Los ediles de Madrid y Pamplona, dos de las capitales donde los indicadores de contagios se han disparado en las últimas semanas, coinciden en señalar que es más necesario el control de la vía pública que de la hostelería para controlar la pandemia. Navarra ha decidido el cierre total de locales y Madrid estudia nuevas medidas como el toque de queda, que afectaría a los horarios de cierre.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, considera que es «acertado» que las medidas quirúrgicas del Gobierno regional actúen contra los botellones y las fiestas nocturnas, pero no es partidario de restringir «aún más» la hostelería, por «el daño económico». «No soy partidario. Los datos están ahí, la hostelería ha hecho inversiones y las tiene que amortizar y por el daño económico. Si las autoridades sanitarias lo indican, qué se le va hacer, pero no soy partidario, porque podría darse el caso de aumento de reuniones sociales», expresó ante la prensa tras intervenir en el Forbes SUMMIT Reinventing Spain 2020.
Por su parte, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya (Navarra Suma) puso en duda, durante una entrevista concedida a Radio Euskadi, que el cierre de bares y restaurantes sea una medida eficaz para luchar contra la propagación de la Covid. “Algo había que hacer, pero con los datos que tengo no cerraría la hostelería y controlaría más el uso de la vía pública. El problema son el botellón y los pisos, más que los bares y los restaurantes“, señaló el alcalde de Pamplona.
Para el alcalde la mejor opción hubiera sido seguir con la actividad de la hostelería durante un horario determinado, “que ya estaba muy limitado”(recordemos que desde la semana pasada los locales de restauración debían cerrar a las 22h), y controlar el movimiento de personas en la calle. “Los hosteleros están cumpliendo”, admite el alcalde, y por ello asegura que hay que estar a su lado en esta difícil situación.
Más allá del apoyo verbal a los restauradores, Maya se ha comprometido también a trasladar a los restauradores de la ciudad la voluntad del Ayuntamiento de no cobrarles impuestos, así como su intención de trabajar para conseguir como mínimo la apertura de las terrazas de los locales de restauración, una reclamación también del sector. “Como no pueden servir nada en los bares, tampoco en terrazas, lo cual es el remate. Creo que merece la pena reestudiar ese asunto porque son 14 días los que se aplica la norma y mi idea es estar perfectamente preparados para, cuando pasen esos 14 días, poner encima de la mesa medidas que suavicen esa prohibición y que puedan empezar a ingresar otra vez. No ingresar es paro”, ha advertido.