Ser el segundo estado más rico y tener un 40% de población hispana hace de Texas un caramelo para las empresas españolas interesadas en vender en Estados Unidos. El caso es que un porcentaje de esa población latina lleva en la tierra de la estrella solitaria desde su constitución: las dieciséis familias fundadoras de San Antonio procedían de Lanzarote. En Spain Fusion Texas 2024, El Cabildo y la Cámara de Comercio de Lanzarote han promovido la presencia de bodegas, queserías y elaboradores de la isla para revitalizar el vínculo histórico por medio de la gastronomía, y la iniciativa ha sido un éxito. El público se ha rendido ante la calidad de los vinos volcánicos, los quesos de cabra majorera, los mojos y la mermelada de tuna.
El objetivo de Spain Fusion, el evento gastronómico y comercial que organizan Vocento Gastronomía y Foods & Wines from Spain, es conquistar Texas por el paladar. “Estamos construyendo una reputación para los alimentos de España por medio de un evento que reúne a empresas expositoras con o sin presencia en el mercado, y a expertos y cocineros excepcionales que ayudan al comprador potencial a entender el valor de los productos y su uso”, explicaba María Naranjo, directora de Industria Agroalimentaria de ICEX.
Dallas y San Antonio han acogido la tercera edición consecutiva de un acontecimiento que este año ha tenido dos claros protagonistas: Lanzarote y la excepcional calidad de pescados frescos españoles como el atún rojo de Balfegó y la lubina de Aquanaria.
Spain Fusion Texas 2024 arrancó en Dallas, una ciudad habituada a la excelencia. Sexta capital del mundo en número de multimillonarios, ha sabido retener la abundancia pasando del cultivo de algodón en el siglo XIX, al petróleo en el XX y a la industria tecnológica en el siglo XXI. Con más centros comerciales por habitante que cualquier otra ciudad estadounidense, Dallas, cuya joven historia quedó marcada por el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, es también un importante centro de turismo de negocios y de arte, y tanto el sector de la hostelería como el de las tiendas de alimentos de calidad tienen un vigor enorme.
Hasta el hotel JW Marriott Dallas Arts District, sede del evento, se desplazó Sergio Chahin, jefe de compras del grupo estatal de restaurantes Centurion, en busca de nuevos productos para sus locales. Centurion posee una decena de establecimientos de cocina española por todo el país. “Mi trabajo consiste en seleccionar productos para nuestros restaurantes. Busco autenticidad, identidad y calidad. La cocina española se ha confundido aquí durante demasiado tiempo con otras cocinas latinas, pero el público ha cambiado. Hoy conoce y exige más”, explicaba.
Para Chahin, era la primera visita a Spain Fusion. “Pienso volver con mis cocineros y camareros, que necesitan conocer los productos españoles, porque los van a cocinar y a vender”. Los locales de Centurion están adheridos al sello Certified Restaurants from Spain, impulsado por el ICEX para promover el consumo de productos españoles de calidad certificada en restaurantes de cocina española fuera de España.
A Chahin, un competente joven colombiano, le gustaron en especial dos productos de Lanzarote: la mermelada de tuna (chumbo) y el mojo de almendras de Bernardos Gourmet, pequeña empresa especializada en salsas y confituras. “La mermelada la vamos a presentar con unas croquetas de jamón. El mojo le dará nuestro toque secreto a alguna salsa para carne”, sonreía.
La singularidad de los productos y las recetas tradicionales de Lanzarote fascinó a los estudiantes del grado de Artes Culinarias en la jornada especial organizada por el Cabildo de Lanzarote y Spain Fusion en la universidad estatal St. Philiph’s College. Descubrieron los vinos volcánicos de la mano del Master of Wine y bodeguero Fernando Mora; las papas autóctonas, el gofio y los mojos junto a los cocineros Yeray Gil (Primario Gastrobar, Lanzarote) y María Jiménez Latorre, y la cabra majorera y sus quesos con el cocinero Nauzet Betancort y el catador internacional, empresario y maestro de ceremonias de Spain Fusion, Alfonso Fernández.
En el público, entre un grupo de estudiantes cuya diversidad étnica resume la identidad mestiza de Texas, se sentaban algunos descendientes de las familias fundadoras de San Antonio, canarios llegados de Lanzarote. Estos colonos enviados por Felipe V a Texas en un tiempo en que su isla sufría constantes erupciones volcánicas, alcanzaron en marzo de 1731 el presidio de San Antonio de Bexar, vecino a la misión franciscana de El Álamo, convertida hoy en un símbolo patrio que visitan millones de estadounidenses cada año. Estas dieciséis familias canarias levantaron las primeras calles y casas del centro de San Antonio y participaron en todos los hitos importantes de la historia de Texas y de Estados Unidos. También llevaron consigo alimentos y especias: el comino, las cabras, los caballos, el café, el azúcar y el chocolate que los españoles conocieron en México.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, que presidió la jornada en St. Philip’s College, invitó los estudiantes a contemplar Lanzarote como destino profesional al terminar su formación. “Somos una isla pequeña pero única, y hemos hecho de la gastronomía uno de los grandes alicientes de nuestra industria turística, hasta el punto de que un 25% de los turistas que repite visita lo hace motivado por la gastronomía. Nuestros productos son singulares, artesanos e identitarios.
Constituyen un atractivo en sí mismos, y generan experiencias complementarias: menús en nuestros restaurantes, visitas a bodegas y viñedos, actividades de cata, compras. La gastronomía nos hace ser mucho más competitivos, nos permite diversificar la economía y mantener vivo el mundo rural. Hoy por hoy tenemos varios eventos gastronómicos importantes. Saborea Lanzarote es la fiesta gastronómica más importante de la Macaronesia, y WorldCanic es uno de los congresos más prestigiosos y singulares”, concluyó.
En las jornadas de Spain Fusión estuvieron representadas bodegas como El Grifo (la decana de Canarias), Bodega Vulcano, Bodega Erupción y Los Bermejos.
También sorprendió y llamó la atención con sus productos la quesería El Faro, el asombroso proyecto de los hermanos Luis y Omar Viña Melián, que ha logrado dar oxígeno a la ganadería tradicional en extensivo de la cabra majorera creando una red de 31 proveedores locales de leche de cabra entre Lanzarote y Fuerteventura. “Me ha gustado especialmente el queso ahumado, y creo que hace una pareja perfecta con la mermelada de tuna”, comentaba Ashley Harris, chef de una empresa de catering en San Antonio.
El presidente del Cabildo de Lanzarote dice que la gastronomía es estratégica para el progreso de la isla. En este contexto, Betancort entiende que tener presencia comercial en Texas con su gastronomía es “una apuesta de futuro, porque en diez años este estado se va a multiplicar en este estado no solo la población, sino el rendimiento económico, y pensamos que Lanzarote no se puede quedar atrás, que tiene que estar posicionada, porque siendo pequeña, es una isla con mucho potencial, muy única, y además, con un sector agroalimentario muy unido”. Durante estos días, los representantes del Cabildo y la Cámara de Comercio han mantenido reuniones y contactos con el alcalde de la ciudad de San Antonio para preparar un hermanamiento y consolidar relaciones comerciales.
Luis Martí, director de Marketing y Desarrollo de Negocios de Vocento Gastronomía, destacó la aportación de Lanzarote a la edición 2024 de Spain Fusion, y también la contribución de este evento al conocimiento y la percepción de los alimentos y la gastronomía de España. María Naranjo, directora de Industria Agroalimentaria de ICEX, añadió que “la presencia de Lanzarote enriquece el evento con un toque casi étnico, por su enorme carácter y singularidad, y además tiene un significado histórico por su vínculo con San Antonio y con Texas”.
