Juan Luis Martínez sigue moviendo fichas alrededor de Mérito, el restaurante que creó hace cuatro años y medio en Barranco, el barrio bohemio y festivo de Lima, y que vino a cambiar el paso de la entonces anquilosada cocina limeña. Era y sigue siendo un local pequeño, con una barra para cuatro comensales en la entrada, frente a la cocina, y cinco pequeñas mesas en el piso alto. Hace dos años incorporó Demo en el local contiguo; una café panadería para desayunos y comida informal, también en dos pequeñas plantas. El esquema fue el mismo de Mérito: obrador y mostrador de atención al público en la planta baja y tres mesas en el piso alto.

Demo aseguraba la producción de sus propios panes y algunas elaboraciones complementarias para la cocina, mientras aportaba una fuente de ingresos necesaria para asegurar la cuenta de resultados. En apenas un año, ambos espacios han cumplido sus objetivos pro se han demostrado insuficientes. La solución han sido trasladar Demo a un local situado a veinte metros, a la vuelta de la esquina, incorporando a Mérito el local que ocupaba.
Juan Luis Martínez espera concretar el cambio en septiembre. Nos cuenta que el nuevo Demo reforzará su propuesta culinaria y se dotará con el actual equipo de cocina de Mérito, que será renovado por completo. El restaurante gana espacio de trabajo y capacidad de comedor. “La idea es que Mérito siga evolucionando, y la nueva cocina nos ayudará a seguir profundizando y afinando sin perder nuestra esencia”, explicaba.