Reproducimos el artículo publicado por Andreu Farràs en El Periódico de Catalunya.
El vino de este año será excelente y abundante, pero no hay tanta alegría para consumirlo. Así reciben los vitivinicultores la cosecha de este año, que no solo ha resultado de una magnífica calidad, sino que la cantidad ha sido el 5% superior a la del año pasado. Empresarios y agricultores del sector se frotarían las manos con esta vendimia si no fuera porque la crisis económica está afectando a la demanda de caldos tanto en el mercado interior como en el exterior. De hecho, temen que este año continúe el moderado descenso del consumo ya iniciado en el 2005, una tendencia que empuja a productores a reducir la oferta y a vendedores, a ajustar mucho los precios estas Navidades.
«Por suerte, gran parte de los vinos de denominación de origen catalanes son exportados y Alemania, nuestro principal cliente, ha entrado en la senda de la recuperación económica», comenta Xavier Pié, presidente del consejo regulador de la denominación de origen (DO) Catalunya, con sede en Reus.
La vendimia acabó mucho mejor de lo que se esperaba. En los viñedos catalanes se recogieron cerca de
410 millones de kilos, el 5% más que el año pasado, según ha confirmado Oriol Guevara, director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (Incavi).
Ciclo Bajista
Aunque suelen darse ciclos crecientes y decrecientes en la producción, en los últimos años parece mantenerse una producción más o menos constante en torno a los tres millones de hectolitros. La tendencia a la baja del consumo de vino en los hogares y en la restauración, así en Catalunya como en el resto de España, obliga a empresarios y expertos a esperar un incremento de las exportaciones para absorber tanta producción, según indica el informe de septiembre del Observatorio de la Viña, el Vino y el Cava.
El consumo medio de vino en los hogares catalanes durante el periodo 1999-2008 fue de 17,3 litros per cápita, muy por encima de la media española, que fue de 12 litros per cápita. El año pasado, la caída del consumo fue del 10% respecto del ejercicio anterior. Y los expertos consultados discrepan: unos dudan de que las cifras mejoren este año, por el clima de incertidumbre que causa la recesión, mientras que otros esperan que las Navidades ayuden a recuperar el bajón de los 11 meses anteriores.
«No hay alegría», sintetiza Xavier Pié para describir el estado de ánimo del mercado catalán. Y pronostica que la caída de las ventas seguirá obligando a las bodegas a adoptar medidas más o menos drásticas y desagradables. «Algunas bodegas, no sabemos cuántas ni cuáles, tendrán que cerrar. En los últimos años algunos han disfrutado de aumentos de facturación del 10% y han proliferado muchos pequeños cellers con poca o nula experiencia. Ahora viene el ajuste inevitable», afirma Pié. Y las bodegas que continúen en la brega van a embotellar menos, para evitar un exceso de botellas almacenadas.
Tras la burbuja
En el Priorat, casi la mitad de los cellers están en venta o a punto de cerrar, asegura otro enólogo que conoce los entresijos de esta comarca que se puso de moda hace unos lustros entre muchos promotores inmobiliarios españoles enriquecidos a la sombra de la burbuja del ladrillo. Una de las bodegas puestas a la venta es Mas Perinat, que fue comprada en 1989 por Joan Manuel Serrat, Antonio Casado y Alejandro Marsol. Otras han cerrado o han puesto en marcha expedientes de regulación de empleo. ¿Influirá la caída de las ventas y el aumento de la oferta en el descenso de los precios? Los especialistas afirman que estos ya han sido muy ajustados por los vinicultores, aunque admiten que resultará inevitable si se quiere salvar este ejercicio. Freixenet, el mayor productor de cava, redujo el 15% el precio de la uva blanca. Otros han optado por comprar al mismo precio, pero menos cantidad.
Torres, uno de los primeros elaboradores de vino de España, ya avisó en febrero a sus 900 proveedores de que les compraría hasta el 50% menos de algunas variedades de uva negra y hasta el 30% menos de uva blanca. Eso sí, les garantizó que pagaría lo mismo que en la vendimia del 2008: entre 65 y 71 céntimos las variedades negras y entre 32 y 65 céntimos las blancas.
Champagne
En vísperas navideñas hay que confirmar si el abaratamiento de la uva se traslada al vino y, sobre todo, al cava, cuyas ventas en España suponen la mitad de todas las ventas de vinos embotellados en Catalunya. De las embestidas de la recesión no se salva ni la elite mundial. En Francia, el glamuroso champán ha sufrido un desplome del 15% de las ventas. Mientras, muchas esperanzas del sector vinícola catalán están depositadas en la exportación y, en especial, en Alemania, cuya cuota de mercado desde el 2006 se sitúa en torno al 25%. Le sigue Italia, con el 14%. En el 2007 y el 2008, la producción de cava destinado al mercado español cayó el 3% y el 9%, respectivamente. Si el balance final no acabó en números rojos fue por el aumento de las exportaciones de cava, que fue del 3% y del 10%.
Nota: para complementar esta información les recomendamos que consulten la noticia Caldos de bandera por menos de 10 € , también publicada en El Periódico de Catalunya.