El Consorcio de Promoción Turística del Alt Penedès cerró el 2010 con un inventario de más de ochenta productos singulares para ofrecer a los visitantes desde las bodegas, los patronatos municipales de turismo y las empresas de servicio de la zona. La directora del consorcio, Núria Sala, asegura que en los últimos años se ha notado una mejora considerable: «después de años trabajando en el proyecto Enoturismo Penedès, vemos que las empresas empiezan a estar predispuestas a preparar productos para atraer visitantes». Además de las típicas visitas a las bodegas, los visitantes pueden encontrar enocalçotades, vuelos en helicóptero desde bodegas, circuitos a pie entre viñedos, oferta para organizar encuentros de negocios o productos específicos (masajes, vinoterapia, estancias antiestrés).
Durante el mes de noviembre, Enoturismo Penedès impulsó una campaña para que todos los servicios turísticos del territorio del Alt Penedès se inscriban en el programa Sistema Integral de Calidad Turística Española a Destinación (SICTED). El objetivo es que puedan obtener este distintivo de calidad, y conseguir así que la comarca del Alt Penedès, y por extensión la ruta del vino Enoturismo Penedès, se convierta en el primer destino en cuanto a recursos de calidad.
Uno de los problemas que el Alt Penedès tiene a la hora promocionar la zona desde el punto de vista turístico ha sido durante años el bajo número de plazas hoteleras que hay. Según Núria Sala, estas carencias se pueden cubrir perfectamente desde el Garraf, el Baix Llobregat o el Baix Penedès, pero también destaca el incremento de oferta rural directamente relacionada con el enoturismo que en los últimos años ha comenzado a aparecer en el Alt Penedès. Sala se muestra satisfecha de los resultados del trabajo que se ha hecho desde el consorcio y recuerda los últimos datos publicados por el observatorio de Acevin (Asociación Española de las Ciudades del Vino). Según estos, el turista del vino está predispuesto a gastar más en alojamiento y en servicios en el territorio, porque da valor a la gastronomía y a los productos estrictamente autóctonos.
En este momento, según los datos del consorcio, hay más de setenta bodegas que de una forma más o menos completa ofrecen algún producto al visitante. Núria Sala recuerda que, al principio, la mayoría de bodegas cerraban durante el fin de semana y, en cambio, en los últimos años la evolución ha ido a favor de mantener una oferta de visitas a las bodegas.
Según los datos de julio del observatorio de Acevin, el 80% de turistas del vino que se mueven por el Estado español provienen del propio Estado español. Este espesor va seguido de los turistas alemanes, estadounidenses, franceses y británicos.
A partir de las visitas a las bodegas, el consorcio hace cada año ciento cuarenta encuestas a los turistas y también en cuanto a las bodegas. Estos datos acaban formando parte de los resultados globales que Acevin hace públicos sobre el enoturismo en España. Ahora, uno de los objetivos del consorcio es usarlos para definir con más exactitud el contexto del Penedès y poder aplicar políticas relacionadas más directamente con los objetivos perseguidos. En este mismo proceso está la actualización de las rutas y los senderos del vino y el cava y la creación de un mapa de miradores que permitan promover el paisaje como uno de los potenciales del Penedès. En estos proyectos tienen un papel capital la facultad de bellas artes de la Universidad de Barcelona, la Universidad Politécnica de Catalunya y el Congreso de Arte y Paisaje que nació en Subirats.
Fuente: Cati Morell, Avui