En 2012 la demanda creció un 1,5% pese a que en España descendió un 6,3%

El Cava ha capeado con firmeza sus amenazas en 2012, que se concentran en el mercado nacional. Por un lado la crisis. Por otro, el manido boicot, que no es oficial ni reconocido, pero que se deja notar.
Según los datos que ha hecho públicos el Consejo Regulador, el año pasado se vendieron 243 millones de botellas de cava. Esto supone un incremento de 3,6 millones de unidades respecto al año anterior, o lo que es lo mismo, un 1,5% más. Prueba superada, y «dadas las circunstancias, un resultado excelente», según el presidente del Consejo Regulador, Gustavo García Guillamet.
Sin embargo, profundizando en las cifras, se observan detalles interesantes. Y es que tanto el boicot como la crisis han tenido su efecto. Pese a los datos positivos globales, el incremento en la venta de cava se debe al aumento de un 6% de las ventas en el extranjero. Y es que dos terceras partes del cava que se produce se consume fuera de España. La del cava es la DO española que más exporta.
En cambio, las ventas en España cayeron un sintomático 6,3%, que se suma al descenso del año 2011, que ya fue del 8,7%. En 2012 España consumió 81 millones de botellas de cava. El efecto del boicot por cuestiones políticas se puede constatar con el incremento de un 46% en las ventas del cava no catalán.