En una carta al primer ministro británico, David Cameron, el popular cocinero Jamie Oliver y otras figuras de la alimentación y la salud, han pedido al Gobierno británico que introduzca un mínimo de 24 horas de clases prácticas de cocina y de educación alimentaria para todos los alumnos de entre cuatro y 14 años.
Los firmantes lamentan que el “orgullo” del país por la celebración de los Juegos Olímpicos de este verano ha sido “contaminado por el vergonzoso honor de que Gran Bretaña sea la nación más gorda de Europa”. Para acabar con el problema, creen fundamental enseñar a los niños, a través del Programa Nacional de Educación, “cómo preparar comidas nutritivas para ellos y sus familias, un paso importante en la lucha contra la creciente epidemia de obesidad”.
Sostienen que sin estas habilidades, la sociedad tiene menos probabilidades de ejercer un control significativo sobre su dieta y la ingesta de alimentos, tendiendo a confiar en los alimentos preparados o el ‘take away’. El manifiesto del cocinero estrella británico –que previamente ya hizo campaña para unas cenas escolares más saludables– ha contado con el apoyo del futbolista Steven Gerrard; la Dra. Clare Gerada, presidenta del Royal College of General Practitioners; Christine Blower, secretaria general de la Unión Nacional de Educadores; el profesor Terence Stephenson, presidente del Colegio Real de Pediatría y Salud Infantil; el Dr. Peter Carter, director ejecutivo y secretario general del Royal College of Nursing; el profesor David Haslam, presidente del Foro Nacional de Obesidad; y Steve Iredale, presidente de la Asociación Nacional de Profesores.
Además de la petición de clases de cocina obligatorias, señalan la necesidad de más modelos deportivos para promover los beneficios de un estilo de vida saludable para los niños: “Agradecemos su preocupación por el aumento de obesidad mórbida y les instamos a buscar una solución para hacer frente a esta epidemia creciente. Como grupo de organizaciones y profesionales líderes en el campo de la medicina, la alimentación, el deporte, la educación y la cocina, creemos firmemente que el impacto de la obesidad sobre la salud es un problema muy serio, sentimos que hay una gran oportunidad para el Gobierno de Gran Bretaña para tomar la delantera en la implementación de medidas que tengan un impacto significativo en la salud futura de nuestro país.”
El profesor Stephenson dijo que “el Reino Unido tiene actualmente la mayor tasa de obesidad en Europa, uno de cada tres niños con sobrepeso u obesidad a la edad de nueve años. Si estos estilos de vida no cambian, el Reino Unido tendrá una población adulta que sufrirá diabetes, enfermedades cardíacas y presión arterial alta, generando una factura médica que puede llegar a los 10 billones de libras al año. Tenemos que actuar ahora, pero no vamos a ganar esta lucha solos. Los padres, las escuelas, los profesionales de la salud y el Gobierno debe adoptar un enfoque unido para luchar contra esta crisis de la obesidad.”
Por otro lado, el profesor Haslam agregó que “los Juegos Olímpicos de 2012 ofrecen una oportunidad única para mejorar la salud de la nación, aunque temo que la imagen volverá a ser la de un británico sentado frente a la televisión, animando a nuestros deportistas de élite, mientras come patatas fritas y chocolate, y consume unas bebidas endulzadas con azúcar que son totalmente contraproducentes.”
Fuente: “The Telegraph”.