De momento, no se consigue revertir la cadena de contagios por coronavirus y planea ya la posibilidad de enfrentarnos a un toque de queda. Una posibilidad que algunas comunidades, como la de Madrid, ven como alternativa al cierre generalizado de bares y restaurantes que ya sufre Catalunya y que desde el 22 de octubre se aplica en Navarra. El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, debatirá esta vía con las Comunidades Autónomas para sopesar su viabilidad como medida para reducir la movilidad y las interacciones sociales durante la noche.
España no sería el primer país en aplicar un toque de queda; que, en principio y según ha explicado el ministro de Sanidad, no sería a nivel nacional. Francia ya lo aplica desde el pasado 16 de octubre afectando a París y otras ocho grandes ciudades: Lyon, Aix-en-Provence-Marsella, Toulouse, Lille, Montpellier, Grenoble, Rouen y Saint-Etienne.
Los franceses de estas áreas metropolitanas están ahora obligados a quedarse en sus casas entre las nueve de la noche y las seis de la mañana. Un horario que supone también el cierre de bares y restaurantes a partir del inicio del toque de queda. ¿Cómo viven los locales de estas zonas quedarse sin los ingresos del servicio de la noche? ¿Qué opciones están tomando? Ante la posibilidad que esta medida pueda aplicarse también aquí, veamos cómo la capean en el país vecino.
La cautela y las opciones de la comida para llevar
A pesar de que los franceses cenen antes que nosotros, raramente lo hacen antes de las 20h y menos si se trata de ir a cenar fuera, con lo que entrando en vigor el toque de queda a las 21h, los restaurantes se quedan de facto sin una de sus principales fuentes de ingresos: las cenas. A partir de esta realidad, las opciones que han tomado los restauradores franceses han sido diversas.
Los más resignados han decidido simple y llanamente suprimir el servicio de la noche, pues alegan que cerrar a las nueve implica dejar de servir comidas a las ocho. “Demasiado arriesgado”, apuntan desde algunas organizaciones empresariales como el Groupement national des indépendants, hôtellerie et restauration (GNI). Es la opción que también han tomado algunos restauradores de renombre como el chef tres estrellas Michelin Guy Savoy, con restaurante en París, o Michel Sarran, dos estrellas Michelin en Toulouse.
Entre los que han decidido no servir cenas los hay que, si el tipo de local lo permite, intentan recuperar parte de esos ingresos mediante la venda de bebidas instaurando happy hours durante las primeras horas de la tarde, de 16h a 18h.
Siguen manteniéndose, eso sí, los que ya con la primera ola de la Covid-19 optaron por implementar o reforzar los servicios de take away o delivery. Los repartidores están exentos del cumplimiento del toque de queda pues están trabajando y esa es una de las excepciones admitidas por la ley. Con lo cual ir a recoger el pedido al restaurante antes de las 21h o esperarlo en casa después de esa hora sigue siendo una gran opción para apoyar a un sector que sigue en la cuerda floja.
Es la opción por la que optó Alain Pegouret, chef de Le Sergent Recruteur* (París), al inicio de la aplicación del toque de queda retomando el servicio de take away que ya utilizó en el primer momento de la pandemia. Servicio de almuerzo en sala y cena para llevar.
¿Qué tal cenar a media tarde?
Existe aún otra alternativa, la de los más osados. Y aunque al principio podía parecer radical, con la tenacidad de los restauradores más una campaña de apoyo en redes sociales está consiguiendo sus frutos. Se trata de avanzar el servicio de la cena. Los restaurantes más gastronómicos proponen al cliente cenas a las 18h o las 18’30h, aquellos menos exigentes en cuanto a tiempo destinado al menú incluso apuran hasta las 19h. Pero la idea principal persiste: animar a la clientela a seguir apoyando a un sector que está cumpliendo. Cenar en París como si estuvieses en Nueva York. Cenar temprano también es chic.
Y la clientela está respondiendo. Prueba de ello es la campaña que se ha viralizado en redes para “animar” a los franceses a cenar temprano. Bajo los hashtags #soutien #jaimemesrestos se está reforzando esta propuesta que ha partido de los restauradores para intentar mantener a flote sus negocios entre tantas medidas restrictivas.
Se han sumado a las cenas tempranas nombres como la mediática chef Hélène Darroze, jurado del Top Chef francés, quien en su restaurante Jòia ofrece cenas a partir de las 18.30h; o Mathieu Pacaud, chef de Apicius* donde ahora se cena a las 18h. Incluso los hay que han adaptado sus menús a las nuevas circunstancias, como es el caso de Stéphanie Le Quellec, quien en su restaurante La Scène** ha hecho un paréntesis con su propuesta clásica y apuesta por otra más ligera, con menos platos, para un servicio de cena adaptado a los nuevos límites horarios.
Las opciones son múltiples y varias según las casuísticas, pero no se puede negar que el sector es imaginativo y emprendedor y encuentra vías donde, al principio, parece que no las hay. Incluso aquellos que, como Alain Pegouret, al principio se mostraron cautelosos y como mucho optaron por el take away, han decidido apostar fuerte y ampliar también su oferta con cenas a media tarde.
En este caso, como en muchos otros, la complicidad con el cliente es la clave para la supervivencia y recuperación del sector.