La bodega Castell del Remei presentó ayer en Barcelona, en el restaurante Adobo, los dos nuevos proyectos con los que despide el año de pandemia. Se trata de su primer monovarietal de garnacha y un dulce de uva pasificada, 100% petit manseng.
Fundada en el s. XIX , la bodega Castell del Remei marca un nuevo punto de partida después de la pandemia, con la presentación de dos nuevos productos, Garnatxa 2020 y Vi Dolç Verema Tardana, en el restaurante de Enrique Valentí, Adobo.
El Garnatxa 2020 es el primer monovarietal de garnacha tinta de Castell del Remei, que además cuenta con dos tipos de fermentaciones: una parte en una tina de 4.500 litros con la mitad del vino fermentado con su raspón y la otra mitad sin raspón. Y el resto, en depósito de acero inoxidable. Tras el ensamblaje de las dos partes, el tinto descansa 50 días en una barrica de madera francesa. El vino saldrá a la venta con un precio de unos 14 euros.
El Vi Dolç Verema Tardana se elabora 100% con la variedad petit manseng. Se trata de un vino pasificado sobre carrizos durante 70 días, con una posterior fermentación natural con levaduras autóctonas. La crianza la realiza en barricas de roble francés durante casi un año. El vino cuenta con una producción limitada de 838 ampolles y se venderá a un precio de unos 50 euros, previsiblemente, después de diciembre de este año.
Tras varios lustros elaborando una gama muy específica de vinos, la bodega El Castell del Remei ha decidido empezar una nueva etapa, tras el año covid, con dos productos con un perfil diferente al habitual. Una intención más que evidente con el futuro lanzamiento de este Vi Dolç Verema. Un elaborado muy alejado a lo que nos tenía acostumbrados.
A estas dos novedades, se suma el anuncio de la reanudación de sus actividades enoturísticas y la obtención del certificado Biosphere. Esta acreditación es una de las más reconocidas internacionalmente en el ámbito de la sostenibilidad y se otorga a aquellas empresas que cumplen con más de 200 requisitos relacionados con el medio ambiente y el cambio climático (emisiones de CO2, saneamiento y limpieza de aguas, producción y uso de energías limpias y no contaminantes; producción y consumo responsable de productos y servicios; lucha contra el plástico y la gestión de residuos que ayuden a la vida de los ecosistemas).