El premio alemán Eckart Witzigmann distingue a Juan Mari y Elena Arzak - Redacción

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Elena Arzak y otros galardonados en la entrega del premio
Elena Arzak y otros galardonados en la entrega del premio

Crear una cocina de vanguardia sin perder las raíces locales es el mérito que ha valorado el jurado para conceder uno de los premios internacionales Eckart Witzigmann a Juan Mari y Elena Arzak. La chef donostiarra recibió el lunes en Stuttgart el galardón, que este año ha distinguido también, entre otros, al príncipe Carlos de Inglaterra.

Estos premios, unos de los más prestigiosos de la gastronomía europea, fueron creados en 2004 por el land alemán de Baden-Wuertemberg y el organismo Eckart Witzigmann para distinguir la contribución de figuras de primer orden al mundo de la cocina y la alimentación. No se premia sólo a cocineros, sino a intelectuales o científicos que hayan aportado ideas o reflexiones al planeta de la alimentación. Witzigmann, que da nombre a los galardones, es un prestigioso cocinero de la región. En el pasado recibieron ese premio personajes como el escritor Gunter Grass, el fundador del movimiento ‘Slow food’, Carlo Petrini, el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, o Ferrán Adrià.

La agricultura sostenible

Los galardonados este año, además de los Arzak, son el Príncipe de Gales, «por sus contribuciones a la agricultura sostenible y la producción de alimentos», y que estuvo representado por su sobrino, el príncipe Philipp von Hohenlohe-Langenburg; el chef italiano Ceasare Giacone; el cocinero Vincent Klink, del Wielandshole de Stuttgart, y el artista ya fallecido Dieter Kriegg, uno de los pintores más renombrados de la segunda mitad del siglo XX en su país. Recogió el galardón en su nombre Hans Peter Reuter.

La gala de entrega de premios tuvo lugar en un castillo de Stuttgart. Juan Mari Arzak no pudo estar presente y fue su hija Elena la que recogió el premio de manos del también cocinero alemán Marc Haeberlin, chef que también ‘heredó’ su profesión y su restaurante de su padre, en una sucesión generacional comparable a la que viven los Arzak.

Elena Arzak agradeció el premio y el hecho de que se hubiera valorado «tanto nuestra actitud de vanguardia como el respeto que mantenemos por las raíces de la gastronomía de nuestro pueblo». Juan Mari Arzak, ayer ya en Donostia, se felicitaba por haber recibido un galardón «que la profesión valora conmo uno de los más serios».

La región de Baden-Wuertemberg mantiene una larga y fecunda tradición gastronómica, y presume de ser el punto de Europa con mayor número de estrellas Michelin por habitante, rasgo del que también suele hacer gala la cocina guipuzcoana. Un día habrá que investigar ese supuesto empate.

Fuente: Mitxel Ezquiaga, El Diario Vasco