EFOW, la European Federation of Origin Wines, organización europea de la que la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas forma parte junto a las organizaciones representativas de las DDOO en Francia, Italia y Portugal, ha lanzado un llamamiento formal a los ministros de Agricultura de los principales países productores de vino de la UE para garantizar la continuidad del sistema de autorizaciones de plantación de viñedos más allá de 2030, año en que finaliza su vigencia.

El presidente de EFOW, Bernard Farges, explicó, «Durante la última reforma de la PAC, gracias al apoyo del Parlamento Europeo, así como de los Estados miembros productores y del Comisario de Agricultura en aquel momento, Dacian Ciolos, el sector fue testigo de la creación de una herramienta innovadora y dinámica que garantiza el crecimiento adecuado y sostenible de los viñedos europeos. De hecho, es una herramienta adaptada a cada Estado miembro y cada región vinícola puede gestionar su crecimiento de acuerdo con sus necesidades».
Y acerca de los aranceles de Estados Unidos, añade: «los aranceles de represalia de EE. UU. y la actual crisis de la Covid-19 son claros ejemplos de cómo el mercado del vino de la UE, que estaba en buena forma, puede verse desestabilizado. En particular, la crisis provocada por la Covid-19 ha puesto de relieve la necesidad de que los operadores tengan una amplia gama de herramientas a su disposición para navegar en aguas difíciles. Hoy en día es fundamental para el sector seguir beneficiándose de esta herramienta regulatoria; el sector necesita una señal clara que contribuya a su recuperación».
Farges concluye, «el sistema de autorizaciones de plantación de viñedos contribuirá además a los ambiciosos objetivos del Pacto Verde de la UE, ya que estamos ante una herramienta de desarrollo sostenible. El sistema ha empoderado a los viticultores para que busquen la sostenibilidad social, económica y ambiental. Sin este esquema, habrá serios riesgos de desertificación rural -abandono de zonas difíciles y remotas en favor de áreas de alta producción- de volatilidad de precios, ingresos inciertos y, por lo tanto, menos inversión en nuestro sector».