El establecimiento barcelonés es un referente de la cocina de mercado mediterránea

El restaurante L’Oliana celebra esta semana sus 25 años de andadura en la ciudad de Barcelona. Para conmemorar la fecha, el local acogerá una fiesta la noche del jueves y durante toda la semana se ofrece un menú degustación especial de aniversario con un precio de 25 euros.
El 19 de abril de 1988 Ana Calpe abrió las puertas del local que aún ocupa en la calle Santaló con una apuesta decidida por la cocina de mercado mediterránea y los productos de alta calidad. Según la propietaria «la idea inicial era la de fusionar la gastronomía clásica de nuestra tierra con un marco moderno, una casa nueva y la cocina vista». Calpe, que para iniciar su aventura dejó su empleo en una entidad bancaria con sólo 25 años, nunca quiso hacer «cocina creativa».
La inversión inicial la recuperó en pocos años. L’Oliana llenaba cada noche, en una ciudad que respiraba ocio en los años 80. La cocina, que aún abre hasta la medianoche, no paraba. Llegaron a trabajar hasta 35 personas. Hoy el restaurante se ha consolidado, y no sólo de noche. Entre semana, gente de negocios. Y los fines de semana, público familiar. «Tenemos cubiertos todos los rangos», presume Calpe, que lamenta que el 25 aniversario llegue en un momento en el que la gente ya no puede salir tanto a comer fuera. Pese a ello, L’Oliana da trabajo a 15 personas en la actualidad.
Los tiempos han cambiado en estos 25 años. Como muestra, dos botones. El concepto tan actual de cocina vista por los comensales le costó cuajar en sus primeros días y muchos clientes «no querían sentarse en las mesas donde podían ver la cocina porque no se había hecho nunca y se consideraba una vista non grata».
Calpe también recuerda el mal recibimiento que tenía hace unos años acompañar un plato con verduras al vapor. «Se consideraba poca cosa», sonríe.

Esta emprendedora infatigable trabaja desde hace 20 años codo con codo junto a su hermana Àngels. «Estamos contentos y orgullosos de llegar a los 25 años y tenemos cuerda para mucho tiempo. No nos falta entusiasmo, ilusión y ganas para seguir compartiendo con nuestros clientes y amigos este trabajo que tanto nos motiva y que nos da la posibilidad de conocer personas que se convierten en amigos».
Aunque el grupo de personas que han hecho posible este negocio ha ido cambiando, la filosofía de su cocina ha permanecido intacta con el tiempo. «Comprar lo bueno y mejor del mercado, cocinar los productos sin que pierdan su esencia, respetando texturas, sabores y presentándolos de una manera actualizada y adecuada a nuestro tiempo» señala Calpe. Entre los platos de sus carta se pueden encontrar excelentes buñuelos de bacalao, alcachofas fritas bien tiernas, el pescado del día procedente de la Barceloneta o del Cantábrico, las anchoas, arroces y carne gallega de primera calidad. Y por supuesto, postres que ponen un gran colofón a la comida. Eso sí, «con menos azúcal de lo habitual», algo que agradece el comensal tras una comida como la que se degusta en L’Oliana. Y que no falte el bizcocho para acompañar los cafés, tan ligero como seña de identidad del trabajo bien hecho del equipo de L’Oliana.
¡Felices 25! Y a por otros más…