Si el mundo del cóctel te atrae y frecuentas Barcelona seguro que conoces la propuesta de The Alchemix del cocinero Sergi Palacín y el bartender Ignacio Ussía. ¿Te gustó el juego? ¿Como para arriesgar un poco más? Deberías probar entonces la nueva propuesta de la coctelería Slow, dirigida por Frank Galera y diseñada por Hermes Andreu. Eso es, la primera carta de cócteles a cargo del bartender Fran Mekk y la singular experiencia que han creado entorno a ella.
‘A Forest’. Así han bautizado a esta colección de bebidas conceptuales —dieciocho en total— porque las plantas de selvas, tundras, manglares y arboledas han sido su inspiración para crearlos. También una reivindicación. Las copas hablan de la necesidad de salvar los bosques, las hierbas y las plantas. Viva la naturaleza viva.
Siropes y tinturas, decocciones y macerados elaborados en el propio bar son algunos de los elementos que marcan la nueva propuesta. También las presentaciones, curiosas y sorprendentes. Y por encima de todo, los sabores y olores. ¿Desde cuándo el activismo es tan sabroso?
‘Shinrin-Yoku’, el único cóctel sin alcohol de la carta (Seedlip Garden 108, zumo de lichi, zumo de lima natural, shrub de teriyaki casero, ginger ale, apio, albahaca, rollito de alga nori con coco rallado y hummus) te predispone al viaje, a un bosque de Japón o a donde ellos quieran llevarte. Con ‘Mokh’ (The Glenrothes 10, vermut rojo, sirope de remolacha casero, brandy Gran Reserva, musgo y brotes de remolacha) pretenden que descubras la tundra rusa de manera reconfortante. ‘Hiuje’ (Oloroso Don Nuño Lustau, pisco, coñac, sirope casero de chicha morada, puré casero de tamarindo, zumo de lima, cilantro, chips de boniato, plátano y yuca) te habla de los mashco piro, uno de los pueblos semi nómadas que habitan el territorio peruano. ‘Durisilva’ es romero, Córcega y el Mediterráneo; ‘Quercus’, la geografía de los ‘pata negra’, ergo, los encinares; ‘Mojave’ es el desierto de México, el peyote, dulce y salado…
Los tragos de ‘A Forest’ invitan a romper barreras, a cruzar fronteras, a dialogar, a interrogarse… la indiferencia no cabe. Eso si los disfrutas a la manera tradicional, sentado en mesa o en barra. ¿Qué podrías llegar a sentir y a percibir sin verlos, participando en un experimento a medio camino entre el teatro, el juego y el ritual mágico? Hete aquí el reto.
De lunes a jueves y en horario de ‘afterwork’, Slow ofrece la posibilidad de descubrir una selección de ‘A Forest’ en muy pequeños grupos (no más de cinco personas) acompañados de las manos expertas de un druida quién, durante una hora, les mostrará los secretos de la alquimia de la naturaleza, “todo lo que existe tras una copa” alentándoles, además, a la elaboración de bebidas propias, “que hablarán de sí mismos y les ayudarán a descubrir quiénes son como personas”, aseguran.
La creatividad siempre ha sido el sello distintivo del establecimiento barcelonés, pero este ejercicio lleva un paso más allá la degustación del cóctel y la idea de la interactividad para con los clientes. Prometen que los participantes saldrán cambiados de la experiencia.
Slow Barcelona
París, 186. Barcelona
T +34 933 681 455
Precio medio cócteles: 13€
Precio experiencia: 60€