Nuestros caníbales más valientes se lanzan al ruedo y proponen algunos nombres de restaurantes que podrían optar a una, dos o tres estrellas Michelin. Intuición, experiencia, corrillos entre pasillos de redacciones y charlas con chefs son los argumentos sobre los que se construyen sus palabras.
Es habitual que cada año, días antes de la celebración de la gala de la Guía Michelin, el tema cope el día a día de cualquier profesional que se encuentre en el sector gastronómico. Ocupa las sobremesas, las entrevistas a chefs, las cenas entre colegas, los cafés de las redacciones y, por supuesto, las páginas de todas las publicaciones especializadas. Fruto de toda esta información, de la trayectoria que les avala y de los cientos de restaurantes visitados a lo largo de su carrera, nuestros caníbales más valientes se atreven a recopilar todo ello y dar algunos nombres. ¿Acertarán? Lo sabremos el 22 de noviembre.
(En breve, más opiniones…. y ¡los resultados de nuestra porra!)
Tana Collados
Apuesto que un nuevo “tres” caerá en Cataluña. Y, puesto que la suerte está echada y mi opinión no puede cambiar nada, creo que los que tienen más posibilidades son Miramar (Llançà) o Ábac (Barcelona). Ya estuvieron en las quinielas, con toda la razón, pues son ambos restaurantes sólidos, con una gran cocina, liderada en un caso por Paco Pérez y en el otro por el televisivo Jordi Cruz.
En cuanto a qué restaurante recibirá la segunda estrella, creo que los que tiene más posibilidades son Nerua, Etxebarri, Noor y Ricard Camarena. Y en Cataluña, hace mucho que pienso que Can Jubany merece su segunda estrella, pero como andan contadas pongo todas las fichas en la casilla del Disfrutar y, si los inspectores entendieran la excelencia con formatos menos estandarizados, dejaría fichas para apostar por Tickets.
Me extrañará si Albert Adrià no consigue entrar Enigma en la Guía. Pero el mismo sentimiento vengo teniendo con Gresca o Espai Kru. Así que, en cualquier caso, las sorpresas están aseguradas.
Eso sí, me da que hay una apuesta que seguro que la gano: aunque sea realmente “un año excepcional” como auguran en Michelin, nos seguirá sabiendo a poco.
Pilar Salas
Ante la cita más esperada y temida por el sector, el criterio personal se enfrenta con total insuficiencia al de los inspectores de la Guía Michelin y así, con toda la consciencia de que fallaré, me lanzo a aventurar posibilidades. Con una mezcla de objetividad basada en lo aprendido de ediciones anteriores, de la subjetividad que toda opinión conlleva y con las pistas lanzadas por sus responsables en España y Portugal, éstas son mis, seguro, erróneas predicciones.
De los candidatos a ser triestrellados son bastantes los que merecen el tercer ‘brillo’, pero parece que sólo dos lo alcanzarán en 2018. Dado el ninguneo a Mugaritz, especialmente flagrante en la edición de 2017, los candidatos más potentes me parecen Aponiente, Miramar, Santceloni, Atrio y Casa Marcial.
Entre los aspirantes a la segunda destacaría a Ricard Camarena, Nerua, Disfrutar, Tickets, Punto MX, Solla, El Carmen de Montesión, Sollo y Zuberoa. Hay muchos más que la merecen, pero recuerden que aquí no mando yo. Algunos quedan excluidos, como Noor, El Invernadero o A’Barra porque Michelin suele dar un tiempo de estabilización para dar la segunda.
Más complicada es la selección de quienes debutarán en el panorama de estrellas con su primera, porque es cierto que Michelin lleva unos años apostando por la cantera y descubriendo nuevos talentos ocultos en la amplia geografía del país. Con el lastre de no haber podido viajar tanto como los inspectores que “fichan” a quienes serán el futuro de nuestra gastronomía, mi apuesta va por Dins de Santi Taura en Mallorca, Lera (Castroverde de Campos de Zamora), Lakasa (Madrid), Bomba Bistrot (Madrid), Cebo (Madrid), y barriendo para mi casa (andaluza), El Bardal (Ronda, Málaga), La Taberna de Miguel (Bailén, Jaén) y La Cosmopolita (Málaga). Y, con todo el descaro del mundo, me atrevo a proponer a la inspección que visite el nuevo Bagá de Pedro Sánchez en Jaén, que igual tienen una sorpresa para la edición de 2019.
Rosa Rivas
Allá van mis predicciones: tres estrellas para Aponiente, Les Cols, Coque Madrid, Moments o Atrio. Dos para Disfrutar, Noor, Tickets, Enigma, El Invernadero, Ricard Camarena, Punto MX, Sollo. Y para los que pueden ganar su primera estrella (que dicen los de Michelin que habrá muchas): La Tasquería de Javi Estévez, La Salita, La Tasquita de Enfrente, La Bien Aparecida o Kena.
Miquel Brossa
No soy ni seré jamás adivino -estos no son mis dones- pero sí presumo de una cierta intuición que me sirve para acertar, aunque no con Michelin. No vale porque lo de la guía es sorprender.
Siempre he dicho que Michelin tiene un doble o triple rasero según los intereses de la marca alrededor del mundo, penalizando gravemente las clasificaciones en la guía peninsular.
NYC y Tokio son dos templos de la sobrevaloración. En la ciudad de los rascacielos los tres mejores entre los seis de tres estrellas son: Le Bernardin, Per Se y Jean-Georges. Los tres, de inspiración francesa, tienen el nivel requerido y ostentarían con todo mérito las tres estrellas en cualquier lugar del mundo. Es un privilegio dejarse recomendar por Ben Chekroun, exquisito jefe de sala y gran “sumiller” en Le Bernardin, gran amigo de algunos de nuestros más conocidos chef, con los que he coincidido últimamente.
Pero en la ciudad que nunca duerme hay otros tres que en nuestros pagos, dudo que alcanzaran una estrella: Brooklyn Fare, Eleven Madison Park y Masa. El peor el primero, que igual que el famoso Jiro de Tokio ni tan solo tiene servicio dentro del establecimiento. ¡El cliente está obligado a salir fuera compartiendo los escasos recursos con el público variopinto de negocios próximos para cualquier necesidad higiénica! Me parece que esto no estaría permitido dentro de nuestro marco legal. Jiro y Fare también comparten el dudoso mérito de carecer de zona de espera dentro del establecimiento, por lo que el cliente que no llega a su minuto justo, se ve obligado a esperar de pie en un frío e inhóspito pasillo.
En tan duras circunstancias, dudo que nuestros, no menos duros inspectores, den ninguna estrella. Como supongo que lo que se pretende es que aventuremos opiniones, diré lo evidente, que no por evidente ha de ser así.
Tenemos una serie de Señores que desde años merecen y esperan su tercera estrella: José Avillez, Angel León, Toño Perez, Nacho Manzano, Francis Paniego, Fina Puigdevall, Paco Pérez o Raül Balam. Espero que Michelin se la de porque hay más de 100 establecimientos en el mundo que tienen las tres sin superar ni de lejos el nivel de los 7 mencionados.
Francisco Belín
Mis previsiones sobre las futuras estrellas Michelin son una mezcla de convicción, apuesta y preferencias. Ahí van:
En Canarias: El Rincón de Juan Carlos (Los Gigantes, Tenerife) para las dos estrellas; Las Aguas con el chef Braulio Simancas (Bahía del Duque, Costa Adeje, Tenerife), una; NUB de Andrea Bernardi y Fernanda Ríos (La Laguna, Tenerife) una; La Aquarela de Germán Ortega (Mogán, Gran Canaria), una; Deliciosa Marta (Las Palmas de Gran Canaria), una y La Tegala de Germán Blanco (Mácher, Lanzarote), una. Conservarían sus respectivas estrellas: Kazán, MB y Kabuki.
Desde mi punto de vista, obtendrían tres estrellas: Mugaritz de Andoni Luis Aduriz (Guipúzcoa); Aponiente de Ángel León (Cádiz); Miramar de Paco Pérez (Girona); Atrio de Toño Pérez (Cáceres) y Casa Marcial de Nacho Manzano (Asturias).
Para los de dos: Casa Solla (Poio, Pontevedra), Maruja Limón (Vigo), Sollo (Fuengirola, Málaga), Disfrutar (Barcelona), Casa Marcelo (Santiago), Elkano (Guipúzcoa), Monastrell (Alacant), Tickets (Barcelona), El Poblet (Valencia), Maralba (Almansa, Albacete), Gaig (Barcelona), Zuberoa (Oyarzun, Guipúzcoa), Koy Shunka (Barcelona), Culler de Pau (Pontevedra) y Ricard Camarena (Valencia).
Finalmente los que optarían la primera estrella: El Olivar de Firo Vázquez (Moratalla, Murcia), El Bodegón de Daimiel (Daimiel, Ciudad Real) y Sushi 99 con David Arauz (Madrid).