Acabo de encontrar, casi por casualidad, un cuaderno de la prestigiosa “Cata de los Lacres 2010” celebrada el pasado noviembre en Madrid. Me informo de los premios otorgados, así como de los participantes en el evento, y coincido en que los 35 vinos seleccionados son algunos de los mejores vinos que actualmente se elaboran en este país pero, leyendo sus características, hay un dato que me alarma, de todos estos vinos ninguno tiene un grado alcohólico inferior a 13,5%vol.
Vídeo de la presentación de la Cata de los Lacres 2008 (TodoVino)
De estos 35 vinos, 5 tienen 13,5%vol, 7 están en 14%vol, 18 tienen 14,5%vol, 2 llegan a los 15%vol y 3 de ellos lo sobrepasan hasta 15,5%vol. En la edición anterior, del año 2009, si bien reduce el número de grandes vinos a 21, la proporción es similar 5 están en 13,5%vol, 6 en 14%vol y 14,5%vol, 1 en 15%vol, 2 en 15,5%vol y 1 hasta 16%vol.
Si lo comparamos con los 40 mejores vinos de España según Robert Parker, obtendríamos un resultado similar, ya que muchos vinos, como es natural, coinciden. Por cierto, una curiosidad, en las dos guías de Parker que tengo en mi poder, “Guide Parker des vins de Bordeaux” y “Los mejores viñedos y bodegas del mundo”, se indican gran cantidad de datos de las bodegas, tales como su propietario, teléfono, fax, e-mail, horario de visitas, contactos, viña, cepas, rendimientos, días de fermentación, tipos de barrica, producción, si elabora un segundo vino, precio y otras muchas lindezas, incluso alguna tan interesante como con quien se casó la abuela del actual propietario… pero ni una sola en referencia a la graduación alcohólica de los vinos descritos.
He mirado la penúltima edición de la “Guía Todo Vino” y de los aproximadamente 800 vinos seleccionados, solo 44 tienen una graduación inferior a 13,5%. Como vino extraordinario, esta guía no menciona ninguno; como excepcional nombra a Conde de la Salceda 2004; y como excelente, a 10 vinos: Valduero Una Cepa 2004, La Vicalanda 2003, Baron de Anglada 2001, Suma Reserva 2001, Bodegas Palacio Reserva Especial, La Montesa 2005, Ramon Bilbao 2005, Gran Reserva 890 de 1995, Gran Reserva 904 de 1997, y Remelluri Reserva 2003. En los comentarios de cata en general de estos vinos, indica su frescura, su golosidad, su finura ,su buen paso en boca, su carácter redondo y su elegancia.
No hace tanto tiempo, entre 15 y 20 años atrás, un vino de 13%vol era considerado de alta graduación. Hoy me cuesta creer que apenas se elaboren estos vinos e incluso que para adquirirlos tengas que recurrir directamente a las bodegas, a favores o incluso a compras más allá de nuestras fronteras.
Este año, Verema.com organizó una cata excepcional de vinos Viña Tondonia y Viña Bosconia, alguno de ellos de más de 60 años que se conservan perfectamente con 12,5%vol. El vino con mejor bouquet que he probado últimamente fue el Marqués de Riscal 1945, vino presentado en la cata del evento Wine Future de La Rioja, el pasado otoño.
También, he tenido la ocasión de catar los vinos de la Bodega Jean Leon, añadas 1979, 1982, 1991, así como de las Bodegas Torres, el Mas La Plana 1970, premiado en París, superando a La Misión Haut Brion 1961 y a Baron Pichon Contesse Lalande, ejemplos de la finura y elegancia que puede alcanzar un cabernet sauvignon en el Penedès. Y todos con 13%vol o menos.
Algunas veces mientras comemos o catamos, volteando nuestra Riedel hasta marearla, buscamos los aromas finos de vainilla, de cueros especiados, aquellos taninos pulidos, aquel paso en boca redondo, fluido, sabroso y elegante. Quizás al no encontrar estas sensaciones, desviamos nuestra conversación, hablando sobre la personalidad del enólogo, de la procedencia de las barricas empleadas, del precio o del arquitecto famoso que ha construido la bodega. Todo ello, aspectos interesantes, pero que no inspiran pasión hacia el vino.
Espero, que por mucho cambio climático, tendencias, modas o cualquier otro factor, volvamos a tener entre nosotros aquellos vinos equilibrados que consideramos imprescindibles para volver a disfrutar y emocionarnos.
SOBRE LA FIRMA
Lluís Ariza Soler
Aparejador municipal de Cerdanyola del Vallès, ha compaginado trabajos en el ramo de la construcción con sus grandes aficiones gastronómicas y enológicas. Desde 1975 ha recorrido miles de kilómetros para visitar los grandes templos de la gastronomía en Europa, especialmente en Bélgica, Italia, España y, sobretodo, Francia. A partir de 1992 y a raíz de un viaje a Burdeos, su pasión por el vino se acentúa. “Volví a nacer”, explica Ariza sobre ese momento de su vida. Ha visitado algunos de los mejores chateaux bordeleses, grandes crus borgoñeses, entre ellos el Domain de la Romanée Conti. Ha participado como jurado en varios concursos para la elección del mejor sumiller tanto en Catalunya, como en España o Andorra y también es asiduo participante de las múltiples catas y actos relacionados con el vino que se celebran en Barcelona. Sus textos, amenos y didácticos, tienen especial interés en la historia, el terreno y sus cualidades, el bouquet y el maridaje.