González Byass crea Ángel de Viñas, al servicio de las viñas más singulares de España

Cada uno de los tres proyectos que se seleccionarán cada año, reciben apoyo y seguimiento durante al menos tres años.

Redacción

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En Espiells, un pueblo de 43 habitantes a menos de cinco kilómetros de Sant Sadurní d’Anoia, hay dos viñedos y tres productores singulares. El primero implica a dos de ellos, padre e hijo, viven un traspaso generacional que afecta a un viñedo singular. Es un viñedo de media montaña, plantado con macabeo injertada con patrones rupestres de Lot, que ya ha dejado de utilizarse en la zona. El otro viñedo está plantado con uva xarel·lo y se dedica a la elaboración de cava. La peculiaridad está más en el proceso de producción que en la viña. Utilizan barricas de castaño, siguiendo una antigua tradición, muy anterior a la llegada del roble.

 

Es uno de los proyectos que apoya Ángel de Viñas, la iniciativa ideada y concretada por la Fundación González Byass en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, con el propósito de abrir caminos que permitan conservar y estimular la diversidad del medio, en la que nacen viñedos singulares, y evitar que caigan en el olvido. El argumento puede ser en unas ocasiones la singularidad del vino nacido de ese terruño concreto y en otras el rescate del papel histórico que juega. Además de la puesta en valor del vino, pretenden recuperar y poner en valor antiguas tradiciones vinícolas.

 

Es el caso de Oimbra, un pueblo adscrito a la Denominación de Origen Monterrey, en el oriente orensano, que acoge la mayor concentración de lagares rupestres del mundo. Son ingenios excavados en los afloramientos rocosos de granito que salpican la viña de esta zona. Entre los siglos X y X se recogía la uva y se pisaba en ellos antes de trasladar el mosto a los poblados. El programa colabora con el Ayuntamiento de Oimbra en la promoción de la fiesta que celebra cada mes de septiembre. Al mismo tiempo, apoya a un viticultor de la zona con viñas plantadas hace más de cincuenta años con mucha mezcla de variedades, la mayoría de ellas autóctonas, para que mantenga su viñedo.

Lagar rupestre. Oimbra
Lagar rupestre en Oimbra.

El tercer proyecto impulsado en 2021 se concreta en Madrigal de las Altas Torres, el pueblo abulense insertado en la Denominación de Origen Rueda. Su Ayuntamiento posee un viñedo de 75 años, con cepas formadas en vaso, que ha perdido en los últimos años cinco de las quince hectáreas originarias y corría el riesgo de desaparecer. Con el respaldo del programa Ángel de Viñas está trabajando en la vinificación de sus uvas, para obtenere un vino que el Ayuntamiento pueda vender a los turistas que visitan el pueblo. El vino, que acaba de embotellarse y estará disponible en dos o tres meses más, se acoge a la categoría Gran Vino de Rueda, recientemente creada por el Consejo Regulador para vinos procedentes de viñedos con más de 35 años de vida.

 

El compromiso de colaboración se prolonga con una jornada técnica programada para el próximo 17 de mayo. Presentarán el proyecto Ángel de Viñas y el Ayuntamiento hará lo propio con la ruta del vino que ha creado. La Denominación de Origen Rueda explicará en detalle el alcance de la nueva categoría Gran Vino de Rueda.

 

Cada uno de los tres proyectos que se seleccionarán cada año, reciben apoyo y seguimiento durante al menos tres años. Durante este tiempo, contarán con una protección económica que garantice la continuidad del plan, que podrá consistir en la compra de la uva, el vino o el apoyo en las labores necesarias para su conservación. González Byass asume el compromiso de preservar su existencia, mantener su explotación y apoyar su divulgación. El trabajo se enmarca en 5+5 Cuidando el Planeta, el plan sostenible de la compañía que lo expliuca así: “Ángel de Viñas trabaja para recuperar y conservar los viñedos viejos de España construyendo un ecosistema global y cooperativo que agrupe a técnicos, divulgadores, historiadores y universidades”.

 

Ya se han elegido otros tres viñedos para el año 2022. Por el momento solo ha trascendido que uno de ellos está en la isla de La Palma, aunque los detalles no se harán públicos hasta que no se firmen los convenio, que se centran de forma específica en el viñedo y no implicarán la elaboración de vino, como ha sucedido este año. El trabajo de selección está a cargo de los técnicos de la Universidad Politécnica de Madrid

 

“En este proyecto no se trata de que González Byass haga vino”, ha explicado José María Ayuso Rodríguez Gerente de viñedos y proyectos de la compañía, que encabeza el proyecto, “queremos que se mantenga el viñedo. En Madrigal de las Altas Torres hacemos vino porque está cerca de nuestra bodega en Rueda, pero ninguno de los tres viñedos seleccionados para este año coincide con una de nuestras bodegas. Las tres acciones quieren ayudar directamente a los viticultores”.

 

González Byass tiene once bodegas, administra 2000 hectáreas de viñedo en España, 500 en Chile, donde produce vino en el valle de Casablanca y en Apalta, y algunas más en la mexicana Guadalupe (Baja California).

 

Entre los planes a futuro de para Ángel de Viñas podría estar la internacionalización del proyecto, la creación de una web que permita al usuario localizar los viñedos, conocer su historia y saber como llegar a ellos, o la creación de una asociación que agrupe este tipo de viñedos singulares, como las que ya existen en Sudáfrica o Italia.