
Después de la buena acogida que ha tenido Dos Palillos en Barcelona por parte de la crítica barcelonesa y de la clientela barcelonesa, Albert Raurich y su equipo han decidido transportar el concepto a Berlín, ciudad donde Casa Camper ha instalado un nuevo hotel.
Albert Raurich, uno de los mejores cocineros que han salido de elBulli, donde llegó a ser jefe de cocina, afirma que Berlín es una ciudad «abierta, campechana, dinámica, emprendedora, sensible, apasionada por el diseño y sabrá entender el estilo que defendemos en Dos Palillos, unificar la filosofía de las tapas españolas con las tapas
de la gastronomía asiática».

A estas dos grandes urbes les une un estilo y una filosofía de vida, como por ejemplo el haber compartido el prestigioso festival de moda Bread&Butter, pero a partir de ahora también compartirán Dos Palillos, que mantendrá el nombre sin traducirlo al alemán.
Lleva tres semanas abierto, y en el están los mismos platos con los que se inició el Dos Palillos de Barcelona, pero a poco a poco se irán introduciendo nuevos platos. La idea es que la cocina se base en la esencia que defiende Albert Raurich, con las culturas asiática y española como referencia, pero readaptando el concepto al gusto de los alemanes y a sus costumbres culinarias.

Un ejemplo de ello es el formato de restaurante. Ubicado en Casa Camper, también está dividido en dos espacios: si en Barcelona encontramos el Bar donde tomar unas tapas y una cerveza, en Berlín está más enfocado al cocktail. Con una minibarra con cinco taburetes y siete mesas de dos personas, el espacio está destinado a tomar algo mientras esperas a entrar al restaurante.
Albert Raurich ha formado desde Barcelona un equipo de cocina y sala que entienda el concepto que defiende en Dos Palillos, y el jefe de cocina es el antiguo segundo del restaurante Vendôme, restaurante alemán de 3 estrellas Michelin capitaneado por Joachim Wissler.