El 'low cost' llega al vino y García Carrión se convierte en la quinta bodega del mundo

Redacción

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El sector del vino se ha apuntado al low-cost. La fuerte crisis que golpea España ha provocado que en el último año más de 2.000 bodegas hayan colgado el cartel de venta y que otras muchas se vean obligadas a echar el cierre. Las ventas caen por el descenso del consumo en la hostelería y el estancamiento en los hogares, y tan sólo los productos más económicos logran salir adelante.

El grupo J. García Carrión, más conocido por ser el dueño de Don Simón, ha apostado en los últimos años por crecer, al margen del brick, con vinos de denominación de origen a bajo precio. Y está cosechando ahora los primeros resultados.

De acuerdo con el último informe elaborado por la publicación Revue Vinicole International, la compañía murciana se ha consolidado como el mayor grupo bodeguero de Europa y el quinto de todo el mundo por nivel de producción.

Tan sólo le superan tres compañías norteamericanas -Constellation Brands, E&J Gallo y The Wine Group- y la australiana Foster’s. Con un volumen de 32,5 millones de cajas (cada una de ellas lleva nueve botellas de un litro), J. García Carrión se coloca así por delante de gigantes de la talla de las compañías francesas Castel, Pernod Ricard o Les Grands Chais de France.

«Don Simón es desde 1984 el vino más vendido en España y el español más vendido en el mundo. Estamos presentes en más de 120 países con 150 millones de litros. Y a eso se suma que tenemos ya presencia en diez denominaciones de origen, con bodega y viñedos propios», explica José García Carrión, presidente y dueño de la empresa.

Presencia con denominación

La compañía es propietaria de marcas como Marqués de Carrión o Antaño, en Rioja; Viña Arnáiz en Ribera del Duero; Señorío de los Llanos y Pata Negra en Valdepeñas; y Mayoral, en Jumilla, además del cava Jaume Serra, que está plantando cara a los dos gigantes de este mercado: Freixenet y Codorníu.

Con todo ello ha conseguido en el conjunto del vino con denominación de origen una cuota de mercado del 20%, un porcentaje que se eleva, de acuerdo con los datos de la consultora AC Nielsen, hasta el 28,7% si se tiene en cuenta también al resto de vino y se incluyen otros productos como la sangría o el tinto de verano.

El máximo ejecutivo de la compañía explica que «actualmente, García Carrión exporta el 50% de sus ventas, aspecto que nos proponemos desarrollar y fortalecer llevando el volumen de las exportaciones hasta el 75% de nuestras ventas de vinos en los próximos años». Sus principales mercados son Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania y Francia, con una fuerte presencia también en África occidental y los países árabes.

Contratos en el exterior

En línea con el objetivo de internacionalización, en los últimos años el grupo García Carrión, que alcanzó el año pasado una facturación de 650 millones de euros, ha logrado importantes contratos internacionales para vender sus productos -además del vino produce también zumos, caldos, cremas y gazpachos– en cadenas como las norteamericanas Wal-Mart o las británicas Asda y Sainsbury’s.

En el mercado vitivinícola, el principal plan de desarrollo pasa por Estados Unidos. «Vendemos un millón de cajas y el objetivo es triplicar esa cifra», dice José García Carrión. Parte del éxito de la compañía, al margen de su salida a los mercados exteriores, radica en su apuesta por unificar marcas. Ahora mismo todos vinos de calidad están unidos bajo el paraguas Vinos de Familia García Carrión y, anteriormente, ha habido también intentos, no con tanta fortuna, de comercializar productos de distintas denominaciones de origen bajo una única enseña.

Es lo que hizo hace unos años al lanzar de la mano de El Corte Inglés la enseña Ópera Prima, que agrupaba tanto Rioja, como Ribera, Valdepeñas o Jumilla. El crecimiento tiene su eje de desarrollo, fundamentalmente, en la planta que la empresa tiene en Daimiel (Ciudad Real), una de las mayores del mundo, con capacidad de elaboración de 250 millones de litros y 60 millones de botellas de espumoso. Todo ello además de contar con macrotanques de acero para almacenar hasta 150 millones de litros de vino.

Más allá del vino, García Carrión ha conseguido también crecer con fuerza en el mercado de la sangría y el tinto de verano. En el primer caso es líder absoluto con una cuota del 92,6% -la sangría Don Simón es, de hecho, la más vendida del mundo-. En el caso del tinto de verano ocupa la segunda plaza con el 38% de cuota, por detrás tan sólo de Sandevid y muy por delante de La Casera.