Los 7 mejores bares para comer caracoles en Sevilla

Sevilla tiene una tradición caracolera muy arraigada a la primavera. Cuando termina la Feria, con los primeros calores, la gente ya busca con ganas y apetito los primeros bares que anuncien en sus pizarras a pie de calle el esperado “Hay caracoles” que dé el pistoletazo de salida.

Bares con caracoles en Sevilla hay muchos y cada uno tiene sus favoritos, pero probados probar más de una veintena de los más conocidos, históricos y recomendados en la ciudad y alrededores, nos quedamos este año con siete, que para eso estamos en 7Caníbales. Los más puristas dirán que no están todos los que son, pero desde luego sí son todos los que están.

1. Bar Casa Protasio

Infalible año tras año, Casa Protasio es uno de los establecimientos más emblemáticos de Sevilla para comer caracoles. Con casi un siglo de vida a sus espaldas, cuando nació como despacho de vinos donde los caracoles se servían gratis, ha mantenido su receta tradicional a lo largo de los años. Como la virtud está en la sencillez, lo que hace especiales a sus caracoles es coronar la tapa o el plato con un toque único de aceite y sal. Ya está. Dicen que sirven unos 3.500 kilos de caracoles durante la temporada, atrayendo a clientes de toda la ciudad. Por algo será.

2. Bodega Bar Umbrete

La Bodega Umbrete, ubicada en la plaza del Pumarejo, tiene algunos de los veladores más cotizados de Sevilla en temporada de caracoles. Desde su apertura en 1929, se ha erigido como un templo de peregrinación primaveral al que acudir al chupeteo gasterópodo. Su receta, dicen, se mantiene intacta desde hace 25 años, y su secreto reside en el ajo, las hierbas aromáticas y un toque picante.

Los caracoles de Umbrete (Sevilla) — Los caracoles de Umbrete

3. Bar Coli

El Coli, nombrado así homenaje a una abuela apellidada Colinet, es un referente en el barrio de Nervión para degustar caracoles y cabrillas cada año. Fundado hace medio siglo, mantiene una receta tradicional que empieza por la limpieza meticulosa y el uso de la hierbabuena en abundancia. Tapas y raciones a excelente temperatura, sabor perfectamente equilibrado entre las especias y el picante, un caldo de rechupete y una cerveza helada bien tirada para acompañar son argumentos de sobra para incluirlos en este listado.

4. Casa Abelardo

Una pista del cocinero Gonzalo Jurado, de Tradevo, nos lleva ahora hasta la vecina localidad de Castilleja de la Cuesta, donde en plena calle Real se encuentra este amplio bar de tapas tradicional que es referente absoluto de todo el Aljarafe sevillano. Decenas de ollas de caracoles se preparan y sirven cada semana tanto para consumir en el local como para recoger y llevar a casa. Un negocio familiar casi centenario que además tiene muy buenos guisos y una adictiva carne mechá para las tostadas del desayuno.

5. Bar El Cererzo (La Escalerita)

El Bar El Cerezo ‘La Escalerita’ está en la zona norte de Sevilla, en el barrio de El Cerezo, en la Macarena. Es una parada obligatoria en la zona desde 1969 puesto que mantienen casi intacta su receta tradicional de caracoles, que ha pasado a la nueva generación con el paso de los años, aunque han ido adaptándola a los tiempos con mucho mimo. Aquí, los caracoles se preparan con un buen golpe de ajo, especias y un toque picante. Los precios son populares, la cerveza está perfectamente tirada y la galería comercial en la que se encuentra agolpa en sus “escaleritas” a decenas de parroquianos que no faltan a su cita cada primavera.

6. Cervecería Casa Diego

No podía ir acabando este listado sin pasar por Triana. El primero de los dos “Diegos” del barrio es esta cervecería de la calle Esperanza de Triana con veladores tan kilométricos como cotizados. Es de los favoritos del barrio a este lado del Guadalquivir y prueba de ello es que llevan creciendo y adquiriendo locales vecinos para poder seguir atendiendo a la demanda. Más allá de la temporada de caracoles, es un estupendo sitio por el que pasar a tapear, pero si los tienen, mejor que mejor.

7.Antigua Casa Diego

Por último, en la mítica calle Alfarería de Triana está la Antigua Casa Diego. Aunque ya no pertenece a la familia que le otorgó la fama de décadas atrás y ha sido recientemente remodelado a un estilo más contemporáneo, siguen teniendo unos caracoles increíbles y respetan la tradicional receta de su famoso pollo frito.