quieres coctelear y bailar, este es tu sitio. Situado en una casa antigua de la ciudad amurallada, Alquímico ofrece tres pisos de cócteles con dos DJs que tocan una mezcla deliciosa de reggaetón, champeta, salsa, hip hop; básicamente música para hacerte mover. Los cócteles del primer piso se enfocan en los sabores de Colombia, y los del segundo son sus versiones de los clásicos. La terraza arriba, con su letrero neón que proclame «Cartagena My Love,» es de los rooftops más populares de una ciudad enamorada de sus rooftops, con la combinación perfecta de onda y vista. Los Lunes hacen Noche de Industria, con descuentos para los que trabajan en bares y restaurantes, y frecuentemente con un/a guest bartender conocido/a de otro lugar.

El Barón. Cartagena
Posiblemente mi bar favorito de Colombia, para cualquier momento del día. Este es el bar donde puedo llegar tranquilamente directo del aeropuerto a comer algo delicioso y tomar un cóctel feliz. Tienen un servicio divino, un conocimiento profundo de los cócteles clásicos todavía no común en Colombia, y una atención al detalle en todo, hasta su servicio de café. Sentarse en sus mesas en la antigua plaza San Pedro con su vista a la iglesia casi te transporta en el tiempo a la antigua Cartagena – excepto allí, no hubo cócteles así. Te recomiendo dos visitas, una para comer brunch, y la otra, para disfrutar la frescura de la noche con un buen trago.

La Sala de Laura. Bogotá
¿Quieres impresionar a una primera cita? Este bar, en el segundo piso del restaurante Leo, junta cócteles y platos únicos con un diseño espectacular complementado por obras de arte local. Su propietaria, Laura Hernández-Espinosa, es de los principales expertos en las bebidas artesanales de Colombia y sus años de investigación se reflejan en la carta del lugar. Ella también diseñó sus propios destilados usando botánicos locales y basados en los ecosistemas de Colombia, y sus sabores son sorprendentes y únicos. En particular su destilado ‘Páramo’, basado en la alta montaña andina y con un aroma a petricor increíble, y ‘Piedemonte’, con cacao y hoja de coca. Una experiencia que no tendrás en ningún otro bar. Es recomendable reservar.
Otros favoritos

Mesa Franca. Bogota
De los restaurantes más celebrados de Bogotá, los cócteles aquí también merecen su aclamación. Una fusión única de conocimiento clásico, técnico moderno, y ingredientes colombianos, con un sentido de humor que se muestra, por ejemplo, llamando una variación del clásico Hanky Panky (un término de los anos 20 que refiere al sexo) «El Delicioso». Y es delicioso, con un vermut blanco «fat washed» con manteca de cacao. Otro favorito: su Boulevardier con hoja de higo. Pruébalos con el ceviche de sandía. Siempre hay alguien interesante con quién conversar en la barra, y los Jueves hay DJ. Imperdible en Bogotá.

Punto Baja. Bogotá
Hay varios bares del grupo donde trabajo que amo visitar fuera de horas laborales, igual Punto Baja es especial para mi. Aquí junté la coctelería mexicana con los sabores y destilados de Colombia y siento que resultó en una mezcla graciosa, fresca y colorida. Recomiendo la Margarita Guajira, hecho con corozo y Asawaa, un destilado local de La Guajira; Amanecer, que combina viche y mezcal con un tepache de piña y cúrcuma fresca; y la Michelada Negra, hecho con un aguachile negro de tortilla quemado y ají fresco en vez de las salsas embotelladas de la Michelada tradicional. Pruebalos con el tuétano con atún, las memelas o uno de los aguachiles.
Bar Continental. Bogotá
«Son y ron» es el lema de este bar que sirve una buena selección de tragos y unos buenos puros mientras suena salsa y son cubano. Su coctelería combina técnica y sensibilidad al sabor para lograr cócteles que dan ganas de pedir otro. También tienen opciones sin alcohol deliciosas para la gente que no toma. Los platos del bar son sencillamente ricos, perfectos para picar algo con el traguito. Recomiendo la «Bonita Applebum» y el «Nassau Flip».
El Enano. Bogotá
De los pocos «bar» bares (ni de restaurante ni de música) que hay en la capital, El Enano es un lugar favorito de visitantes y locales por igual, con coctelería al estilo clásico y un diseño vintage que incluye Playboys de los 70 y 80. Los bartenders atienden con mucha gracia y cariño y puede ser que uno de los regulares estará cantando Sinatra en una voz impresionantemente profesional al lado del bar.
Abbot & Costelo. Bogotá
Bogotá tiene una larga tradición de «rock bars» donde ponen videos de rock, usualmente de los años 60-80, y la gente hasta canta sus canciones favoritas. Abbott y Costello es de los originales, arrancaron poniendo videos en VHS hace 37 años. Un buen lugar para vivir una subcultura esencial de la capital y tomar a buen precio.

Siete Pulgadas. Medellín
Puede ser que Medellín es más conocida por sus discos de reggaetón y su coctelería de presentación elaborada. Igual este «listening bar» chiquito sigue siendo mi favorito en la ciudad de la eterna primavera. El personal atento y con toda la calidez paisa, una buena selección de destilados artesanales como la tapatusa, y música en vinilo.
Helena Adentro. Finlandia
Este bar/restaurante con vista a las sierras verdes de la región cafetera encapsula algo de lo colorido y la creatividad de Colombia, con su enfoque en ingredientes y productores locales y su reimaginación de platos típicos. Me encantó su uso de los bloques de cemento que uno ve en cualquier pueblo como elemento de diseño, pintados un amarillo feliz, y su servicio amable. Tienen otra sede «de la ciudad» en Armenia (que aún no he visitado) si pasas por ahí.

Sierra Bar. Finca los Naranjos (Parque Tayrona)
Uno no espera encontrar una sien de la coctelería tiki en la mitad de la selva al borde del Parque Nacional Tayrona. Debo admitir que no soy una gran fan de tiki, que ha recibido críticas fuertes en los últimos años, y sigo cuestionando la tendencia gringa de llamar cualquier coctelería que usa sabores tropicales «tiki.» Sin embargo, entré a Sierra Bar y pensé, «Este es que tiki debe ser.» Su vista inmejorable sobre las selvas del Parque y el río desembocando en el Caribe, su vasos de cerámica en forma de pez globo y caracol, sus cócteles ricos y la música de pájaros y olas detrás de la salsa sonando en el bar.
Salud a Ragui. Cali
Este barcito y quiosco arabe ofrece, para mi, la mejor comida de Cali, combinada con una selección de viche y coctelería de sabores locales bien pensada. Medio escondido en el segundo piso de la galería de arte ‘Lugar a Dudas’, de lo cual toma su nombre (es Lugar a Dudas al revés), es un lugar acogedor y cero pretencioso que simplemente te invita a tomar y comer bien. Prueba los chontafalafels (falafels de chontaduro, una fruta típica de esta región) con un Negroni de Viche.
891. Cali
Este ha sido el bar más reconocido de Calí, y visitándolo, es fácil entender porque. Tiene una onda relajada y detallista a la vez y el espacio, el servicio y la música te invitan a quedarte. La coctelería combina sabores de Calí y la costa pacífica de Colombia con un rango amplio de destilados.