La certificación de huella de Carbono llega al vino madrileño

Redacción

|

Una botella de vino madrileño genera hasta 1,6 kilogramos de CO2, según los datos de la primera certificación de emisiones realizada sobre una empresa vitivinícola de la Comunidad de Madrid.

Bajo la supervisión de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), el Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Madrid y la administración autonómica pusieron en marcha esta iniciativa que pretende aportar valor medioambiental al producto e información para que el consumidor pueda valorar estos criterios.

Para la medición de la huella de carbono se ha tenido en cuenta todo el proceso productivo desde la siembra a la distribución del vino embotellado.

El estudio ha estimado en 1,6 kilogramos de dióxido de Carbono el impacto de cada botella de uno de los vinos de Gonsálbez-Orti, la bodega que fue seleccionada, mediante un sorteo, por el Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Madrid.

Esta información, recabada por la consultora especializada en eficiencia energética y proyectos de emisiones de carbono Creara, aporta valor medioambiental al producto y permite elegir con criterio al consumidor consciente, ha señalado a Efeverde su director, Rodrigo Morell.

«La sostenibilidad se está considerando el segundo criterio de compra tras el precio», según Morell, quien considera que el consumidor está cada vez «más preparado» para elegir entre un vino u otro en función de la huella de Carbono.

El director de desarrollo de AENOR, José Luis Tejera, ha añadido durante la presentación del vino certificado, el Qubél Revelación 2009, que la información sobre la huella de Carbono es además un instrumento que facilita la venta en el extranjero.

La certificación de huella de Carbono tiene una gran difusión en Asia y que en países europeos como Francia «hay una ley que la está exigiendo para los productos de consumo», ha precisado.

Sobre el mercado español, «la Oficina de Cambio Climático está trabajando en un decreto que, en el futuro, valorará a aquellos productos que señalen su huella de Carbono», ha añadido.

Estrella Orti, copropietaria de las bodegas, ha explicado que tras conocer los datos de la huella de carbono han adoptado medidas de mitigación, entre ellas la plantación de 2.000 arboles autóctonos. EFE acf/aic/fv (vídeo) CARBONO-VINO La certificación de huella de Carbono llega al vino madrileño Madrid, 18 may (EFE).- 1,6 kilogramos de Dióxido de Carbono es la huella de emisiones por cada botella de uno de los vinos de las bodegas Gosálbez-Orti, que se ha convertido en la primera vinícola madrileña con certificado de las emisiones de uno de sus caldos.

La cantidad de emisiones de este gas, causante del efecto invernadero, ha sido certificada por AENOR tras un estudio de la consultora Creara.

El director de Creara, Rodrigo Morell, ha hablado durante el acto de entrega del certificado de la necesidad de que «sean las empresas las que informen de su huella de Carbono».

Ha recalcado que, de este modo, se posibilita que «sea el consumidor, con sus decisiones de compra, el que favorezca a unos productos frente a otros».

«La sostenibilidad se está considerando el segundo criterio de compra tras el precio, por lo que a la pregunta de si está preparado el consumidor para tomar esta decisión en función de la huella de Carbono, la respuesta es sí y cada vez más» ha declarado.

Por su parte, el director de desarrollo de AENOR, José Luis Tejera ha añadido que la certificación de la huella de Carbono consiste, ademas, «en una forma para que las empresas españolas no encuentren trabas en el extranjero».

En este sentido, ha declarado que esta la certificación de huella de Carbono está teniendo una gran difusión en Asia y que, en países europeos como Francia, «hay una ley que la está exigiendo para los productos de consumo».

En lo relativo al mercado español, «la Oficina de Cambio Climático está trabajando en un decreto que, en el futuro, valorará a aquellos productos que tengan la huella de Carbono», ha declarado.

Para Tejera, el certificado constituye «una herramienta de mitigación de cambio climático» cuya función no es sólo indicar la cantidad de CO2 que emite un producto, sino que a partir de ese calculo, se comienzan a hacer los programas de reducción».

Así lo han hecho, en palabras de la co-propietaria de bodegas Gosálbez-Orti, Estrella Orti tras conocer la huella de carbono del vino que producen, al plantar «2.000 arboles autóctonos en nuestros viñedos para mitigar el cambio climático», entre otras medidas. EFE acf EMISIONES CO2-VINO La certificación de huella de Carbono llega al vino madrileño Madrid, 18 may (EFE).-

Las bodegas Gosálbez-Orti han registrado la cantidad de emisiones de dióxido de carbono que generan con la elaboración y distribución de uno de sus caldos y la han repartido proporcionalmente al producto enbotellado, bajo la supervisión de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR).

Esta información, recabada por una consultora especializada en eficiencia energética y proyectos de emisiones de carbono, aporta valor medioambiental al producto y permite elegir con criterio al consumidor consciente, señaló a Efe Rodrigo Morell, director de la empresa, conocida como CREARA.

«La sostenibilidad se está considerando el segundo criterio de compra tras el precio, por lo que a la pregunta de si está preparado el consumidor para tomar esta decisión en función de la huella de Carbono, la respuesta es sí y cada vez más», declaró Morell.

El director de desarrollo de AENOR, José Luis Tejera, añadió, durante la presentación del vino certificado, el Qubél Revelación 2009, que la información sobre la huella de Carbono es además un instrumento que facilita la venta en el extranjero.

La certificación de huella de Carbono tiene una gran difusión en Asia y que en países europeos como Francia «hay una ley que la está exigiendo para los productos de consumo», precisó.

Sobre el mercado español, «la Oficina de Cambio Climático está trabajando en un decreto que, en el futuro, valorará a aquellos productos que señalen su huella de Carbono», añadió el experto El certificado, apuntó Tejera, constituye «una herramienta de mitigación de cambio climático», cuya función no es sólo indicar la cantidad de CO2 que emite un producto, sino sentar las bases para establecer, a partir del cálculo, «programas de reducción».

Estrella Orti, copropietaria de las bodegas, anunció durante la ceremonia que tras conocer la huella de carbono del vino que producen, se ha decidido, entre otras medidas, plantar 2.000 arboles autóctonos en los viñedos de su propiedad para mitigar el cambio climático provocados por los emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2.