France, la cuna de la guía roja, recibirá el veredicto de Michelin dentro de dos semanas. El secretismo y la obsesión por no rebelar el reparto de estrellas antes de que la guía salga a la venta es el mismo que en España (pretenden así no perjudicar sus queridos ingresos). Pero las el fantasma de las filtraciones sigue desquiciando al patrón de Michelin, Jean-Luc Naret, ya que por mucho que se empeñen los resultados siempre son difundidos por algún periodista (que seria del periodismo sin aquél «garganta profunda», inspectores de Michelin resentidos o con ansia de protagonismo).
Hace unos días Philippe Regol recogía en Observación gastronómica las filtraciones que anunciaba el polémico crítico francés François Simon (el pasado 3 de febrero publicamos un Snack sobre él) en su blog Simon says!. Califica a la Guía Michelin como «esta guía blanda que premia lo gastronómicamente correcto y el plato dócil, alejado de la gastronomía viva y rebelde». Los propios franceses reniegan sobre la guía de las estrellas. Me pregunto si alguien está a favor de Michelin. Pero esta es otra historia.
Estas son las principales variaciones, con carácter provisional, que habrá en la edición francesa de la Guía Michelin 2009:
- Tres estrellas:
Le Bristol, en París (Éric Fréchon)
- Dos estrellas:
Hotel Ritz, L’Espadon, en París (Michel Roth)
L’Atelier, en Arles (Jean-Luc Rabanel)
Gordon Ramsay, en Versalles (Gordon Ramsay)
- Una estrella:
Le Fogón, en París (Alberto Herráiz, uno de los mejores restaurantes españoles de Francia)
Le Jules Verne, en la Torre Eiffel (uno de los muchos restaurantes de Alain Duchase)
La Mère Brazier, en Lyon (Mathieu Viannay)