EL COMERCIO entrega mañana en Las Caldas sus premios de la gastronomía, las Calderetas de don Calixto. En esta edición los galardones han recaído en la familia Loya, propietaria del Restaurante San Félix de Avilés, el Real Balneario de Salinas, el restaurante Deloya en Oviedo y el gastrobar Avant Garde de Gijón como ‘Maestros Asturianos’; Ricardo Sanz de Castro, propietario de los restaurantes japoneses Kabuki como ‘Maestro Nacional’ y Ricardo González Sotres, propietario del restaurante El Retiro, como ‘Nuevo Cocinero’.
Los galardones, un trofeo con forma de caldereta, diseñado en honor de Calixto Alvargonzález, una persona emblemática del mundo de la gastronomía asturiana, un adelantado a su tiempo y que, además, fue fundador y primer director de este periódico, serán entregados en una ceremonia a la que, como cada año, acuden los grandes representantes de la gastronomía de la región.
Antes que ellos han sido muchos los grandes que han recibido el galardón desde que en 2001 Custodio López-Zamara, sumiller del restaurante Zalacaín, abriera una lista que continuaron Luis Miguel Martín, sumiller en 2002; Luiz Irizar, chef y maestro de cocineros un año más tarde: Joan Roca, cocinero del Celler de Can Roca allá por el 2004; el chef Sergi Arola en 2005; Manolo de la Osa, propietario de Las Rejas y maestro de Ricardo González Sotres que en esta ocasión se premia como mejor cocinero joven, junto a Víctor Bango de Casa Víctor y Álex Sampedro, actual cocinero del restaurante del Hotel Bal en 2006. Fue ese año cuando Las Calderetas de don Calixto adoptaron su actual formato, entregando tres premios cada edición y nombrando mejor cocinero, mejor referencia nacional y mejor joven cocinero.
El palmarés continuó creciendo con Hilario Arbelaitz, del Restaurante Zuberoa, Pedro Morán, de Casa Gerardo, y Jorge Gacimartín, de la Poda en Verde, fueron los elegidos en 2007, continuando el nuevo modelo; el gallego Pepe Solla, de Casa Solla, Marcelo Conrado Antó,n de Casa Conrado, y Alberto Asensio, de El Barrigón de Bertín, se llevaron las Calderetas en 2008; grandes nombres como Nacho Manzano, de Casa Marcial, José Antonio Campoviejo, de el Corral del Indianu, Paco Ron, de Taberna Viavélez, y el cocinero Jorge Pelegrín en 2009 se hicieron con el reconocimiento, y Luis Alberto Martínez, chef ejecutivo del restaurante Viator de Las Caldas y alma, cerebro y brazo ejecutor del renombrado restaurante Casa Fermín, el Restaurante Lhardy y Francisco Heras de Llamber fueron, hasta este momento, los últimos en incorporarse a esta nutrida lista.
Familia Loya
Dicen los Loya que su profesión es «una maravilla». Así lo afirma Miguel Loya, hijo de María Luisa y Félix, junto a sus hijos, ambos cocineros, Javier e Isaac. El premio, que les recuerda «a la caldereta de marisco y pescado» que hizo la madre de Miguel en el Félix «durante más de 25 años», antes incluso de la afamada merluza al champán, lo agradecen y dedican a María Luisa García, tristemente fallecida el pasado 18 de febrero. Son muchos los galardones y reconocimientos, entre ellos dos soles Repsol y una estrella Michelin en el Balnerario, los que atesora esta gran familia hostelera asturiana. El secreto, asegura Miguel Loya, es «el amor a la cocina». Algo que no puede faltar para que tres generaciones de hosteleros sean capaces de mantener el máximo nivel durante tanto tiempo.
Ricardo Sanz
Ricardo Sanz de Castro es un artista de la cocina. Su amor por lo japonés partió de un reto que le propuso el propietario del legendario Tokyo Taro, Masao Kikuchi. Sanz, con 42 años y un negocio que marchaba a toda vela, no tuvo reparos en volverse a convertir en asistente de cocina y aprender del maestro Kikuchi los secretos y las técnicas de la cocina japonesa. Fue un enamoramiento que hoy ya ha producido cuatro boyantes negocios con una inconfundible marca de la casa: la reinterpretación de los productos de todo el mundo bajo el prisma de la tradición culinaria japonesa. Su trayectoria la avalan 2 estrellas Michelin en su restaurante de referencia y un sinfín de galardones. Ahora recibe el más prestigioso de la gastronomía asturiana, una región donde el comer no le es ajeno. Sanz habla y muy bien de los restaurantes asturianos: «Los hay maravillosos» y recuerda, entre otros, a Casa Gerardo, La Salgar, Casa Marcial, El Corral del Indianu y Viavélez. Ricardo Sanz de Castro define su trabajo como una cocina de «sabores , texturas y calidad, pero no contundente». Además asegura que su estilo es claramente «urbano».
Ricardo González Sotres
Es un recién llegado. Ricardo González Sotres regenta El Retiro, en Pancar (Llanes) desde hace menos de un año. Ha sido galardonado como el mejor ‘Nuevo cocinero’, aunque, en realidad, tenga poco de novato. Este joven, que se hizo cargo de un negocio familiar del que es tercera generación, aprendió con los también premio Caldereta de don Calixto -en su versión de ‘Maestro’- Manolo de la Osa y Nacho Manzano. Sotres, revelación culinaria del año, practica una cocina apegada al producto, a la tradición y emplea las técnicas más modernas, sólo cuando así lo cree necesario: «Lo importante es dar bien de comer», resume este joven cocinero, que, como el resto de galardonados, pasaran durante la jornada de mañana a formar parte de la familia gastronómica del suplemento Yantar.