Michele Buster, la "contadora" de quesos artesanos españoles en USA

Lleva casi 30 años contando y vendiendo quesos artesanos españoles en Estados Unidos y lucha por la conservación de oficios como el de pastor y el ganadero en nuestro país

Pilar Salas

|

Va de tienda en tienda buscando los mejores quesos artesanos de España, Italia, Portugal, Croacia y, desde hace unos meses, Suiza. A veces los descubre en una cena o alguno de sus contactos le da el soplo sobre las maravillas de un pequeño productor que se encarga de llevar a Estados Unidos.

 

No sólo quesos, también otras delicias españolas como almendras marconas, arroz Calasparra o un pan de higos casi en extinción en nuestro país que vuelve locos a los estadounidenses.  Así hasta llegar a los 500 productos.

 

La buscadora de tesoros gastronómicos Michele Buster recogió por esta labor y de manos de la directora general del ICEX, Elisa Carbonell, el premio Foods and Wines From Spain en San Sebastián Gastronomika, que busca reconocer el empeño de un profesional comprometido con la promoción de los alimentos y bebidas de España en el exterior.

 

Más que merecido para Buster y su labor al frente de Forever Cheese, que fundó en 1998 en Estados Unidos y se ha convertido en una de las empresas más importantes de importación de quesos artesanales del Mediterráneo, aunque, como dice a 7Caníbales, es «pequeñita». El secreto de su triunfo está en la pasión que le pone a su trabajo y la complicidad que establece con sus proveedores.

 

Michele dice que el éxito se lo debe especialmente a los quesos producidos en España, adonde llegó «hace muchos años» por una decisión que cambió su vida. «Desde el primer instante me sentí en casa y siempre he amado este país» y pensó que la mejor forma de mostrarlo era a través de sus quesos.

Quesos españoles del catálogo de Forever Cheese
Quesos españoles del catálogo de Forever Cheese

Se puede decir que es una de las responsables de que los estadounidenses hayan aprendido a apreciar el buen queso español. “Cuando empecé no había nada bueno en Estados Unidos; ahora el mercado estadounidense ha cambiado mucho y hay más aceptación de quesos diferentes», dice.

 

Les encantan los manchegos que ella importa y se pirran por los quesos de Jumilla (Murcia) Drunken Goat (de cabra semitierno macerado en vino de uva monastrell), Naked Goat (sin macerar) o The Smokin’ Goat de leche de cabra majorera y ahumado producido por una pequeña quesería de la isla de Fuerteventura. En España se comercializan con otros nombres, pero ella los rebautiza para su mercado.

 

Su red se ha ido extendiendo y abarca queserías artesanas de prácticamente todo el país, a muchas de las cuales ha visto florecer con el tiempo, algo que le reconforta.

 

Porque también ha hecho de la defensa del sector primario su principal lucha. Y está preocupada. «Estamos en un momento de emergencia porque no hay suficiente leche; los pastores y los ganaderos se jubilan y sus hijos no continúan porque no ven posibilidades o se cansan de luchar. Es un problema de toda España».

 

Ella intenta ganar adeptos a la causa: mostrándoles a los queseros dónde se venden sus productos «para que se sientan orgullosos de su trabajo», grabando vídeos de ganaderos y pastores que viven dignamente de sus oficios y son felices con ellos… Pero aspira a más: «Debería haber una campaña publicitaria desde el Gobierno nacional o los autonómicos o de Europa para mostrar cómo es el ganadero moderno, con una imagen súper cool y ayudado por la tecnología. Nueve de cada diez tiene en mente una foto vieja».

 

«Si no tenemos leche no hay queso y es horrible porque cuando cierra una empresa pierde el país«, sentencia.

 

También alerta sobre la amenaza para productos que considera excelsos como la almendra marcona, para la que reclama «un subsidio especial porque si no los agricultores se van a las variedades que rinden más».

 

«Tenéis joyas y no estáis haciendo nada para protegerlos -critica-. A los productores no se les da lo que merecen, con el arroz Calasparra pasa igual. Pero no puedo mantener tantas batallas, por eso he elegido la ganadera y la quesera».

 

En Forever Cheese da a conocer las personas que hay detrás de cada producto, sus historias, para que «no se vean sólo como alimentos» y se acepte pagar un precio justo a sus elaboradores. «Es muy importante conocer a fondo lo que vendes. Yo cuento los quesos de forma diferente porque detrás hay un trabajo muy sacrificado» y se involucra tanto con ellos que a la mayoría los considera amigos.

 

Y tan dispuesta está a seguir defendiendo el queso artesanal que va a crear una beca en honor a su últimga pareja, Mikel de Luis, un cocinero que murió a finales de enero: “Un máster en el grado de Gastronomía del Madrid Culinary Campus de Vocento y la Universidad Pontificia de Comillas”.

 

 

NOTICIAS RELACIONADAS