El destino de Antonio Flores estaba dibujado con trazos de albero y flor desde que llegó al mundo en la casa familiar, construida sobre la bodega que todavía a día de hoy almacena la solera fundacional de Tío Pepe.
González Byass fue el lugar de trabajo de su padre Miguel durante 50 años, y allí, entre mostos, venencias y botas firmadas por famosos como Winston Churchill o Picasso, se crió y aprendió Antonio. La formación académica vino después, cuando se graduó en Enología por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, pero su carrera profesional estaba en Jerez, en la casa que le vio nacer y a la que se incorporó en 1980.
Carismático y con un don natural para explicar los vinos de jerez sin tecnicismos, Antonio Flores es capaz de contagiar emoción al hablar de los tesoros que reposan en la bodega fundada en 1835 por Don Manuel María González Ángel gracias al apoyo económico de su tío Don José Ángel de la Peña, el famoso Tío Pepe.
Como enólogo y master blender de González Byass ha contribuido a recuperar y poner de moda los finos en rama —sin filtrados ni clarificados— y ha lanzado la serie Finos Palmas, una joya enológica con la que buscan interpretar en cuatro vinos diferentes el potencial de envejecimiento de la variedad palomino con vinos que tienen entre ocho y 50 años.
Le fascinan los perfumes, la percepción de aromas y su vinculación con el vino y confiesa que en ocasiones especiales le gusta rociar una gotita de amontillado en el pañuelo de su americana y percibir esas notas elegantes de avellana tostada y maderas finas. Flores los llama “vinos de pañuelo”.
¿Un vino para probar antes de morir?
Sin dudarlo un Fino Tres Palmas, un vino en el límite «entra la vida y la muerte”.
¿Cuál es el último vino que has comprado?
Me regalé estas navidades una botella de Jacques Selosse Initial. Me apasiona el estilo de Anselme Selosse.
¿Cómo incentivarías el consumo de vino entre los jóvenes?
Les diría que disfrutaran del vino sin miedo, con descaro. Que el vino hay que tomarlo para disfrutarlo y compartirlo y que su conocimiento irá llegando poco a poco. El precio tampoco puede ser una barrera; España es un país productor y podemos encontrar buenos y honestos vinos a precios razonables.
¿Un referente en el mundo del vino?
Manuel María González Gordon, su hijo Mauricio González y mi padre. Ellos marcaron una época en Jerez.
¿Con qué maridaje te has emocionado?
Una tarde de otoño en la viña, ajo campero, zorzales al amontillado, Viña AB y buenos amigos. Insuperable.
¿Una carta de vinos de un restaurante?
La carta del Celler de Can Roca y Atrio en España y la de algunos sherry bars en Londres como Bar Pepito, Trangallán o Morito, algunos con más de treinta referencias de jereces.
¿Una bodega para la historia?
¡Qué duda cabe! González Byass, en la que tuve el honor de nacer hace ya algunos años.
¿Tu variedad preferida?
La palomino fino, por su grandeza, por su humildad, por ser capaz de liderar y dar carácter junto a nuestra tierra, la albariza, a toda una denominación de origen.
¿Puede terminar la frase? No quite el ojo a…
Al renacer del Jerez apostando por la calidad y recuperando para las próximas generaciones tipos de jereces que se daban ya por perdidos