Una vez más, la torta extremeña Cremositos del Zújar, elaborada con leche cruda de oveja merina y cuajo vegetal natural, se sitúa entre los mejores quesos del mundo en el prestigioso concurso internacional, celebrado en Bergen (Noruega) el pasado fin de semana.
Elaborado con leche cruda de oveja merina –la raza autóctona extremeña- y cuajo vegetal, Cremositos del Zújar es uno de los mejores quesos de Extremadura y de los más valorados a nivel internacional en la categoría de quesos de leche cruda de oveja de pasta blanda. De hecho, ha vuelto a ser reconocido en los World Cheese Awards, uno de los galardones más prestigiosos del sector a nivel mundial.
Por segunda vez (la primera fue en la edición 2016-2017), Cremositos del Zújar obtuvo la Medalla Super Gold en los World Cheese Awards, un evento en el que 3.472 quesos de todos los rincones del mundo fueron valorados por un jurado internacional formado por 230 expertos procedentes de 29 países. Esta distinción viene a engrosar el palmarés de la marca en el que destaca también la Medalla de Oro recientemente obtenida en el concurso Premio Roma 2018.
Cremositos del Zújar es la marca estrella de Arteserena, una sociedad formada por 10 ganaderos de la comarca de La Serena, en Badajoz, (todos con cabaña propia y ubicados a menos de 15 km de la fábrica a fin de que la leche llegue a ella lo más fresca posible), dos comerciales y un maestro quesero (con experiencia en su Cantabria natal y en La Mancha) unidos por un objetivo común: el de incrementar el valor del queso típico de la región (la torta) a través de una cadena cerrada y controlada que asegura el autoabastecimiento de la materia prima durante todo el año y sin recurrir a terceros. Una cadena que les ha permitido romper con la estacionalidad del producto y garantizar su calidad desde el origen hasta el punto de venta.
Hay que destacar que según esta empresa, Arteserena fue la primera en España en registrar la palabra ‘torta’ (vocablo que hace referencia a la forma del queso y por el cual batallan actualmente las D.O. de La Serena y El Casar) y, aunque en un principio comercializó sus Cremositos bajo la D.O. Queso de La Serena, hace unos años retiraron la marcas de la Denominación de Origen a fin de apostar por un formato pionero en Extremadura y adaptado a las necesidades del consumidor. Un tamaño menor (de no más de 750 g frente a los 1.250 g de una torta común) pensado para que las familias actuales, normalmente formadas por entre tres y cuatro personas, puedan aprovechar el 100% del queso, sin echar nada a perder.